¡°Somos ahorradores, no inversores¡±
La venta masiva de preferentes en Matar¨® empobrece al 12% de sus habitantes El Ayuntamiento crea un servicio de atenci¨®n emocional
Ninguno de ellos se reconoce en la socorrida m¨¢xima de que ¡°vivimos por encima de nuestras posibilidades¡±. Gloria Ramos tiene 41 a?os y est¨¢ en paro. Ella y su marido, han trabajado ¡°toda la vida¡±. En los a?os buenos no se permitieron lujos. Ni siquiera m¨¢s de unas vacaciones al a?o. ¡°?ramos prudentes. Pens¨¢bamos que igual se nos terminaba el trabajo o no nos renovaban y prefer¨ªamos ir ahorrando y amortizando la hipoteca¡±, explican. Lo mismo hicieron Francisco Herrera, de 62 a?os, y Mar¨ªa Arag¨®n, de 66. ¡°Nunca fuimos de vacaciones. Ten¨ªamos dos hijos y como mucho nos ¨ªbamos al pueblo, cerca de Burgos¡±, dice la mujer, que se define como una ¡°hormiguita¡± que ha ido guardando para cuando lo necesitaran. Tanto Gloria como el matrimonio de Francisco y Mar¨ªa hoy necesitan sus ahorros. Pero de un d¨ªa para el otro se esfumaron.
Gloria y su marido se han quedado en paro. ¡°Con una ni?a de siete a?os¡±. En su casa solo entra un subsidio de 426 euros. No debe dinero al banco, pero los 40.000 euros que ten¨ªa en Caixa Laietana hoy se han convertido en 40. ¡°Y con las comisiones, todav¨ªa resulta que les debo dinero¡±, lamenta. El caso de Gloria es uno de m¨¢s de los cerca de 4.500 de afectados por la compra de participaciones preferentes de la antigua caja, hoy integrada en Bankia, que hay en Matar¨®. El Ayuntamiento calcula que hay 15.000 afectados, el 12% de toda la poblaci¨®n de la ciudad. Algo que no ha dejado indiferente al Consistorio ni a los grupos pol¨ªticos, que han tenido que salir a defender a sus vecinos. El 90% de ellos, adem¨¢s, canjearon sus participaciones por acciones de Bankia, cuyo valor ha sido fijado por Bruselas en un c¨¦ntimo de euro.
Gloria recuerda el d¨ªa que se enter¨® de que los 40.000 euros que hab¨ªa ido ahorrando durante a?os no estaban en un dep¨®sito a plazo fijo como pensaba, sino que hab¨ªan sido invertidos en un producto perpetuo. ¡°Un d¨ªa voy a Caixa Laietana y me hablan de la Comisi¨®n Europea, del FROB¡ Y me dicen que mi dinero ya no ten¨ªa valor en los mercados. Y le digo: ?pero qu¨¦ mercados? ?Esto es muerte o susto?¡±, dice con indignaci¨®n Gloria, quien aclara que nunca percibi¨® m¨¢s de un 3,3% de intereses por su dinero. ¡°Lo ¨²nico es que nos dijeron que era seguro, que no hab¨ªa riesgo, y que lo pod¨ªamos rescatar cuando quisi¨¦ramos. Si me llegan a decir qu¨¦ es, no firmo¡±, asegura.
La mujer ha demandado a Bankia y, adem¨¢s, participa con otras decenas de vecinos en las protestas que monta Estafabanca, la asociaci¨®n de afectados de la ciudad. Adem¨¢s de luchar, cuentan, la entidad permite canalizar la indignaci¨®n y la rabia de los miles de afectados.
¡°Las plataformas y los lobbies de presi¨®n ayudan a expresar la rabia, pero los afectados necesitan saber c¨®mo regularla¡±, explica ?ngels Cantos, directora de la Fundaci¨® Hospital, de Matar¨®. La entidad ofrecer¨¢ a los afectados por las preferentes de la ciudad atenci¨®n emocional despu¨¦s de haber alcanzado un acuerdo con el Ayuntamiento. Todav¨ªa est¨¢n preparando todo el dispositivo para atender a los ciudadanos que les deriven los servicios sociales del Consistorio, pero el asesoramiento se realizar¨¢ individualmente y en grupo, valorando la gravedad de cada caso. Cantos considera que ese aspecto de la atenci¨®n al ciudadano, la emocional, se ha pr¨¢cticamente ignorado hasta ahora, cuando un ¡°cambio en la vida¡± de ese calibre ¡°produce una sensaci¨®n de p¨¦rdida y duelo¡± y de ¡°ansiedad¡± que debe ser atendida.
Francisco Herrera y Mar¨ªa Arag¨®n forman parte de ese 10% de ciudadanos de Matar¨® que decidieron no canjear sus participaciones por acciones. Hoy retirados, les vendr¨ªan muy bien los 42.000 euros que empezaron a ahorrar en 1992, cuando Francisco cobr¨® una indemnizaci¨®n tras perder su puesto de trabajo. ¡°?l ha trabajado 32 a?os de tornero. Y hemos sido unas hormiguitas, porque pudimos reunir eso pese a tener que hacer frente a los gastos de una casa con dos cr¨ªos¡±, cuenta Mar¨ªa. La mujer explica que su barrio, Els Molins, est¨¢ lleno de afectados. Que incluso han tenido que cambiar a los responsables de oficina. ¡°Era la caja que ten¨ªamos de toda la vida, donde ten¨ªamos la cartilla, y el chico que nos coloc¨® eso lo conoc¨ªamos de siempre¡±, se queja Francisco.
Los 40.000 euros que ten¨ªa gloria Ramos en Caixa Laietana se han convertido hoy en 40
Cuando se enteraron de que Caixa Laietana se fusionaba con Bankia, el matrimonio fue corriendo a su oficina para saber qu¨¦ ocurr¨ªa con sus ahorros. Seg¨²n cuenta, les dijeron que nada. En absoluto deb¨ªan preocuparse de nada, les repet¨ªan en su oficina. Podr¨ªan disponer de su dinero cuando quisieran, a?ad¨ªan. ¡°Y de hecho, yo ped¨ª sacar 12.000 euros para comprar un coche y me los dieron¡±, se?ala Francisco. Todo cambi¨® con la nueva regulaci¨®n bancaria y, sin darse cuenta, sus participaciones perdieron valor. ¡°Me hab¨ªan dicho que era igual que un plazo fijo. Y encima, quer¨ªan que firmara el canje sin leerme ni darme el contrato. Me negu¨¦. Yo no soy un inversor, soy un ahorrador. No lo entend¨ªa¡±, afirma. En eso asiente Gloria Ramos. ¡°?No somos inversores!¡±, exclama.
Precisamente, Gloria y el matrimonio charlan en un recinto pr¨®ximo a la plaza de Granollers de Matar¨®, donde en una rotonda luce el tranv¨ªa n¨²mero 3 con un cartel de la instituci¨®n que ha empobrecido al 12% de la poblaci¨®n de la ciudad. ¡°Lo que duele¡±, dice, ¡°es que te enga?e la caja de tus padres, donde cobr¨¦ mi primera n¨®mina a los 18 a?os, donde firm¨¦ mi hipoteca, donde siempre he tenido mi cartilla, donde desde 2002 he ido ingresando poco a poco dinero para tener unos ahorros¡¡±, lamenta. En apenas dos semanas cuatro sentencias han dado la raz¨®n a afectados. Y su caso ha llegado al Congreso de los Diputados. Todo eso, dicen, les anima a seguir haci¨¦ndose o¨ªr.
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