¡°La Comunidad Valenciana simboliza el gran disparate del PP¡±
La imputaci¨®n es una figura garantista y no un sistema de protecci¨®n pol¨ªtica, sostiene el escritor
El fil¨®sofo, escritor y periodista Josep Ramoneda percibe la Comunidad Valenciana como un laboratorio de las pol¨ªticas del PP que han asomado al precipicio a todo un pa¨ªs. El autor de La izquierda necesaria (RBA) reclama una refundaci¨®n del socialismo. Ramoneda (Cervera, 1949) imparti¨® una conferencia sobre la desafecci¨®n pol¨ªtica en la Facultad de Filosof¨ªa de Valencia.
Pregunta. ?Qu¨¦ imagen proyecta la Comunidad Valenciana en Espa?a?
Respuesta. La de una autonom¨ªa que simboliza el gran disparate del PP, el emblema de una ¨¦poca de locura que comenz¨® en los 90. Los gobernantes dec¨ªan entonces que todo era posible. Hoy sabemos que fue una gran mentira.
P. M¨¢s de 150 millones de espectadores internacionales han visto reportajes que presentan a la Comunidad Valenciana como met¨¢fora de la crisis. ?Es justa esta comparaci¨®n?
R. S¨ª. Bankia se ha convertido en un icono de la promiscuidad entre pol¨ªtica y dinero. Otro ejemplo de despilfarro es el aeropuerto de Castell¨®n, que acoge una escultura dedicada a su impulsor, el imputado Carlos Fabra. Y Santiago Calatrava es conocido en el mundo por sus desastres arquitect¨®nicos y urban¨ªsticos.
P. ?El imputado Carlos Fabra deber¨ªa dimitir de Aerocas, la empresa p¨²blica que gestiona el aeropuerto de Castell¨®n?
R. Los imputados deben renunciar. La imputaci¨®n es una figura garantista y no un sistema de protecci¨®n pol¨ªtica.
La corrupci¨®n no es un hecho aislado sino fruto de la sociedad
P. ?Por qu¨¦ la corrupci¨®n no pasa factura en las urnas valencianas?
R. Es un fen¨®meno extra?o que ocurre de forma muy especial en esta comunidad. Hay que entender que la corrupci¨®n no es un hecho aislado sino fruto de la sociedad. Que no existe corrupto sin corruptor. Y que hay mucho cinismo porque la sociedad clientelar es uno de los grandes problemas del Estado de las autonom¨ªas. Se trata de una forma posmoderna de caciquismo. El sistema se apoya en una pir¨¢mide de intereses que provoca que sea m¨¢s complicado un vuelco electoral en un gobierno aut¨®nomo que en uno nacional. El PP lleg¨® para instalarse para siempre en la Comunidad Valenciana como el PSOE hizo lo propio en Andaluc¨ªa. La alternancia es muy dif¨ªcil.
P. ?El basti¨®n popular valenciano responde a un modelo de intercambio de favores?
R. Principalmente. Hay un sistema clientelar muy enraizado que beneficia a mucha gente.
P. ?C¨®mo explica la crisis end¨¦mica del PSPV?
R. Los socialistas est¨¢n tocando fondo. Pueden convertirse en un partido marginal si no reaccionan r¨¢pido. Sufren en las autonom¨ªas los efectos de una clase burocr¨¢tica y anquilosada que ni hace ni deja hacer. Que escupe cualquier propuesta nueva y se pelea cuando aparece una persona con ideas innovadoras. Carecen de pol¨ªtica, ideolog¨ªa y estrategia para desgracia de nuestra democracia.
P. El PSPV se desfonda en las urnas desde 1995. Su crisis es anterior a la del PSOE.
R. En las delegaciones territoriales socialistas priman los grupos que prefieren controlar el partido a prosperar. Se necesita renovar a l¨ªderes y suprimir todas las organizaciones.
P. ?Demoler el edificio?
R. S¨ª.
P. La ¨²ltima encuesta de Metroscopia para EL PA?S apuntaba a un vuelco electoral con mayor¨ªa de izquierdas en la Comunidad Valenciana. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece?
R. Pues que parece mentira que, tras los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y la crisis, todav¨ªa no sea clara la victoria de la oposici¨®n.
P. El sondeo auguraba la entrada de UPyD con seis esca?os.
R. Es l¨®gico que el partido de derechas de Rosa D¨ªez recoja el voto del desencanto de un PP desgastado. UPyD es una formaci¨®n monogr¨¢fica. Su discurso es el de la patria, el propio del nacionalismo espa?ol.
P. ?C¨®mo deber¨ªa ser la relaci¨®n entre la Comunidad Valenciana y Catalu?a?
R. Tendr¨ªa que carecer de la agresividad de los ¨²ltimos a?os. El PP tiene una fijaci¨®n con Catalu?a que ha dado pie a situaciones grotescas.
P. ?C¨®mo explica el enfriamiento de la primavera valenciana?
R. Fue un fen¨®meno que se enmarca en el resurgir de los movimientos sociales. Deberemos seguir su evoluci¨®n. Son manifestaciones que dan visibilidad a los perdedores de la crisis.
P. ?Son estos movimientos reacciones antipol¨ªticas?
R. No. Todo lo que comporte voluntad y ganas de participar son expresiones pol¨ªticas.
P. ?Qu¨¦ debe ocurrir para que un partido recoja la indignaci¨®n de la primavera valenciana?
R. Es complicado. Sin necesidad de que estos movimientos se conviertan en partidos, pueden pasar dos cosas: que se disuelvan o que sean capaces de colocar temas y propuestas en la agenda pol¨ªtica. Lo consigui¨® la Plataforma de Afectados de la Hipoteca.
P. ?Qu¨¦ peso tendr¨¢ la corrupci¨®n en las pr¨®ximas elecciones?
R. Empiezo a dudar. La experiencia demuestra que no tiene grandes efectos en el comportamiento electoral. No obstante, creo que la combinaci¨®n de crisis y corrupci¨®n reduce el espacio del cinismo.
P. La Comunidad Valenciana encara nuevos recortes para ajustar su d¨¦ficit (3,45% en 2012). ?Qu¨¦ opina de la apuesta firme por la austeridad?
R. Esa receta nos ha empujado a un callej¨®n sin salida. Nunca un pa¨ªs sobreendeudado ha superado la crisis solo con austeridad. Hay que combinar la estimulaci¨®n del crecimiento con inflaci¨®n y quitas (aquello que nunca se pagar¨¢). Debemos transformar el sprint de la austeridad en un marat¨®n.
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