?Bloqueo pol¨ªtico?
La Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) evidencia que se puede hacer pol¨ªtica sin convertirse en ¡®pol¨ªtico¡¯
?Tiene capacidad el sistema pol¨ªtico, tanto en Catalu?a como en Espa?a, de superar la cr¨ªtica situaci¨®n actual? Pasan los d¨ªas, los problemas se agravan y no hay horizonte de mejora. Lo peor, es que no escuchamos desde los espacios de representaci¨®n pol¨ªtico-institucional propuestas cre¨ªbles de cambio o transformaci¨®n. Mucha ret¨®rica, mucho agarrarse a esquemas desarrollistas (propuestas tipo Eurovegas, Barcelona World,¡), una notable dosis de voluntarismo y de fe en que con el derecho a decidir todo se arreglar¨¢, y algunas plegarias dirigidas a los que mandan en Europa (o a sus delegados en Espa?a) para ver si flexibilizan el ajuste o se les ocurre algo distinto a la confiscaci¨®n a la chipriota. Mientras todos parecen estar de acuerdo en la estrategia de reducci¨®n de da?os en relaci¨®n a la cohesi¨®n social, tenemos suficientes datos de que hay quien quiere aprovechar el shock para ir por otros derroteros. Lo m¨¢s dif¨ªcil es poner encima de la mesa propuestas que reconozcan el cambio de ¨¦poca, que busquen nuevos equilibrios y que sean realistas y no excesivamente localistas.
La envergadura del cambio y la profundidad en los impactos sobre la vida de las gentes, nos est¨¢ obligando a buscar alternativas en viejas y nuevas rutas: cooperativismo, moneda social, iniciativas comunitarias, redes alternativas de consumo, proyectos solidarios¡ Se se?alan as¨ª caminos potencialmente fruct¨ªferos, pero que a mucha gente le pueden sonar a voluntarismo, a din¨¢micas enanas frente a agresores gigantescos.
El reto es pasar de la descalificaci¨®n gen¨¦rica a un marco m¨¢s general, capaz de aglutinar y de plantear alternativas tanto en el qu¨¦ como en el qui¨¦n
La oleada de protestas que vamos acumulando no son capaces de aglutinar y vehicular estrategias generales de cambio pol¨ªtico. La dificultad estriba en que a la descalificaci¨®n del qu¨¦, de los contenidos, se ha ido a?adiendo la cr¨ªtica sin matices al qui¨¦n, es decir a los propios mecanismos representativos y a la credibilidad del sistema de grandes partidos capturados por los jerarcas financieros. La pol¨ªtica institucional forma ya parte inextricable del problema, y no tiene credibilidad como parte de la soluci¨®n. El reto es pasar de la descalificaci¨®n gen¨¦rica a un marco m¨¢s general, capaz de aglutinar y de plantear alternativas tanto en el qu¨¦ como en el qui¨¦n. Alternativas que deber¨¢n surgir de nuevos conglomerados, ciudadanos e institucionales.
En ese escenario, la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), aparece como un ejemplo unificador. Como un nodo que articula no solo a personas afectadas directamente por los grav¨ªsimos efectos de la crisis, sino tambi¨¦n a gentes que se movilizan por estrictas razones de justicia, dignidad y solidaridad. Su trayectoria conforma un cierto prototipo de lo que podr¨ªamos denominar como espacios de nueva democracia. Aglutinan a afectados y solidarios, buscan y estructuran datos y argumentos, seleccionan procedimientos de acci¨®n, generan soluciones.
Aprovechan los conocimientos disponibles en el entramado social y profesional cercano, usan la red como palanca y activo, distribuyen ese conocimiento y ensamblan gente organizada y gente no organizada. Han aprovechado las fisuras del sistema usando sus propios instrumentos (tribunales, iniciativa legislativa, espacios en medios convencionales,¡) y defienden su independencia cuando institucionalmente se les trata de acomodar.
?Es imaginable que la experiencia de la PAH pueda replicarse y desplegarse en tem¨¢ticas m¨¢s generales? Lo significativo es que su trayectoria en un tema de significaci¨®n vital indudable sirve como ejemplo de c¨®mo construir esfera p¨²blica, aprendiendo y defendiendo una idea de lo p¨²blico, de lo com¨²n, que va m¨¢s all¨¢ de lo institucional. Demuestra que se puede hacer pol¨ªtica, mucha pol¨ªtica, sin convertirse en pol¨ªtico, sin pasar por los constre?imientos que muy a menudo convierten valores e ideas en rituales y discursos que por repetitivos y previsibles han perdido toda aura, toda significaci¨®n simb¨®lica. El cambio no vendr¨¢ ni principalmente ni ¨²nicamente desde arriba. Tampoco del cambio de los pol¨ªticos. Necesitamos construir una nueva agenda y una nueva coalici¨®n a su alrededor. Crear nueva pol¨ªtica, nuevos rituales de acci¨®n y decisi¨®n de lo com¨²n. Una nueva aura colectiva.
Joan Subirats es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UAB.
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