Comida de una gran calidad social
Entidades de Terrassa montan un restaurante abierto al p¨²blico que da alimentos y trabajo a parados
La crisis empuj¨® al paro hace cuatro a?os a Manuel Parra y a su mujer. La pareja no recibe ning¨²n ingreso desde hace dos a?os, cuando se les acabaron las ayudas. Mantienen a sus hijos de ocho y tres a?os gracias al apoyo de la familia. Su desesperada situaci¨®n dio un vuelco hace dos semanas, cuando los servicios sociales de Terrassa les propusieron participar en el proyecto del restaurante La Trobada. A cambio de trabajar en el local un par de horas al d¨ªa ¡ª¨¦l como camarero, ella limpiando¡ª comen al mediod¨ªa el men¨² que ofrece el restaurante. ¡°La iniciativa est¨¢ muy bien porque era un desespero estar en casa esperando a que saliera un trabajo. Con el restaurante est¨¢s ocupado y te hace sentir ¨²til¡±, explica Parra.
La Trobada abri¨® las puertas el pasado 21 de marzo con el objetivo de huir de las f¨®rmulas convencionales de solidaridad, como los comedores sociales, y ofrecer una ayuda ajustada al nuevo perfil de necesitados que est¨¢ creando la crisis. La idea del restaurante del tiempo ¡ªbasado en el intercambio¡ª surgi¨® hace m¨¢s de un a?o en el seno de una asamblea de la Asociaci¨®n Local de Entidades por la Inclusi¨®n (ALEI), que agrupa a 29 organizaciones del tercer sector de Terrassa. ¡°Crec¨ªa la demanda de comedores sociales, pero ya no para personas en situaci¨®n de exclusi¨®n social. No son familias desestructuradas, o v¨ªctimas de maltratos o drogas. Son gente que hace poco ten¨ªa un trabajo y una vida normal, que tienen toda la capacidad para trabajar. Decidimos aprovecharlo y crear un proyecto adaptado a estas circunstancias¡±, abunda Xavier Casas, gerente del restaurante.
El restaurante, abierto los mediod¨ªas de lunes a viernes, ofrece unos 70 men¨²s diarios a un precio de 6,5 euros. Aproximadamente la mitad de los servicios es para clientes convencionales y la otra mitad para los bautizados como trabajadores del tiempo, que llegan hasta el proyecto derivado de los servicios sociales municipales. De estos trabajadores en el local hay 12, pero hay otros que colaboran con otras entidades del ALEI dedicadas a la jardiner¨ªa o la limpieza, entre otras actividades, que tambi¨¦n tienen derecho a comer en La Trobada.
El proyecto cuenta con un presupuesto anual de 176.000 euros. La mayor parte, 95.700 euros, proviene de la aportaci¨®n de la edici¨®n dedicada a la pobreza de La Marat¨® de TV3, a los que se suman 30.000 euros del Ayuntamiento de Terrassa y 13.500 de C¨¢ritas. Los 37.500 euros restantes deben llegar de lo que pagan los clientes convencionales. Tambi¨¦n colabora la colla castellera Minyons de Terrassa, que ha cedido parte de su sede para ubicar el restaurante.
Casas es consciente de que deber¨¢n buscar m¨¢s fuentes de financiaci¨®n porque de aqu¨ª a un a?o la parte de La Marat¨® se habr¨¢ agotado. La idea es captar m¨¢s clientes: ¡°Estamos bien ubicados, en el centro de Terrassa, y ofrecemos comida de calidad a buen precio. Aunque tenemos mucha competencia, tenemos como valor a?adido el aspecto social, y eso ayuda a fidelizar a los clientes¡±.
¡°La comida es muy buena, la relaci¨®n calidad-precio es excelente¡±, valora Francesc Perich, un jubilado que se enter¨® de la iniciativa por la prensa local y el pasado martes decidi¨® probar la crema de calabac¨ªn y un estofado de ternera. Tambi¨¦n se muestra satisfecho Miquel P¨¦rez, mientras espera el postre, helado de turr¨®n. Es cocinero de profesi¨®n y ha aprovecha la ocasi¨®n para ofrecerse como voluntario al restaurante. ¡°Quiero poner mi granito de arena. Adem¨¢s est¨¢ muy bien que hay gente que todav¨ªa se levanta por la ma?ana pensando en c¨®mo ayudar a los dem¨¢s¡±, aplaude.
Mientras estos clientes acaban su ¨¢gape, algunos trabajadores por tiempo se marchan tras acabar sus tareas. Es el caso de Estefan¨ªa Lao, de 26 a?os, que se encarga de la limpieza. Est¨¢ en el paro desde hace cinco a?os, los mismos que hace que naci¨® su hija. Esta madre soltera sobrevive con 600 euros de la renta m¨ªnima de inserci¨®n mientras busca un trabajo que nunca llega. Hace dos semanas que est¨¢ implicada en el proyecto, preparando el local para su inauguraci¨®n. ¡°Me ha cambiado mucho. Me ha permitido salir, hacer amigos y dejar de estar encerrada en casa¡±, explica con satisfacci¨®n. Lo mismo piensa su compa?era de tareas, Mar¨ªa Clemencia Yehouessi, de 34 a?os. Tambi¨¦n madre soltera, mantiene a dos hijos de 8 y 17 a?os con una ayuda de 525 euros, esperando conseguir un empleo tras todos los cursos realizados. Yehouessi aplaude la iniciativa egarense y espera que otras ciudades la copien. ¡°As¨ª habr¨¢ m¨¢s oportunidades y trabajo para todos¡±.
La Trobada ha contratado a cinco personas. Los trabajadores del tiempo, en cambio, solo estar¨¢n tres meses. ¡°As¨ª lo hacemos rotativo y que llegue a m¨¢s personas¡±, explica Casas. El pr¨®ximo paso es conseguir la reinserci¨®n laboral de estos parados de larga duraci¨®n a trav¨¦s de una red de contactos con empresas que justo ahora empiezan a tejer.
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