El Tribunal Superior avala al centro que vet¨® a una alumna por llevar velo

Prohibir el hiyab o velo isl¨¢mico en las aulas de un centro escolar p¨²blico es un asunto de respeto a las normas, una forma de garantizar ¡°la formaci¨®n de los j¨®venes escolares¡±. As¨ª lo ve en una sentencia pionera el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que se acaba de pronunciar sobre uno de los casos m¨¢s pol¨¦micos que combinan el derecho a la educaci¨®n con la libertad religiosa. En un fallo contra el que no cabe recurso, y al que ha tenido acceso EL PA?S, el alto tribunal avala la actuaci¨®n del instituto Camilo Jos¨¦ Cela, un centro p¨²blico de Pozuelo de Alarc¨®n que en 2010 vet¨® la entrada a clase de Najwa Malha, una alumna musulmana que contaba con 16 a?os cuando empez¨® a usar el velo de forma habitual. Malha fue desterrada durante m¨¢s de una semana a la sala de visitas por acudir con el pa?uelo.

La estudiante, que entonces cursaba 4? de la ESO, fue trasladada a un cercano instituto donde s¨ª pod¨ªa usar hiyab. La diferencia era que el reglamento escolar del primero prohib¨ªa a sus alumnos estar en las aulas con la cabeza cubierta y el claustro interpretaba que un velo isl¨¢mico era lo mismo que una gorra. Su familia aleg¨® que no era una cuesti¨®n de respeto a las normas, sino la defensa de uno de los derechos fundamentales que ampara la Constituci¨®n: la libertad religiosa de la joven espa?ola de origen marroqu¨ª.

En enero de 2012, dos a?os despu¨¦s de que estallara el caso, un juzgado de primera instancia de Madrid se pronunci¨® a favor del instituto. El juez de lo contencioso-administrativo entendi¨® que en el centro de Pozuelo ¡°no se vulner¨® la dignidad¡± de la alumna ni se produjo ¡°una injerencia en su libertad religiosa¡± porque aplicaba un reglamento de convivencia que era ¡°igual para todos¡±.

La familia recurri¨® el fallo y el TSJM ha rechazado ahora su petici¨®n con esta ¨²ltima sentencia en la que los magistrados se centran m¨¢s la forma que el fondo. Los padres de Malha, a los que representa el abogado experto en temas isl¨¢micos Iv¨¢n Jim¨¦nez Aybar, pidieron que se revocara el fallo alegando que la interpretaci¨®n del primer juez era err¨®nea ¡°en relaci¨®n a la libertad religiosa¡±. El letrado de la familia manifest¨® entonces que esperaba el pronunciamiento de una instancia superior (el TSJM) para que la decisi¨®n en firme de los magistrados tuviera ¡°una mayor repercusi¨®n y sentara c¨¢tedra¡±, convencido de que le dar¨ªan la raz¨®n. Pero el fallo del Superior va en la l¨ªnea contraria.

El TSJM no entra a valorar si se vulner¨® la libertad religiosa de la entonces menor al no dejarle llevar el velo. Considera que, en este caso, ¡°resulta de aplicaci¨®n el Reglamento de R¨¦gimen Interior del centro aprobado por el Consejo Escolar¡±, cuyo art¨ªculo 32 establec¨ªa que ¡°en el interior del edificio no se permitir¨¢ el uso de gorras ni de ninguna otra prenda que cubra la cabeza¡±. La joven recibi¨® una sanci¨®n leve, seg¨²n la sentencia, ¡°como consecuencia del incumplimiento de las normas de convivencia¡±.

Las magistradas de la Secci¨®n D¨¦cima de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJM (cinco mujeres) han atendido, adem¨¢s, por mayor¨ªa la petici¨®n de la Comunidad de Madrid, que reclam¨® que se inadmitiera el recurso ¡°por raz¨®n de cuant¨ªa¡±. La Ley de Jurisdicci¨®n Contencioso Administrativa recoge en el art¨ªculo 81.1.a que las sentencias de estos juzgados no ser¨¢n susceptibles de apelaci¨®n cuando la cuant¨ªa de la sanci¨®n ¡°no exceda de 30.000 euros¡±. En el caso de Najwa Malha no hubo sanci¨®n econ¨®mica. Pero una de las cinco magistradas de la sala defendi¨® todo lo contrario en un voto particular. Sosten¨ªa que la familia no pretend¨ªa revocar un castigo acad¨¦mico, sino defender la libertad religiosa, para el que s¨ª cabe recurso de apelaci¨®n por tratarse de un derecho fundamental. Pero su opini¨®n qued¨® en minor¨ªa.

El tribunal considera que ¡°no procede realizar pronunciamiento sobre el fondo de la controversia y deja sin resolver la colisi¨®n que se produce cada vez que un colegio de cualquier rinc¨®n de Espa?a se opone al velo isl¨¢mico y la familia afectada decide seguir adelante: la convivencia entre el derecho a la libertad religiosa y el derecho a la educaci¨®n.

Najwa Malha perdi¨® semanas de clase porque su instituto consideraba que el hiyab era lo mismo que un sombrero, mientras que a apenas unas manzanas de distancia, el centro que acab¨® acogiendo a la menor interpret¨® que una cosa son las normas de respeto en clase y otras las manifestaciones religiosas del alumnado.

Durante todo ese tiempo, se levantaron voces tanto en el mundo acad¨¦mico como en el ¨¢mbito religioso que reclamaban una norma com¨²n que impidiera que una decisi¨®n con tanta repercusi¨®n en la vida de las menores recayera sobre las espaldas de los claustros escolares, que a veces respaldan el velo y otras no.