Ibarretxe, el profesor que habla de pol¨ªtica
El exlehendakari liga la exigencia de que se reconozca el derecho individual y colectivo de lo vasco
El exlehendakari Juan Jos¨¦ Ibarretxe ha conseguido convertirse en el docente cient¨ªfico que m¨¢s inter¨¦s despierta cuando habla de pol¨ªtica. Sobre todo en el Pa¨ªs Vasco. Consciente del tir¨®n medi¨¢tico que provoca cada uno de los pasos que da, pero disimulando su estallido con un discurso sosegado, este profesor rodeado de una apretada agenda internacional, ha elegido un intencionado atuendo de sport para presentar, en Bilbao, a la consejera vasca Ana Oregi en un foro de marcado acento econ¨®mico y pol¨ªtico y as¨ª explicitar que su nueva vida ya no es de ese mundo.
Pero Ibarretxe, volcado como dice en la investigaci¨®n, no consigue sacudirse todav¨ªa del gui¨®n que le precede. Y quiz¨¢ porque se acompa?a de un gui¨®n intelectual en el que parece hilvanarse con suma facilidad el poso de su discurso tradicional con el debate interno que ahora le ocupa. As¨ª, aquella impert¨¦rrita defensa del derecho a decidir como pueblo que caracteriz¨® buena parte de su mandato sirve a "este humilde profesor universitario" como correa de transmisi¨®n para enfatizar que la defensa de "nuestra identidad como pueblo vasco" est¨¢ relacionada con "nuestro desarrollo equilibrado en t¨¦rminos sociales, pol¨ªticos y econ¨®micos".
Pese al paso del tiempo, Ibarretxe sigue dominando el escenario. Apenas le bastaron doce minutos para demostrarlo. Fue el tiempo necesario para introducir intencionadamente tres propuestas de debate social en un escenario pol¨ªtico y econ¨®mico. A pesar de adornarse de un estilo distendido, de mostrar un perfil de exlehendakari alejado del protocolo y cercano al transporte p¨²blico, no se ha olvidado de nadie ni, por supuesto, de sus esencias. Ha sido el momento de poner en valor la aportaci¨®n de la cultura de los pueblos como el vasco, el catal¨¢n o el espa?ol al ¨¢mbito universal, de se?alar con el dedo a quienes han ultrajado los derechos individuales, pero a cuantos tampoco permiten el reconocimiento de los derechos colectivos e individuales. De volver al discurso que siempre ha sido suyo.
Por todo ello, fiel a su ideario, Ibarretxe coloc¨® en el mismo "falso debate democr¨¢tico" a quienes han asesinado "so pretexto de las derechos colectivos" y a quienes han negado estas aspiraciones a los pueblos.? Ha sido entonces cuando el exlehendakari ha vuelto por donde sol¨ªa para denunciar que "como vasco? no tendr¨¦ derechos individuales si no me reconocen los derechos colectivos como pueblo, ni tendr¨¦ derechos colectivos como pueblo si no me reconocen los derechos indivuduales como persona. A pensar y a votar de la manera que me d¨¦ la gana", ha dicho.
Ya en una l¨ªnea m¨¢s ¨ªntima, recuperando esa capacidad dial¨¦ctica en las distancias cortas, Ibarretxe ha invitado a alejarse del falso debate econ¨®mico que asocia "generaci¨®n de riqueza, igual a consumo, igual a felicidad". Lo ha advertido con la convicci¨®n de quien lo practica, de quien ejerce de voluntariado ecologista, y de quien ha reclamado a la consejera Oregi el billete ¨²nico en Euskadi porque, con total seguridad, lo va a utilizar. Ser¨¢ en los ratos libres que le restan entre sus ocho viajes al a?o a universidades de Am¨¦rica, sus pr¨®ximos viajes a Croacia o Irlanda, la preocupaci¨®n por la nueva tarea cient¨ªfica que se le ha habilitado en la UPV/EHU y la constante revisi¨®n cr¨ªtica de la agenda econ¨®mica, social y cultural sobre la que viene articulando su actualizado discurso de ra¨ªces identitarias.
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