Interior no pregunt¨® sobre Ester Quintana a los ¡®mossos¡¯ imputados
Los agentes mantienen que s¨®lo dispararon salvas de aviso y no admiten error humano
El director de los Mossos d¡¯Esquadra, Manel Prat, encarg¨® hace cuatro meses una investigaci¨®n a fondo sobre la actuaci¨®n de la polic¨ªa en el caso de Ester Quintana, la mujer que perdi¨® un ojo durante la huelga general del pasado 14-N. Pero parece que esas pesquisas internas no han sido demasiado exhaustivas, a tenor de lo que declararon ayer, ante el juez que investiga el caso, los dos mossos imputados por aquel suceso. Un subinspector y un escopetero afirmaron que nadie en el Departamento de Interior se ha puesto en contacto con ellos para recabar su versi¨®n de lo sucedido aquella noche.
Las declaraciones de los dos polic¨ªas imputados ¡ªque abandonaron los juzgados por un acceso vetado a la prensa¡ª se contradicen, en aspectos esenciales, con los informes aportados a la causa por los Mossos y con los testimonios de la v¨ªctima, Ester Quintana, y de diversos testigos. En especial, sobre un dato crucial: d¨®nde estaba situado cada uno de los protagonistas en el escenario del suceso.
Quintana declar¨® que, cuando recibi¨® el impacto que le revent¨® el ojo izquierdo, se encontraba en la confluencia del paseo de Gr¨¤cia con Casp. El informe forense ratifica lo que la mujer dijo desde el principio: que su lesi¨®n es compatible con un pelotazo de goma lanzado por la Brigada M¨®vil (antidisturbios). El Departamento de Interior ha dado distintas y sucesivas versiones de lo ocurrido aquella noche, forzado por la evidencia de las im¨¢genes grabadas en la zona. Las contradicciones obligaron al exconsejero Felip Puig a dar explicaciones en el Parlament. Interior, sin embargo, mantiene desde el principio una misma idea: las lesiones de Quintana no fueron consecuencia de una pelota de goma ni de ning¨²n otro proyectil lanzado por los Mossos. Manel Prat, que es quien debe autorizar el lanzamiento de pelotas de goma, se juega en esa baza su futuro pol¨ªtico: dijo que dejar¨ªa el cargo si se descubre que se dispararon pelotas sin que ¨¦l lo ordenase. El subinspector y el escopetero coincidieron en esa misma idea: en ning¨²n caso, ni por error ¡ªpor no percatarse, por ejemplo, de que el arma estaba cargada¡ª dispararon pelotas de goma. Lo demuestra, afirmaron, el hecho de que cuando la unidad se repleg¨®, se hizo un recuento de las pelotas de goma: hab¨ªa las mismas que al inicio de la intervenci¨®n. Tan solo lanzaron dos salvas ¡ªdisparos sin munici¨®n¡ª para dispersar a los manifestantes en un momento en que, seg¨²n su declaraci¨®n, hab¨ªa incidentes.
Los imputados afirmaron que su furg¨®n, Drag¨® 40, estaba ubicado en la acera sur de la Gran Via, a medio camino entre paseo de Gr¨¤cia y la rambla de Catalunya. Los informes policiales y Quintana, en cambio, sit¨²an el veh¨ªculo en la confluencia del paseo de Gr¨¤cia con Gran Via. El escopetero afirm¨®, en su declaraci¨®n, que camin¨® hacia esa esquina, pero que no lleg¨® a alcanzarla y que en ning¨²n momento vio a Quintana.
Los polic¨ªas sostuvieron, en definitiva, que la v¨ªctima estaba fuera de su alcance cuando, de orden del subinspector, el escopetero ¡ªel ¨²nico que hab¨ªa desplegado en la zona¡ª dispar¨® las salvas. Lo hizo, adem¨¢s, en direcci¨®n Bes¨°s y apuntando hacia el suelo, seg¨²n fuentes judiciales. Las im¨¢genes grabadas muestran que, instantes despu¨¦s de escucharse los dos disparos, una mujer, que result¨® ser Quintana, de 43 a?os, cay¨® herida cuando abandonaba pac¨ªficamente la manifestaci¨®n.
Los mossos tambi¨¦n explicaron el recorrido que hizo su unidad aquella noche. Minutos antes de que ocurriese el suceso, Drag¨® 40 estuvo ubicada en la Via Laietana, uno de los puntos calientes de la jornada de huelga general, que aquella noche se sald¨® con altercados entre polic¨ªas y manifestantes. La furgoneta ascendi¨® despu¨¦s por ronda de Sant Pere y plaza de Catalunya, hasta llegar a la Gran Via, seg¨²n los polic¨ªas.
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