Los inexplicables cr¨ªmenes de Rina
La vecina del Carmel ahog¨® a sus dos hijos, de 11 y 9 a?os, en la ba?era de su casa
Nervioso, casi temblando, Roberto no encuentra una explicaci¨®n. ¡°No s¨¦ qu¨¦ le ha podido pasar¡±, repite. Su hermana, Rina Mart¨ªnez, de 35 a?os, mat¨® la noche del domingo a sus dos hijos, Allison y Andr¨¦s, de 11 y 9 a?os.
Un vecino ¡ªque prefiere no revelar su nombre¡ª del ¨¢tico del n¨²mero 1 de la plaza de Pastrana, en el barrio del Carmel, fue el ¨²nico que tuvo las agallas de entrar en la vivienda, mientras el padre de los menores, Luis Flores, sujetaba a Rina en el portal y gritaba que la mujer hab¨ªa matado a las dos criaturas. El vecino les encontr¨® en la cama de matrimonio, mojados, tapados con una manta, y avis¨® a la polic¨ªa. La autopsia confirm¨® ayer por la tarde que los ni?os hab¨ªan muerto ahogados, seg¨²n avanz¨® la SER. Ahora falta por confirmar si les dio alg¨²n tipo de medicamento para adormilarles y posteriormente matarles, como sospecha la polic¨ªa.
Roberto busca a un periodista que le escuche. Tiene la necesidad de defender a su hermana. ¡°?l le pegaba. Una noche se present¨® en el piso, en completo estado de ebriedad, y lo destroz¨®¡±, cuenta, impotente. ¡°Mi sobrina ni le quer¨ªa ver¡±, dice, alterado, al mencionar a la ni?a. Roberto y su hermana estaban muy unidos. Rina y Luis, de origen boliviano, se casaron en su pa¨ªs natal. ?l se traslad¨® a Espa?a hace 15 a?os, a buscarse la vida. Su hermana le sigui¨® unos a?os despu¨¦s y lleva ya ocho a?os en el pa¨ªs. Rina segu¨ªa ayer ingresada en el hospital Vall d¡¯Hebron. Tras el doble crimen, los Mossos d¡¯Esquadra la trasladaron al hospital para comprobar su estado mental y si, como parec¨ªa, hab¨ªa ingerido alg¨²n tipo de f¨¢rmacos.
La familia sufr¨ªa graves problemas econ¨®micos y no pagaba el alquiler
La administraci¨®n tiene constancia del calvario en el n¨²cleo familiar a finales de 2012. Es cuando Rina acude al Ayuntamiento a pedir ayuda porque est¨¢ siendo maltratada, seg¨²n una portavoz municipal. El equipo de atenci¨®n a la v¨ªctima le ofrece entonces alojamiento en el servicio de urgencia para las v¨ªctimas de violencia machista, pero Rina se qued¨® solo una noche all¨ª. Al d¨ªa siguiente, rechaz¨® la ayuda, que en todo caso es voluntaria, y volvi¨® a su piso, seg¨²n explica esa misma portavoz. ¡°No hab¨ªa ning¨²n indicio de que los ni?os peligrasen¡±, a?ade. El s¨ªndic de greuges, Rafael Rib¨®, estudiar¨¢ si se aplicaron debidamente los protocolos de protecci¨®n a la infancia.
¡°?l durmi¨® dos veces en el calabozo¡±, sigue su hermano Roberto. Fuentes de la investigaci¨®n confirman que la mujer le denunci¨® en dos ocasiones por malos tratos y que fue detenido, aunque su expareja no ten¨ªa una orden de alejamiento. Las denuncias de Rina coinciden con la ruptura sentimental de ambos. Luis la abandon¨® para empezar una relaci¨®n con Kelly M. La situaci¨®n, ya de por s¨ª muy complicada, degener¨®.
La infanticida denunci¨® dos veces a su expareja por malos tratos
La familia sufr¨ªa graves problemas econ¨®micos. Hac¨ªa cerca de seis a?os que viv¨ªan en el piso de la plaza de Pastrana y casi desde el primer momento tuvieron dificultades para pagar los 500 euros mensuales de alquiler de la vivienda. ¡°Hemos estado pactando durante cuatro o cinco a?os¡±, explica el propietario del inmueble, que pide mantener el anonimato.
Primero recibieron ayuda de una ONG, cuenta. Luego consiguieron apoyo de la administraci¨®n, a?ade. M¨¢s tarde, decidi¨® rebajarles a la mitad el alquiler a la espera de que Luis consiguiese un nuevo empleo en la construcci¨®n, mientras Rina trabajaba limpiando...Ella era quien llamaba y se preocupaba en todo momento de renegociar las condiciones para seguir adelante. ¡°Creo que nunca he hablado con ¨¦l¡±, apunta el arrendador.
Pero aun as¨ª les costaba tremendamente llegar a final de mes. El 24 de abril se iba a materializar el desahucio. ¡°De hecho, es la continuaci¨®n de un desahucio anterior, que estaba previsto unos 10 meses antes. Pero ella me llam¨® y me dijo que su marido hab¨ªa encontrado un trabajo y lo paramos¡±, cuenta el propietario. Pero un d¨ªa Rina le volvi¨® a telefonear para comunicarle que se hab¨ªa separado, lo que agravaba la situaci¨®n. El due?o del piso le propuso que pidiese ayuda en C¨¢ritas o cualquier otra entidad social. ¡°Pero ella me dijo que no pod¨ªan ayudarla hasta que hubiese desahucio¡±, explica el hombre. De ah¨ª que siguiesen adelante el lanzamiento, seg¨²n ¨¦l.
La mujer durmi¨® en un piso de acogida, pero rechaz¨® la ayuda al d¨ªa siguiente
El Ayuntamiento daba apoyo econ¨®mico a la familia desde 2010, cuando recibi¨® la primera solicitud de la mujer. ¡°Tambi¨¦n se atend¨ªan el resto de necesidades b¨¢sicas¡±, cuenta una portavoz. La familia incluso recib¨ªa alimentos. ¡°?l nunca le pas¨® la pensi¨®n¡±, se queja una amiga y vecina de Rina, Maria Gatell. Roberto coincide. Este diario trat¨® ayer, sin ¨¦xito, obtener la versi¨®n del hombre.
A pesar de que Rina cometi¨® un doble crimen atroz al matar a sus hijos, ayer en el barrio las defensas hacia la mujer eran continuas. Juan Luis Ferrer no pod¨ªa quitarse su imagen de la cabeza. ?l regresaba de ver un partido de f¨²tbol cuando vio un corrillo de cr¨ªos armando barullo en la plaza. Al acercarse vio como Luis sujetaba a Rina por la cintura en el portal. Llevaba una camiseta y unos pantalones de pijama, que con el forcejeo se le iban cayendo. ¡°Estaba ida. Repet¨ªa ¡®D¨¦jame ir al ba?o, d¨¦jame ir al ba?o¡±, explica el hombre, pero Luis no la soltaba por temor a que intentase suicidarse. Seg¨²n varios vecinos, Rina y Luis hab¨ªan discutido antes de los asesinatos. ?l se fue del piso, y ella le llam¨® poco despu¨¦s para decirle que iba a matar a los ni?os. Cuando regres¨®, sobre las ocho y media de la tarde, los menores estaban muertos.
Varias velas iluminaban ayer la fachada del edificio. Los ni?os del colegio Taxonera, donde estudiaban los cr¨ªos, se acercaban y pon¨ªan flores, en silencio. En la web del centro, una frase resum¨ªa el sentir general: ¡°En estos momentos de duelo, rogamos el m¨¢ximo respeto y discreci¨®n con el fin de preservar la intimidad de los alumnos y la familia¡±.
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