Un aula catalana deber¨¢ ense?ar en castellano si un alumno lo pide
El Tribunal Superior de Catalu?a rechaza la atenci¨®n individualizada La Generalitat recurrir¨¢ el auto: ¡°La lengua del grupo no se puede cambiar¡±
Si una familia de Catalu?a pide la educaci¨®n biling¨¹e ¡ªm¨¢s horas en castellano en la escuela¡ª, la Generalitat deber¨¢ d¨¢rsela no solo al alumno afectado, sino a toda la clase. As¨ª lo establece el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TJSC) en un auto que la Generalitat ya ha dicho que recurrir¨¢. El auto aclara las ambig¨¹edades sobre el alcance de la medida, que no hab¨ªan despejado sentencias anteriores dictadas por ese mismo tribunal y por el Supremo, la ¨²ltima vez, en febrero.
¡°El sistema ha de adaptarse a toda la clase (o unidad escolar) de la que forma parte ese alumno. Lo acordado afecta al alumno juntamente con sus compa?eros¡±, explica la sala de lo contencioso en una de las resoluciones judiciales m¨¢s claras emitidas hasta ahora sobre esta pol¨¦mica. El tribunal entiende que eso puede afectar al resto de los alumnos. Lo resuelve as¨ª: ¡°Podr¨ªa arg¨¹irse, tal vez, que esta decisi¨®n afecta a los escolares que forman parte de la misma clase que el hijo de la parte actora [la familia castellanoparlante], y cuyos padres pueden querer y desear que el modelo ling¨¹¨ªstico actual no se modifique. Ahora bien, ello no es ¨®bice a lo acordado¡±.
La resoluci¨®n esclarece un asunto confuso de la ¨²ltima sentencia del Supremo, en la que aseguraba que el derecho del alumno a recibir las clases en castellano ¡°no se satisfac¨ªa con la prestaci¨®n de una atenci¨®n particularizada en castellano, sino con la entera transformaci¨®n del sistema¡±, de modo que los hijos de la familia demandante ¡°junto con sus condisc¨ªpulos, utilizaran, en proporci¨®n que la Generalitat estimase conveniente, el castellano como lengua vehicular¡±, pero limitado al colegio y al curso del demandante. El texto hab¨ªa dado pie a distintas interpretaciones y ni la Generalitat ni algunos expertos dedujeron que la medida deb¨ªa extenderse a todo el grupo.
La consejera de Ense?anza, Irene Rigau, que ve un ataque global al sistema educativo catal¨¢n, asegur¨® ayer que no acatar¨¢. ¡°No contemplo ejecutar la sentencia en sus t¨¦rminos porque espero que el recurso que hemos presentado \[al Supremo\] nos ser¨¢ favorable¡±, asever¨®. Rigau lament¨® que lo que deb¨ªa ser una decisi¨®n que afectara a casos particulares salpique a m¨¢s familias. ¡°Es imposible que se cambie la lengua del grupo. Esta no es casual, ni cambia a?o a a?o. Forma parte del proyecto educativo del centro¡±, informa Maiol Roger.
El tribunal argumenta: ¡°Es sabido que el derecho fundamental a la educaci¨®n (art. 27 CE), en su aspecto ling¨¹¨ªstico, no garantiza ning¨²n derecho de opci¨®n a recibir la ense?anza exclusivamente en una sola de las lenguas oficiales. Es la Administraci¨®n educativa quien organiza y establece la prestaci¨®n de este derecho. Y cabe, como es l¨®gico, que modifique puntualmente el sistema si as¨ª lo establecen los tribunales que ¡®controlan la potestad reglamentaria y la legalidad de la actuaci¨®n administrativa, as¨ª como el sometimiento de esta a los fines que la justifican¡±.
Las demandas de las familias hasta ahora iban en la l¨ªnea de pedir m¨¢s presencia del espa?ol en las aulas, ya que toda la ense?anza se imparte en catal¨¢n, salvo la asignatura de lengua castellana. Es la ¨²nica comunidad con dos lenguas oficiales que solo tiene una v¨ªa de escolarizaci¨®n y esta se realiza en la lengua de la regi¨®n de forma predominante. En el Pa¨ªs Vasco, las familias pueden escoger entre tres modelos en los que se juega con las proporciones de los idiomas.
La sala dice que lo que quieran
El TSJC incide en que la presencia de las dos lenguas oficiales en la ense?anza debe ser m¨¢s equilibrada (tal y como apunt¨® el Tribunal Constitucional en 2010 en su sentencia sobre el Estatut), pero declina establecer los porcentajes, algo que vuelve a dejar en manos de la Generalitat. Esta Administraci¨®n es, seg¨²n los tribunales, la que debe establecer la presencia del castellano ¡°en la proporci¨®n que se estime razonable¡±. En la resoluci¨®n, el tribunal hace una cr¨ªtica abierta al modelo de inmersi¨®n actual. ¡°Una cosa es que el catal¨¢n sea el centro de gravedad y otra que ocupe todo el espacio¡± y, seguidamente, afea que solo ¡°se emplee el castellano tres horas semanales¡±.
El auto da la raz¨®n a 10 familias que hab¨ªan defendido que no se garantizaba la presencia de la lengua castellana al mismo nivel que la catalana solo con la atenci¨®n individualizada ¡ªel profesor, durante la clase, explica al alumno en castellano lo que necesite. Tambi¨¦n los ex¨¢menes y las comunicaciones con las familias son en castellano¡ª. Hasta ahora era la medida que usaba la Generalitat para cumplir las sentencias. Los magistrados no la consideran suficiente, aludiendo a una sentencia anterior del Supremo, que establece: ¡°La atenci¨®n individualizada en castellano conduce a una situaci¨®n de discriminaci¨®n pr¨¢cticamente id¨¦ntica a la separaci¨®n en grupos clase por raz¨®n de lengua habitual¡±.
Aunque el auto del TSJC arroja luz sobre muchas dudas generadas por sentencias anteriores, abre nuevos interrogantes. ?Qu¨¦ pasa con el derecho del resto de familias para seguir recibiendo las clases en catal¨¢n? ?C¨®mo se conciliar¨¢n los derechos de unos y otros? ?Se podr¨ªan crear l¨ªneas exclusivamente en castellano? ¡°El auto coge una v¨ªa equivocada e injusta al tomar la f¨®rmula ¡®por uno, todos¡¯. Hay una vulneraci¨®n clar¨ªsima de los derechos del resto de los alumnos¡±, defiende Joaquim Arenas, experto en pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica. Arenas, como Albert Branchadell, profesor de Filolog¨ªa Catalana de la Aut¨®noma de Barcelona, considera inviable crear grupos para los alumnos que pidan castellano. ¡°No se puede porque es ilegal y vulnera la Ley de Educaci¨®n de Catalu?a¡±, dice Branchadell, quien augura que con este auto habr¨¢ un aluvi¨®n de peticiones de escolarizaci¨®n en castellano. Este curso lo pidieron 17 familias.
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