¡®Lladres a la pres¨®¡¯
Es probable, adem¨¢s de necesario, que los partidos de la oposici¨®n, la izquierda, hayan de afrontar y desde el gobierno el problema de la Justicia
Si el tiempo no lo impide y con permiso de la autoridad, a las seis de esta tarde, desde la plaza de San Agust¨ªn, de Valencia, partir¨¢ una mani convocada bajo el c¨ªvico lema de Lladres a la pres¨®. No se trata, obviamente, de colapsar los centros penitenciarios instando el s¨²bito y masivo encarcelamiento de la numerosa poblaci¨®n amante de los bienes ajenos y condenada por distintas figuras penales. En esta ocasi¨®n el vecindario clamar¨¢ contra la asimismo abundosa delincuencia pol¨ªtica que ha metido la mano en el erario o se ha beneficiado ileg¨ªtimamente del cargo apropi¨¢ndose de recursos p¨²blicos. Con otras y pocas palabras se?alamos a los vulgarmente descritos como chorizos que han convertido la funci¨®n p¨²blica en patio de Monipodio.
Casi en sinton¨ªa con esta iniciativa, el mi¨¦rcoles pasado, tal como se publicaba en estas p¨¢ginas, la presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Valencia, Pilar de la Oliva, informaba de que los juzgados valencianos investigaban 141 causas ¡°que ¡ªdec¨ªa ella¡ª podr¨ªamos etiquetar de corrupci¨®n, en las que est¨¢n imputados pol¨ªticos en activo¡±. Es lo que ha venido a conocerse como la ladronera valenciana, con sus acreditados focos delictivos en La Vega Baja, la costa de La Marina y el mismo Cap i casal con su entorno. Un mogoll¨®n de asuntos complejos y de dificultosa instrucci¨®n que ha desbordado la capacidad del dispositivo judicial, lo que no deja de ser un chollo para los encausados que exprimen las argucias que autoriza el sistema procesal, prolongando las causas y abonando su prescripci¨®n. Y si todo falla, siempre queda el hoy por hoy arbitrario indulto. O sea, que si queremos justicia y ejemplaridad, lo procedente es que estos sinverg¨¹enzas de cuello blanco y mano larga vayan a chirona.
Sin arriesgarnos a valorar la calidad de la justicia que se nos administra, parece evidente que es manifiestamente mejorable, como delata el ¨ªndice de confianza que se le otorga, la lentitud con que procede y la escasez de recursos humanos y materiales que arrastra. Un d¨¦ficit arrastra otros. Se dir¨ªa que as¨ª conviene a gobernantes y poderosos, sus grandes beneficiarios. Al caso viene evocar una opini¨®n de quien fuera fiscal de Vigilancia Penitenciaria de Valencia, Jos¨¦ Llorca, quien hace a?os, pero sigue vigente, declar¨® que ¡°el delito se ha quedado barato y puede ser un buen negocio si no se recupera el bot¨ªn¡±. Pues eso, uno tiene la impresi¨®n de que todav¨ªa en ese pa¨ªs ¡ªEspa?a, Valencia¡ª demasiados pol¨ªticos y fulanos se han enriquecido escandalosamente y han salido de rositas con el bot¨ªn a cuestas. ?No es, pues, pertinente la manifestaci¨®n que anunciamos?
Es probable, adem¨¢s de necesario, que los partidos de la oposici¨®n, la izquierda, hayan de afrontar y desde el gobierno el problema de la Justicia. Convendr¨ªa que fuesen hablando sobre el asunto, tal como han hecho el mi¨¦rcoles pasado acerca del Ayuntamiento de Valencia. Convocados por Valencians pel Canvi, los portavoces municipales del PSPV, Comprom¨ªs y EU expusieron ante un nutrido auditorio sus criterios acerca de c¨®mo se gestiona y se deber¨ªa gestionar esta ciudad. Un ejercicio de rodaje conjunto y una muestra palmaria de que no hay fisuras irreductibles entre dichas formaciones. Hay mucho que hacer en todos los ¨®rdenes, podando y renovando para reflotar la democracia, herida de muerte por el PP. La derecha pol¨ªtica ladrar¨¢ ante el tripartido, pero s¨®lo son una perrada trufada de lladres.
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