Uno de cada 10 suicidios en Espa?a tiene lugar en Galicia, con 340 casos al a?o
El ¨¦xodo rural es la primera causa y el ahorcamiento, el m¨¦todo mayoritario
Cumplidos los 92 y en una forma f¨ªsica que ya querr¨ªan para ellos muchos de 50, Mar¨ªa, vecina de una comarca lindera a Santiago, hizo como todos los d¨ªas. Prepar¨® con amor la comida para su hijo y su nuera, puso la mesa y subi¨® a su cuarto. Cuando ellos llegaron a casa y fueron a saludarla se toparon con su cuerpo menudo colgado del marco de la puerta. Mar¨ªa era la ¨²ltima que quedaba de varios hermanos que murieron viejos, despu¨¦s de agon¨ªas terribles, aut¨¦nticos vegetales. Reci¨¦n cumplidos los a?os, se obsesion¨® con la idea, y no quiso darle m¨¢s tiempo a la vida para que la vida hiciese de ella una carga.
Los suicidios por causa de la edad, de la soledad, del despoblamiento de las comarcas rurales hacen que Galicia ocupe a?o tras a?o el triste liderato de las muertes autoprovocadas en Espa?a. En 2011, la ¨²ltima comparativa con el resto del Estado que tiene cerrada el Imelga (Instituto de Medicina Legal de Galicia), en la comunidad se registraron como tales 335 suicidios frente a una suma estatal de 3.158. M¨¢s de una de cada diez de estas muertes voluntarias fueron levantamientos de forenses gallegos.
Lugo, con 14,22 casos de este tipo por cada 100.000 habitantes, es la provincia m¨¢s suicida de Espa?a, aunque Ourense (con 13,4) y A Coru?a (con 13,3) le siguen de cerca. Solo Pontevedra, con una poblaci¨®n m¨¢s concentrada y joven, se aproxima (8,4) a la media estatal (6,69 por cada 100.000).
En las dos ¨²ltimas semanas, con solo nueve d¨ªas de diferencia, en Santiago se registraron un par de sucesos (la muerte de un empresario que se arroj¨® en pleno centro desde su piso y el suicidio con arma de fuego de una pareja en el barrio de Fonti?as) que inmediatamente fueron atribuidos a causas econ¨®micas: la inminencia de un ERE inevitable, en el primero de los casos, y las dificultades de una tienda de inform¨¢tica en un centro comercial en horas bajas, en el segundo.
Pero esta causa, seg¨²n Julio Jim¨¦nez, subdirector del Imelga en Ourense y principal estudioso de los suicidios en Galicia, sigue siendo minoritaria. Pesquisas policiales aparte, desde hace siete a?os Jim¨¦nez se preocupa por que los forenses cubran una ficha en colaboraci¨®n con los familiares de los suicidas en la que intentan acotar los motivos que ten¨ªa el fallecido para desear la muerte. A pesar de esta crisis que sepulta la sociedad, de momento el Imelga no ha encontrado pruebas claras de que se hayan incrementado los suicidios por problemas econ¨®micos, ni se conoce ning¨²n caso vinculado a un desahucio. Otra cosa es que este factor se sume a un cuadro previo, en el que la soledad y la enfermedad mental o f¨ªsica pesan mucho.
Hace diez a?os, las muertes en accidente de tr¨¢fico doblaban a los suicidios y ahora es al rev¨¦s. En 2009, el a?o m¨¢s negro, hubo un suicidio cada d¨ªa (362), y la tasa se mantiene ah¨ª, m¨¢s o menos en unos 340 con repuntes en el interior debidos al envejecimiento rural. Los balances que Jim¨¦nez hace llegar a la Administraci¨®n influyeron para que el Sergas abriese en Ourense su primera unidad de prevenci¨®n del suicidio, la segunda del Estado.
Las tablas que se cumplimentan en los levantamientos aportan datos llamativos. En Galicia, hasta un 80% de los suicidas son varones y cerca de la mitad est¨¢n jubilados; al menos el 50% de los sucesos se dan en localidades peque?as o min¨²sculas; abril, y sobre todo mayo y junio, son meses fatales; el m¨¦todo escogido, en el 45% de los casos, es el ahorcamiento, seguido ya muy de lejos por la precipitaci¨®n y por la inmersi¨®n. En la mitad de los suicidios se constat¨® alg¨²n problema ps¨ªquico (incluidas la depresi¨®n y la drogadicci¨®n) y abundan tambi¨¦n los casos de dolencias f¨ªsicas leves, m¨¢s que las graves. ¡°La sola idea de tener cita para una colonoscopia, un dolor en un pie o una gripe larga¡±, recuerda el m¨¦dico, abocaron al suicidio a gallegos que no quer¨ªan sufrir ni ser dependientes. Solo el 30% dejan cartas. Dentro va su ¨²ltima voluntad. Las mujeres, m¨¢s que los hombres, hablan en su misiva de sentimientos y resentimientos.
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