Pasear la soledad sobre alfileres
La efectiva idea escenogr¨¢fica de 'Adicto' aporta un entorno opresivo y tensi¨®n a la 'performance'
La obra Adicto fue una de las primeras creaciones colectivas de ¨¦xito de la compa?¨ªa El Curro DT hace aproximadamente siete a?os, y entonces era un doliente mon¨®logo masculino que interpretaba Carlos A. Alonso (ocupado hoy con la mesa de sonido y la direcci¨®n). Ahora en 2013, es una bailarina del conjunto, Violeta Fri¨®n, quien versiona la misma pieza, que lleva un sugerente subt¨ªtulo en destacados caracteres negros: Capricho exhibicionista con forma de ¨¢lbum de fotos.
La adicci¨®n est¨¢ tambi¨¦n en la mirada. La escena ha sido esquem¨¢ticamente trazada como si de un apartamento privado se tratara. Sobre el lin¨®leo negro, con cinta blanca, la planta desarrolla en sal¨®n, cocina, ba?o y habitaci¨®n. Hay algunos muebles vulgares, una pecera llena de alfileres y un rollo de cinta adhesiva.
El ritual est¨¢ servido. Adicto (as¨ª en masculino han mantenido el t¨ªtulo) se abre con un asfixiante concierto de humo de tabaco. La artista se reconoce tambi¨¦n adicta al trabajo y al amor: ¡°Pas¨¦ del ¡®Mi mam¨¢ me mima. Yo mimo a mi mam¨¢¡¯ a convertirme en un yonqui sentimental¡±.
ADICTO
Creaci¨®n colectiva de la Compa?¨ªa El Curro DT. Int¨¦rprete: Violeta Fri¨®n. Espacio Esc¨¦nico DT. Hasta el 20 de abril.
La efectiva idea escenogr¨¢fica aporta un entorno opresivo y cierta tensi¨®n a la performance, un proceso que bascula entre la instalaci¨®n animada y el escaparate conceptual. Con mucho aplomo, tras volcar los alfileres al suelo, y como un experimentado faquir, Violeta camina sobre ellos y juega a ¡°me quiere, no me quiere¡± con los punzantes aceros, a falta de una margarita. Tambi¨¦n se prende un rojo coraz¨®n de tela en el pecho, muy visible, como parte del sistema de reflexi¨®n.
Fri¨®n est¨¢ m¨¢s convincente en su vertiente de actriz, movi¨¦ndose con seguridad en el mon¨®logo y en las situaciones l¨ªmite a que se ve abocada. Neg¨¢ndose a sentirse en un verdadero espect¨¢culo, el entra?able personaje dibuja los recuerdos y escucha voces. Toda una iron¨ªa de aquella soledad.
Y es que las voces son reales: informes psiqui¨¢tricos, estudios sobre el afecto, consejos dom¨¦sticos. Resulta una catarata chocante, una representaci¨®n del exterior que se rechaza o simplemente se ignora.
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