Tres centinelas para doblegar a los narcos
Los fiscales antidroga de C¨¢diz abogan por agilizar la reforma que les dar¨¢ el control de las investigaciones de narcotr¨¢fico Los funcionarios desvelan que las organizaciones son como peque?as y medianas empresas que funcionan al margen de la ley
Hay niebla. Siempre que sopla el levante, las nubes se posan sobre Gibraltar. Por este Estrecho, cruza la mayor parte de la droga que trata de entrar en Espa?a. Y en este d¨ªa de cielos cubiertos los tres fiscales que luchan contra esta lacra en la provincia de C¨¢diz se han encontrado en Algeciras. Asisten a un seminario de Eurojust, una organizaci¨®n de la Uni¨®n Europea para incentivar la cooperaci¨®n entre pa¨ªses en materia de justicia. Los tres fiscales est¨¢n acostumbrados a que su batalla a favor de la salud p¨²blica est¨¦ cubierta de nubes dif¨ªciles de despejar.
C¨¢diz es la ¨²nica provincia espa?ola que tiene tres fiscales dedicados a la lucha contra la droga. Ana Villag¨®mez y Emilio Mir¨®, en C¨¢diz y Algeciras, respectivamente, iniciaron esta tarea en exclusiva en 2005. En 2010 se sum¨® Mar¨ªa ?ngeles Gonz¨¢lez, en Jerez con la competencia en una de las zonas m¨¢s sensibles, el bajo Guadalquivir. En estos a?os han combatido una lacra que se ha llevado la vida de cientos de personas. Y que ha torcido y sigue torciendo los caminos de demasiada gente.
¡°Aqu¨ª no viven las grandes fortunas de la droga¡±, resume Ana Villag¨®mez. ¡°Aqu¨ª, como mucho, hemos podido incautarnos de una casa ilegal, un coche o uno o dos barcos¡±. Los fiscales antidroga de C¨¢diz saben que aqu¨ª no est¨¢n los l¨ªderes, pero s¨ª las piezas fundamentales para que la mercanc¨ªa llegue a su destino. De todas formas, llegar a esas cabezas de la estructura se les antoja una misi¨®n casi imposible.
?Qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de estas bandas? ?Qui¨¦nes son? Sus investigaciones apuntan a que son organizaciones dirigidas desde Marruecos, aunque con numerosos intermediarios. En cada escal¨®n hay un jefe. Y cada jefe tiene sus trabajadores. Y tambi¨¦n a subcontratados. Su funci¨®n es la de transportar la mercanc¨ªa, si es hach¨ªs desde Marruecos; si es coca¨ªna, desde Am¨¦rica; introducirla en la costa gaditana, llevarlas hasta las denominadas guarder¨ªas (garajes, naves o chal¨¦s) y distribuirlas para su consumo.
Los fiscales desvelan que son aut¨¦nticas empresas. Al margen de la ley. Pero empresas al fin y al cabo. ¡°Son peque?as y medianas empresas. Su estructura es maleable y flexible porque necesitan de puntos de vigilancia, guardias, cargadores, que, muchas veces, contratan a ¨²ltima hora. Pero tienen una r¨¢pida adaptaci¨®n. Si cae una parte de la organizaci¨®n, se recuperan inmediatamente¡±, detalla Emilio Mir¨®, fiscal de Algeciras. Y esa adaptaci¨®n tan r¨¢pida es lo que dificulta la labor de cuerpos de seguridad y la justicia. Hace unos a?os llegaban grandes alijos de dos o tres toneladas de hach¨ªs en embarcaciones que alijaban a pie de playa. ¡°Cuando la Guardia Civil puso radares en toda la costa con el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), empezaron a desplazarse a otras zonas, pero regresaron. Y, para camuflarse, utilizaron peque?as lanchas, barcos pesqueros o yates recreativos¡±, a?ade Mir¨®. Los narcotraficantes son grandes emprendedores y suelen innovar para adelantarse a los perseguidores. Ahora, por eso, los alijos son m¨¢s peque?os y tratan de disimularse en viajes comunes. Las playas no son ¨²nicos destinos. Tambi¨¦n lo son los muelles de pesca o los puertos deportivos.
La gran parte de la droga que entra en Espa?a lo hace por C¨¢diz pero no se queda. Viaja a otras comunidades o pa¨ªses. La provincia gaditana es un lugar de paso. Por eso las grandes fortunas no est¨¢n aqu¨ª. Adem¨¢s, aunque las hubiese, es muy complicado demostrar que un lujo ha sido comprado con dinero de la droga. ¡°Lo suelen poner a nombres de familiares o conocidos. E investigar a cada uno de ellos es algo que enreda los procesos¡±, detalla Ana Villag¨®mez. En su anterior memoria, la de 2011, porque la de 2012 todav¨ªa no se ha publicado, la Fiscal¨ªa Antidroga de C¨¢diz alert¨® de que la droga era un negocio importante en una econom¨ªa deprimida como la gaditana. Una frase que levant¨® bastante revuelo. Un a?o despu¨¦s la matiza. ¡°Es pronto para saber si la crisis ha llevado a m¨¢s gente a dedicarse a esto. Lo que es cierto es que el tr¨¢fico se mantiene e incluso aumenta¡±, se?ala la fiscal de C¨¢diz.
La provincia de C¨¢diz representa el 3% de la poblaci¨®n de toda Espa?a pero por aqu¨ª entra casi la mitad de hach¨ªs que llega a la pen¨ªnsula. 2012 fue otro a?o de aumento del narcotr¨¢fico. Se alcanzaron las 170 toneladas de hach¨ªs, 13 m¨¢s que en 2011. Tambi¨¦n han crecido las denuncias un 13% con respecto al a?o anterior. Esta semana el Ministerio del Interior ha revelado que C¨¢diz fue tambi¨¦n cabeza, con Pontevedra, en la estad¨ªstica de incautaciones por coca¨ªna de Espa?a con 3,7 toneladas.
En muchos de los alegatos, los detenidos suelen defender que acudieron al tr¨¢fico de droga porque no ten¨ªan otra forma de meter dinero en sus casas. Pero los fiscales se resisten a creer que esa justificaci¨®n la comparte la mayor¨ªa de la sociedad gaditana. ¡°De verdad, que no es as¨ª siempre. Lo que s¨ª existe es la indignaci¨®n de mucha gente que ve c¨®mo su familia pasa muchas penurias mientras el de al lado, con una pr¨¢ctica il¨ªcita, consigue dinero¡±, opina Emilio Mir¨®. A Mar¨ªa ?ngeles Gonz¨¢lez le toc¨® vivir el terrible asalto de un helic¨®ptero de Vigilancia Aduanera que abortaba un alijo por parte de vecinos de Sanl¨²car que terminaron llev¨¢ndose la droga. ¡°Fue algo excepcional, que se produjo en un lugar muy determinado como es Bonanza, en una barriada muy castigada por la droga. No es justo generalizar con toda una ciudad o una provincia¡±.
La crisis s¨ª ha podido mover a algunos a buscar una salida econ¨®mica a lo desesperado. Villag¨®mez pone el ejemplo del considerable aumento de casos de mulas, personas que transportan dentro de su cuerpo droga en su paso por la frontera, sobre todo, en Ceuta y Algeciras. Esa misma crisis no ha lastrado el mercado de la droga. Los datos dicen que, al contrario, se mantiene y aumenta. ¡°Puede ser que el consumo en Espa?a haya podido caer porque los que ten¨ªan dinero para comprar coca¨ªna ahora no lo tengan pero se sigue vendiendo a otras personas en otros pa¨ªses¡±, se?ala la fiscal de Jerez Mar¨ªa ?ngeles Gonz¨¢lez.
Otro aspecto que preocupa es el aumento de la violencia. En algunas operaciones los polic¨ªas han empezado a aprehender armas. ¡°Hay m¨¢s casos de ajustes de cuentas, secuestros, robos entre bandas¡±, recuenta la fiscal de C¨¢diz, Ana Villag¨®mez.
La droga no se lleva tantas vidas como hace tres d¨¦cadas, aunque s¨ª han vuelto a producirse incautaciones de hero¨ªna. Los fiscales reunidos en Algeciras evitan hablar de legalizaci¨®n. Dicen que no es su terreno opinar sobre si esto ayudar¨ªa o no a acabar con el negocio del narcotr¨¢fico. Lo que s¨ª defienden es que la droga sigue da?ando la salud de muchos y, sobre todo, frustran las trayectorias de j¨®venes cegados por el dinero r¨¢pido. Son ellos los que suelen caer y acabar en la c¨¢rcel. ¡°A los que est¨¢n arriba es m¨¢s dif¨ªcil pillarles¡±, admiten los fiscales. Se lo reprochan muchas veces. Es entonces cuando recuerdan que ellos son guardianes de la ley. Centinelas de la salud p¨²blica aunque a veces, como hoy, haya niebla.
La necesidad de mandar en las averiguaciones
Los fiscales quieren mandar. Quieren ser los responsables iniciales de las investigaciones de narcotr¨¢fico y despu¨¦s, si procede, acudir a un juez de garant¨ªas que avale su trabajo. Pero ahora, con la legislaci¨®n actual, las pesquisas corresponden a los cuerpos de seguridad y el juez instructor vela por ella. El anterior Gobierno de Zapatero y el actual de Rajoy anunciaron reformas, todav¨ªa no acometidas, para dar m¨¢s poder a los fiscales.
¡°La ley procesal es muy antigua y eso lleva a procedimientos muy largos o a que falle la efectividad¡±, lamenta Ana Villag¨®mez. Su compa?ero en Algeciras, Emilio Mir¨®, pone un ejemplo. ¡°La mayor parte de los juicios los dedicamos no a demostrar si alguien trafic¨® o no, sino a demostrar que los m¨¦todos con los que les llevamos a juicio son legales o no. Y esa no puede ser la principal batalla¡±, se queja. La reforma de la ley procesal mejorar¨ªa, seg¨²n los tres fiscales, esta fase de instrucci¨®n porque, desde un primer momento, estar¨ªa supervisada por ellos. Adem¨¢s se espera que se introduzcan cambios a la hora de regular el uso de las tecnolog¨ªas y medios de investigaci¨®n como los agentes encubiertos. ¡°Llevamos muchos a?os y sigue sin haber una regulaci¨®n de escuchas telef¨®nicas. Funcionamos con jurisprudencia¡±, protesta Villag¨®mez. Los fiscales admiten que se siguen perdiendo casos por anulaciones de escuchas. Aunque dicen que, cada vez, son menos.
Si son los fiscales los que dirigen la investigaci¨®n se acabar¨¢ tambi¨¦n con el problema de competencia de juzgados. Al menos as¨ª lo cree Mar¨ªa ?ngeles Gonz¨¢lez. ¡°Yo trabajo con 15 juzgados diferentes y cada uno quiere llevar el caso que toca en su localidad¡±, explica. Lo que sucede con el narcotr¨¢fico es que rara vez una banda act¨²a en solo un municipio. El sistema de partidos judiciales es decimon¨®nico", a?ade.
La reforma deber¨ªa traer m¨¢s medios humanos y t¨¦cnicos, aunque eso choca con el ambiente de recortes y ajustes que les rodea. La Fiscal¨ªa de C¨¢diz todav¨ªa no ha conseguido que a Mar¨ªa ?ngeles Gonz¨¢lez la nombren fiscal delegada antidroga de Jerez, tarea que ejerce en exclusiva pero sin esta figura que s¨ª tienen sus compa?eros de C¨¢diz y Algeciras. Es una diferencia salarial y tambi¨¦n de reconocimiento porque no puede asistir a todos los encuentros de coordinaci¨®n ni asumir el poder que s¨ª tienen los otros fiscales.
Ellos han visto evolucionar los sistemas para localizar, detener y controlar a los narcotraficantes. El Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) de la Guardia Civil despleg¨® una vigilancia por toda la costa, aunque los narcos hayan sabido burlarla. El grupo GRECO del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa coordin¨® investigaciones sobre bandas organizadas. Los recortes lo han reestructurado pero, al menos, ahora se ha puesto en puesta en marcha una UDYCO, una unidad contra la delincuencia y el crimen organizado, con 55 agentes adscritos en la bah¨ªa de C¨¢diz.
Quedan tareas pendientes. Por ejemplo, esclarecer el robo de coca¨ªna del dep¨®sito de la comisar¨ªa de C¨¢diz. ¡°Sigue abierto¡±, resume sucintamente Villag¨®mez. Al menos, ese robo permiti¨® acelerar una modificaci¨®n reglamentaria para agilizar la quema de droga y evitar el riesgo del almacenamiento prolongado. Tambi¨¦n se ha podido ya quemar droga de la provincia en incineradoras andaluzas sin necesidad de trasladar la mercanc¨ªa a Asturias. Los robos en Huelva y M¨¢laga se han dado por esclarecidos. El del dep¨®sito gaditano sigue bajo el misterio.
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