La melod¨ªa de Can Verdaguer
El Ayuntamiento completa la recuperaci¨®n de la antigua mas¨ªa del distrito de Nou Barris, reconvertida en centro c¨ªvico
Las partituras salen de los cajones de la salita, decorada con algunos lienzos a medio terminar. La clase de canto coral comienza con una tonada tradicional occitana de Joseph Canteloube, pero en catal¨¢n. El senyor Joan entona y sus alumnas, una docena de simp¨¢ticas abuelas, le siguen. ¡°Ca la vella Bepa, hi ha vi blanc del bo¡±, cantan, emocionadas. Alg¨²n viandante, que cruza por la calle de Piferrer, en el distrito barcelon¨¦s de Nou Barris, se gira con curiosidad para ver de d¨®nde sale la melod¨ªa. Es la mas¨ªa de Can Verdaguer.
Una de las gargantas participantes es la de Mari Carmen Solano, una vecina de la cercana calle del escultor Ord¨®?ez. Sonr¨ªe cuando le preguntan su edad y prefiere guard¨¢rsela. Pero no duda en remontarse en el tiempo, a cuando ni el cercano centro comercial del Heron City o El Corte Ingl¨¦s de Can Drag¨® exist¨ªan. ¡°Hace 80 a?os esto solo era campo y la mas¨ªa¡±, recuerda la mujer. Sus compa?eras asienten. Y siguen cantando.
Can Verdaguer est¨¢ ah¨ª desde el siglo XV, aunque su aspecto actual (dos plantas y buhardilla) data del XVIII, cuando la familia de Berenguer Verdaguer realiz¨® una ampliaci¨®n. La edificaci¨®n, ubicada en lo que fuera el antiguo camino entre Sant Andreu y Horta, alberg¨® la que quiz¨¢ fuera la ¨²ltima mas¨ªa productiva en Nou Barris. La familia Sams¨®, los ¨²ltimos propietarios en explotarla agr¨ªcolamente, cultivaron hortalizas casi hasta bien entrados los a?os ochenta. Despu¨¦s cay¨® en el olvido.
¡°Ven¨ªamos aqu¨ª a comprar el laurel para llevarlo a la bendici¨®n de la palma el Domingo de Ramos¡±, recuerda Solano. Eran los tiempos cuando Nou Barris era campo y en el mercado de Sant Andreu del Palomar, en la calle de Mercadal, se vend¨ªan los productos cultivados en Can Verdaguer. En los alrededores hab¨ªa otras mas¨ªas, como Can Sol¨¤ y Can Piquer. Can Valent, a 150 metros, sigue en pie, aunque se halla en estado ruinoso.
¡°El edificio tiene una protecci¨®n B dentro del cat¨¢logo de Patrimonio desde 2000¡±, explica la regidora del distrito, Irma Rognoni (CiU). Cuando el Ayuntamiento la compr¨® en 2006, decidi¨® convertirla en un centro c¨ªvico. ¡°Su condici¨®n de patrimonio oblig¨® a que la restauraci¨®n y los trabajos fueran muy cuidadosos, puesto que hab¨ªa que conservar todos sus aspectos¡±, explica Rognoni. De ah¨ª que materiales como el roble macizo sean preponderantes. De hecho, una vez dentro, a¨²n huele a casa de campo.
Las obras comenzaron en mayo de 2010 y han costado 2,5 millones de euros, puesto que tambi¨¦n se incluye la urbanizaci¨®n de los entornos. El edificio tiene unos 1.000 metros cuadrados. ¡°Cuando llegamos al Gobierno los trabajos estaban a medio hacer pero decidimos terminarlos, eran prioritarios¡±, agrega la edil.
La casa est¨¢ ah¨ª desde el siglo XV, aunque su aspecto actual (dos plantas y buhardilla) data del XVIII, cuando la familia de Berenguer Verdaguer realiz¨® una ampliaci¨®n
Adem¨¢s de las clases de canto y de solfeo hay de yoga, de danza Bollywood \[india\], de cocina, de autoestima, de idiomas... Los precios oscilan entre los 0 y los 60 euros. ¡°Esta semana comienzan unos 20 talleres¡±, explica Marian Gonz¨¢lez mientras abre la buhardilla donde est¨¢n los ordenadores de las clases de inform¨¢tica. ¡°Por primera vez, ofrecemos un curso de alem¨¢n y ya tenemos lista de espera. Pero los cursos que siguen teniendo m¨¢s adeptos son los de ocio¡±, agrega. Can Verdaguer tambi¨¦n tiene salas para las entidades del barrio.
Mari Carmen y sus amigas est¨¢n felices con el resultado. Pero no se trata de una mera reminiscencia de infancia. ¡°Aqu¨ª podemos hacer taichi sin que nos caigan goteras en la cabeza¡±, tercia otra vecina. Esa era la realidad en el antiguo centro c¨ªvico de Porta, en los bajos de la cercana plaza de S¨®ller. Los problemas constructivos de la explanada, pr¨®xima a cumplir 30 a?os, hicieron que las filtraciones y el fr¨ªo fueran la constante.
¡°El centro ha quedado muy bonito, pero la verdad es que es un poco peque?o. La vida asociativa no cabe¡±, dice Salvador Torres, presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos de Porta. ¡°Esperamos que los nuevos acuerdos de inversiones de CiU y PP incluyan la remodelaci¨®n de la plaza. El alcalde [Xavier] Trias vino hace poco y nos dijo que era una prioridad¡±, explica Torres.
Si se hiciera la reforma, los vecinos creen que se podr¨ªan recuperar los bajos para que se re¨²nan las entidades y para crear un casal de joves, ¡°que Nou Barris no tienen ninguno¡±, apunta el l¨ªder vecinal. Con ello, los habitantes de Porta esperan darle vida a un espacio que hoy en d¨ªa es completamente desangelado.
La clase de canto contin¨²a. Mari Carmen, sus amigas y el senyor Joan revisan sus carpetas. Las partituras muestran que la canci¨®n que sigue es El tilo, de Franz Schubert. Sus voces retumban en los muros blancos y vuelven a o¨ªrse en la calle. Si no fuera por el tr¨¢fico, seguramente llegar¨ªan hasta la ruinosa Can Valent, abandonada y dejada a la suerte por sus due?os. Una construcci¨®n que tambi¨¦n espera que, como en la canci¨®n de Canteloube, le lleguen sus d¨ªas de buen vino.
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