La cultura menguante
Tras a?os de crisis, el sector cultural advierte de que Madrid est¨¢ en camino de empobrecerse Menos espect¨¢culos, cierre de espacios y propuestas menos arriesgadas, las consecuencias
Durante 37 a?os Marcel Proust vivi¨® en la calle de Colombia de Madrid. En el n¨²mero 43, para ser exactos. Y, con ¨¦l, habitaban Garc¨ªa M¨¢rquez, Cervantes, Roth, Eco, Hesse y Hemingway. Y much¨ªsimos m¨¢s. Porque, desde el 10 de diciembre de 1975, all¨ª se vendieron libros. En pasado, es decir, ya no. Tras 37 a?os de actividad, la hist¨®rica librer¨ªa madrile?a Rumor ech¨® el cierre el pasado 1 de octubre de 2012 ¡°por una acumulaci¨®n de deudas que ya no pod¨ªa soportar¡±.
Tal vez el centro sea una de las v¨ªctimas m¨¢s conocidas que la crisis ha dejado en el coraz¨®n cultural de la Comunidad. Pero no es la ¨²nica. Solo en el ¨¢mbito de las librer¨ªas, unas 15 han cerrado desde que la tormenta econ¨®mica arras¨® Espa?a, con adioses tan emblem¨¢ticos como D¨ªaz de Santos, Fuentetaja y La regenta. ¡°Uno de los problemas es la falta de clientes. Muchas veces nos preguntamos: ¡®?Hemos abierto la puerta hoy?¡¯. Tambi¨¦n se nota en la b¨²squeda del libro m¨¢s barato o de bolsillo. Y las compras por parte de instituciones, bibliotecas y universidades han bajado much¨ªsimo¡±, aclara Pilar Gallego, presidenta del Gremio de Libreros de Madrid.
La explicaci¨®n de Gallego podr¨ªa adaptarse al resto de la industria cultural. Cines cerrados, salas de conciertos abiertas unos pocos d¨ªas a la semana, teatros con m¨¢s butacas vac¨ªas que espectadores y galer¨ªas que nadie visita son conceptos que en 2007 parec¨ªan surrealistas en la capital cultural de Espa?a. Hoy, sin embargo, suenan bastante m¨¢s familiares. Hasta el punto de que varios representantes del sector lanzan la alarma: Madrid sigue siendo una ciudad con una oferta cultural amplia y muy rica pero se encuentra en la frontera. Algunos pasos m¨¢s hacia el precipicio y ya no se podr¨¢ decir lo mismo. El presidente de la asociaci¨®n de productores teatrales de Madrid, Jes¨²s Cimarro, advierte: ¡°No queremos ser catastrofistas, solo advertir de que si esto sigue as¨ª muchos corren riesgo de desaparecer.¡±
¡°Estamos todav¨ªa a tiempo de que no ocurra¡±, defiende Javier Olmedo, gerente de la organizaci¨®n La noche en vivo, que re¨²ne a las principales salas de conciertos del circuito madrile?o. De las 50 con las que contaban antes de la crisis, quedan todav¨ªa 45. Aunque el n¨²mero est¨¢ destinado a seguir bajando: ¡°A este paso muchas van a tener que cerrar este a?o. Y luego hay salas que reducen la programaci¨®n. Antes abr¨ªan seis o siete d¨ªas a la semana; ahora igual de jueves a domingo, o incluso menos¡±.
Menos programaci¨®n significa, obviamente, menos conciertos. En concreto, 5.289 menos. Tantas son las actuaciones de m¨²sica popular que se han dejado de celebrar en Madrid entre 2008 y 2011, poco menos de un 30% de los 16.891 conciertos que ha perdido Espa?a en su conjunto, seg¨²n el anuario 2012 de la SGAE. A ello, hay que a?adir las 115 actuaciones de m¨²sica cl¨¢sica que han desaparecido en cuatro a?os. ¡°La oferta de Madrid corre el riesgo de convertirse, con todo el respeto, en la de una capital de provincia. Es malo para el p¨²blico y para los artistas, sobre todo los noveles, la cantera de la cultura, que se van a quedar sin espacio¡±, advierte Olmedo.
Un sector en datos
El anuario de la SGAE muestra que en 2011 se celebraron m¨¢s de 5.000 conciertos menos que en 2008 en Madrid. Si hablamos de m¨²sica cl¨¢sica, la comunidad ha perdido casi 70.000 espectadores.
Los espacios para conciertos de m¨²sica sinf¨®nica han descendido de 20 a 6. Han cerrado 67 salas de cine en cinco a?os y hay 15 librer¨ªas menos.
Hay 600.000 espectadores han dejado de ir al teatro desde 2008 y se celebran 500 funciones menos. Madrid tambi¨¦n ha perdido 400 espect¨¢culos de danza desde 2007. En 2004 hab¨ªa 131 museos, en 2010 esta cifra se redujo hasta 123, seg¨²n el INE.
Espacio, y de sobra, tienen cada vez m¨¢s los espectadores que acuden a los cines madrile?os. Entre el aumento de los precios ¨C17 puntos m¨¢s que el IPC entre 2004 y 2011-, la oferta digital de pel¨ªculas, la pirater¨ªa en la Red y el cierre de salas, las taquillas de la Comunidad de Madrid vieron desaparecer en 2011 casi cuatro millones de asistentes (3.825.093) respecto a 2007, el a?o que los expertos se?alan como big bang de la cat¨¢strofe econ¨®mica.
En un c¨ªrculo vicioso ¨Cpor ahora- infinito, los exhibidores buscaron compensar la disminuci¨®n de espectadores y recaudaci¨®n (en Madrid, 1.629.00 euros menos entre 2007 y 2011) precisamente con el aumento de los precios, lo que a su vez contribu¨ªa a alejar al p¨²blico de las salas. Moraleja final: desde el comienzo de la crisis Madrid es la provincia que m¨¢s salas de cine ha perdido, pasando de 616 a 549. Es decir, 67 pantallas menos del total de 252 que ha perdido Espa?a. En el mismo periodo, Barcelona ha ganado 13 salas (de 522 a 535). Y el Lazio, la regi¨®n de Roma, por hacer una comparaci¨®n con otra capital europea, ha renunciado a 18 pantallas (de 455 a 437, aunque entre 2007 y 2013).
Cines hist¨®ricos
¡°Si un sector pierde p¨²blico, o lo compensa en el lado de los ingresos o se ve obligado a un ajuste que, por ahora, ha sido muy suave¡±, profetiza Juan Ram¨®n G¨®mez Fabra, presidente de Fece, la asociaci¨®n de los exhibidores de Espa?a. ¡°Dentro de poco van a cerrar dos cines hist¨®ricos en Fuencarral¡±, a?ade G¨®mez Fabra. Y en efecto, justo dos d¨ªas despu¨¦s de su declaraci¨®n, Enrique Gonz¨¢lez Macho anunciaba a este peri¨®dico el cese de la actividad de Alta Films, referencia clave en la distribuci¨®n y exhibici¨®n de cine de autor espa?ol y extranjero: de casi 200 salas se pasa, de momento, a 20. En lo que a Madrid respecta quedan abiertos los cines Princesa, Renoir Plaza de Espa?a y Renoir Retiro, aunque se dice adi¨®s al Roxy y al Renoir de Majadahonda.
¡°Por parte de Comunidad y Ayuntamiento siempre hubo una sensibilidad cultural muy fuerte, con subvenciones e inversiones p¨²blicas. Pero eso ha desaparecido en funci¨®n de la crisis. Se ha priorizado el aspecto presupuestario¡±, se queja G¨®mez Fabra. A la vez que hace autocr¨ªtica (¡°se han abierto demasiadas salas, ha habido un exceso y se nota, m¨¢s aun cuando merma el consumo¡±) y reconoce que la oferta cultural madrile?a sigue siendo ¡°privilegiada¡±, el presidente de Fece apunta con el dedo hacia dos enemigos que el cine comparte con el resto de los sectores: la pirater¨ªa y la subida del IVA cultural del 8 al 21%, la m¨¢s alta de toda la UE.
¡°Es una medida totalmente equivocada. Adem¨¢s, los gerentes de salas de conciertos estamos doblemente penalizados porque las consumiciones tambi¨¦n est¨¢n gravadas con el 21%¡±, defiende Olmedo. Este mismo grito de auxilio lanzan los productores teatrales. El presidente de su asociaci¨®n madrile?a, Jes¨²s Cimarro, afirma que han mantenido el tipo durante estos a?os ¡°pero no podemos luchar contra la subida del IVA¡±. Mientras sostiene en sus manos un documento comparativo con el impuesto en otros pa¨ªses europeos, se queja de que la medida ¡°ha convertido la cultura en un elemento de lujo, cuando no lo es¡±.
Por eso G¨®mez Fabra y Cimarro piden al Gobierno que cancele la subida del IVA - el ministro de Cultura, Jos¨¦ Ignacio Wert, acaba de declarar que el Ejecutivo "no contempla reexaminar este aumento con car¨¢cter inmediato"- y una mayor lucha contra la pirater¨ªa. Porque la llamada ley Sinde y la Comisi¨®n de Propiedad Intelectual que cre¨® para combatir las violaciones de los derechos de autor en la Red resolvieron, en un a?o, tan solo 30 casos. ¡°Tiene que actuar con m¨¢s radicalidad. Y hay otro problema con las grandes empresas tecnol¨®gicas que no pagan sus impuestos en Espa?a¡±, ataca Pilar Gallego. Traducido, aunque la presidenta del gremio de libreros no explicita los nombres, se refiere a compa?¨ªas como Amazon y Apple.
Los teatros no se enfrentan al problema tecnol¨®gico, sus males tienen otro nombre. Los productores y las salas cada vez deciden arriesgar menos para asegurar una buena entrada, y las propuestas m¨¢s atrevidas se quedan en el caj¨®n. ¡°Ya no hay t¨¦rmino medio¡±, asegura Cimarro, ¡°o la representaci¨®n va muy bien o va muy mal. Ahora si no se llega a un m¨ªnimo del 40%, la obra desaparece en 15 d¨ªas del cartel¡±. Y esto conlleva dificultades para completar la programaci¨®n, porque no hay dinero ni montajes para mantenerla regularmente en ocasiones. Entre 2007 y 2011 dejaron de representarse en Madrid casi 500 obras, seg¨²n datos de la SGAE. De 17.184, a 16.688. Una cifra que parece irrisoria frente a las 32.448 que se pudieron ver en 2012 en Londres o las 26.000 de Par¨ªs. Con la subida del IVA los productores teatrales ofrecen cifras muy elocuentes. En el mismo periodo de 2011, sin la subida, hubo en Madrid 2,5 millones de espectadores y en 2012, tras el incremento al 21%, solo 2 millones de personas fueron a las salas. Ese medio mill¨®n se lo ha llevado el IVA, seg¨²n los profesionales del sector.
Frenazo a la recaudaci¨®n
La recaudaci¨®n sigue los mismos pasos. De los 96,1 millones de 2007, en 2011 las arcas teatrales ingresaron 94,1. Esto hace que los montajes tambi¨¦n sean menos ambiciosos. El n¨²mero de actores y de giras se reduce al m¨ªnimo. Si hace tres a?os La Latina acogi¨® la representaci¨®n de Yo, Claudio, con 14 actores y 11 t¨¦cnicos, ahora las representaciones oscilan entre los cuatro o cinco int¨¦rpretes. Este minimalismo tambi¨¦n ha tenido una parte que se puede considerar positiva: la proliferaci¨®n de peque?as salas que buscan acoger las propuestas que no caben en los grandes espacios.
Tanto el sector como la oferta cultural de Madrid precisan soluciones. Y pronto. Porque, si no, como prev¨¦ Gallego, ¡°hay m¨¢s librer¨ªas que han anunciado su cierre o van a hacerlo pronto¡±. Y cines. Y teatros. Y galer¨ªas.
Aunque estas ¨²ltimas han notado algo menos la crisis. No hay datos regionales sobre el n¨²mero de espacios que ofrecen arte en Madrid. La asociaci¨®n mayoritaria de galeristas, Arte Madrid, agrupa 50 salas. A pesar de contar con Arco, la feria m¨¢s destacada de Espa?a en arte contempor¨¢neo, las galer¨ªas madrile?as no cuentan con una oferta tan competitiva como otras capitales europeas. Por eso los promotores locales del arte buscan cada vez m¨¢s las colaboraciones ¨Cy los compradores- internacionales. ¡°No perdemos de vista el mercado madrile?o, pero tenemos siempre un ojo puesto en el mercado exterior¡±, reconoce Margarita Gonz¨¢lez, miembro de la junta directiva de Arte Madrid. Ahora los galeristas intentan alargar las exposiciones. En lugar de cinco, algunos exhiben cuatro al a?o.
Se trata de ajustes que el sector de la cultura aplica para atravesar las tinieblas de la crisis. Menos representaciones, cierre de salas, librer¨ªas que no volver¨¢n a levantar la persiana, cuadros que dejan de exponerse. Tal vez algunos no lo perciban porque la cultura en Madrid no ha ca¨ªdo al abismo, se encuentra en estado menguante. El reto consiste en aguantar el tipo para que siga habiendo lugares en los que disfrutarla cuando los problemas econ¨®micos permitan ver qu¨¦ hay m¨¢s all¨¢.
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