M¨¦dicos del Mundo y C¨¢ritas critican la nueva ordenanza de prostituci¨®n

C¨¢ritas y M¨¦dicos del Mundo son dos de las entidades m¨¢s experimentadas en la atenci¨®n a las mujeres que se dedican a la prostituci¨®n callejera en Valencia. Ambas llevan a?os ayudando a este colectivo y coinciden en que la ordenanza de prostituci¨®n que est¨¢ previsto que apruebe el pleno municipal ma?ana ¡ªcon el apoyo del PP y el PSPV¡ª no ayudar¨¢ a las mujeres. Las dos organizaciones destacan que ni se aborda la cuesti¨®n desde una vertiente social que incorpore planes de ayuda y alternativas a la situaci¨®n que atraviesan, ni se las protege, sino que se criminaliza el comportamiento de este colectivo, a pesar de que formalmente no se las pueda sancionar.

¡°No es una ordenanza acertada para nada¡±, explica Vicen Sanz, responsable del proyecto Jere-Jere de C¨¢ritas Diocesana de Valencia de atenci¨®n a mujeres que se prostituyen. ¡°No las ayuda¡±, a?ade. Y no lo hace por varios motivos. La ordenanza se dirige de forma espec¨ªficamente a atacar la prostituci¨®n callejera. Pero la calle ¡°es la punta del iceberg del problema, si se quiere abordar la cuesti¨®n, se deber¨ªa afrontar todos los ¨¢mbitos donde se desarrolla¡±.

La norma ¡ªque a¨²n debe ser ratificada por el pleno¡ª proh¨ªbe el ofrecimiento, solicitud y aceptaci¨®n de servicios sexuales retribuidos. Excluye de las sanciones a las prostitutas cuando quienes ofrecen los servicios son en la aplastante mayor¨ªa de los casos las propias prostitutas, lo que supone una clara contradicci¨®n. Tambi¨¦n genera dudas sobre c¨®mo se recriminar¨¢ a las mujeres sin llegar a la sanci¨®n.

Por ello, la responsable del programa Jere-Jere, un proyecto que lleva 13 a?os en activo y que se dedica al acompa?amiento y a la b¨²squeda de alternativas para estas mujeres, considera que el enfoque de la norma no es el adecuado. ¡°Estas chicas no son delincuentes y se les quiere tratar como tales¡±, explica. ¡°En lugar de este planteamiento, se deber¨ªa incluir medidas dirigidas a normalizar la vida de estas personas y abrir v¨ªas de empleabilidad v¨¢lidas para ellas¡±. Estas cuestiones, ¡°solo salen entre l¨ªneas en la norma¡±, a?ade.

¡°No es una norma acertada¡±, seg¨²n la entidad cat¨®lica

En ello incide Rafael Sotoca, de M¨¦dicos del Mundo, una ONG que presta programas de acompa?amiento y reducci¨®n de da?os ¡ªrelacionados con enfermedades de transmisi¨®n sexual y la salud, en general, de las mujeres¡ª.

¡°Es razonable que el Ayuntamiento elabore una norma de este tipo y que afronte el problema¡±, comenta Sotoca, ¡°pero no hay que perder el enfoque de que la mujer es una v¨ªctima¡±. ¡°No estamos hablando de prostituci¨®n de alto nivel, sino de mujeres que no pueden hacer otra cosa por motivos culturales, econ¨®micos, legales o laborales: no tienen posibilidad de elecci¨®n¡±.

Desde esta perspectiva ¡°criminalizar el comportamiento de este grupo de mujeres no supone ning¨²n tipo de ayuda, sino todo lo contrario¡±, apunta. ¡°No se avanza en medidas que reduzcan el riesgo tanto el sanitario, como de caer en la exclusi¨®n, o de ser agredidas¡±. Y a?ade: ¡°No se resuelve la situaci¨®n de las v¨ªctimas; ni se piensa en ellas, ni se afrontan sus problemas¡±.

El grupo Comprom¨ªs en el Ayuntamiento de Valencia anunci¨® ayer que presentar¨¢ un plan municipal de fomento de la convivencia en los barrios donde se practica la prostituci¨®n, ya que considera que la soluci¨®n a este problema pasa por el ¡°di¨¢logo¡± y no por las multas. Esta propuesta contempla sentar a los representantes de los vecinos, comerciantes, grupos pol¨ªticos municipales, la Concejal¨ªa de Bienestar Social, ONG y las personas que se dedican a la prostituci¨®n para estudiar juntos la cuesti¨®n.

¡°No se resuelve la situaci¨®n de las v¨ªctimas¡±, considera M¨¦dicos del Mundo

El grupo socialista municipal, que apoya la ordenanza, defender¨¢ el viernes que se incorpore un plan social para la reinserci¨®n laboral de las mujeres. Los socialistas intentaron incorporar este plan a la ordenanza, pero el PP no quiso mezclarlo. El grupo de EU de Valencia tambi¨¦n rechaza el texto por el mismo motivo: criminaliza a las mujeres y exige un plan de apoyo a las v¨ªctimas.