Atenci¨®n: ?obras de edificaci¨®n de viviendas en marcha!

Dos peri¨®dicos del d¨ªa de tirada nacional, unas monedas de curso legal, el acta de la obra y dos CD con los proyectos en una urna de metacrilato. Son las dos de la tarde en una parcela que se ha excavado para edificar sobre ella. Se celebra la colocaci¨®n de la ¡°primera piedra¡± que consiste en enterrar la urna. Es la versi¨®n moderna de una pr¨¢ctica sumeria de hace m¨¢s de 5.000 a?os cuando se introduc¨ªan clavos de arcilla en los muros, con inscripciones alusivas a la propiedad del inmueble.

Estos clavos grabados pueden admirarse en una exposici¨®n sobre Mesopotamia en Madrid y, tambi¨¦n podr¨ªa ser digno de asombro que se coloque una primera piedra con la situaci¨®n inmobiliaria, jur¨ªdica y econ¨®mica actual.

Se trata no de una sino de dos promociones en r¨¦gimen de cooperativa de 32 y 42 pisos. Son dos de las nueve promociones ¡ªsuman 472 viviendas¡ª que gestiona en Valdebebas Ibosa. Su director general, Juan Jos¨¦ Perucho, explic¨® que forman una mancomunidad para compartir zonas comunes optimizar costes.

Los suelos han sido adquiridos a Bisbel, empresa de C¨¦sar Cort, presidente de la junta de compensaci¨®n de Valdebebas, y a Inmobiliaria Espacio. Para ellas hubo reconocimiento p¨²blico por lo que supone de esperas y concesiones. La entidad que, aunque con retrasos, ha tenido el valor de financiar, es La Caixa. El compromiso de dar el cr¨¦dito hab¨ªa sido adquirido antes de que la sentencia del Supremo que anulaba el planeamiento de Valdebebas se convirtiera en un nubarr¨®n amenazante.

Los cooperativistas cuentan con obtener la licencia de edificaci¨®n porque? en Las C¨¢rcavas el Ayuntamiento ya ha recibido las obras de urbanizaci¨®n

En ese acto de inicio de obras que patrocinaba la constructora abundaban los cooperativistas, junto con la gente del sector. Ese hito supon¨ªa cerrar una primera etapa en una larga carrera de obst¨¢culos. Algunos llevan m¨¢s de un lustro. Es el caso del presidente del consejo rector de Residencial Columba, Juan Ram¨®n Tejedor, que se remonta a m¨¢s de seis a?os: ¡°Formaba parte de un grupo de gente de unos treinta a?os que coincidimos en plataformas y foros buscando soluciones para conseguir vivienda a un precio razonable para j¨®venes. Nos autodenomin¨¢bamos ¡®burbujistas convencidos¡¯. ?ramos unos 25 y nos centramos en Valdebebas porque viv¨ªamos en Hortaleza y la zona nos gustaba. Nos propusimos comprar en bloque para conseguir descuentos o autopromover, y llamamos tanto a promotoras como a propietarios de suelo. Una de las promotoras m¨¢s grandes negaba la burbuja y rechazaban cualquier descuento y vaticin¨® que no conseguir¨ªamos suelo en Valdebebas. Era finales de 2006 y no obtuvimos resultados hasta que dimos con Jos¨¦ Manuel G¨®ngora, de la Inmobiliaria Espacio. Ellos s¨ª reconoc¨ªan que el sector se iba a enfrentar a una crisis y centraron su actividad en zonas que iban a resistir mejor, caso de Valdebebas¡±, explica.

Alcanzaron el compromiso de que, cuando promovieran, les vender¨ªan las viviendas. Espacio se ahorraba costes de comercializaci¨®n y ellos consegu¨ªan un precio ajustado. La inmobiliaria estimaba que las promociones que promover¨ªan ser¨ªa de unas 150 unidades por lo que, prosigue Tejedor, ¡°entre amigos, compa?eros y familiares, en menos de un mes cerramos una lista de 200 demandantes interesados en vivienda y con la condici¨®n de que nadie pod¨ªa mercadear con el n¨²mero de inscripci¨®n¡±.

La lista, con nombres y DNI,estuvo activa durante un a?o a la espera de que se aprobase el plan parcial. ¡°A finales de 2008, G¨®ngora nos indic¨® que, por una necesidad de liquidez, ten¨ªan que vender parte del suelo. Y nos present¨® al equipo de Ibosa ya que una cooperativa que gestionaba iba a comprar una de las parcelas¡±, seg¨²n Tejedor.

¡°Empezamos a entablar negociaciones con Ibosa para buscar un suelo alternativo, pero el presidente del consejo rector de la cooperativa que iba a comprar la parcela destinada a nosotros inicialmente quiso forzar un cambio de condiciones en el momento de la firma de la compra y dio al traste con la operaci¨®n¡±. Tejedor no lo dud¨® y propuso que su grupo comprara el terreno largamente perseguido. Problema: ten¨ªan que disponer de 40.000 euros cada uno en una semana, ¡ªuna situaci¨®n radicalmente distinta de la inicial en la que la promotora presentar¨ªa un plan de pagos asumible¡ª y, adem¨¢s, ten¨ªan que constituirse en cooperativa.

Solo 15 dieron un paso al frente de los 17 que, como m¨ªnimo, era aconsejable para cerrar la compra y ten¨ªan un plazo de seis meses para llegar a los 32 necesarios para completar la promoci¨®n. El cierre y la firma de la operaci¨®n supuso reencontrar a G¨®ngora, con el que ya ven¨ªa negociando desde a?os anteriores, y vincularse con Ibosa. Aunque han seguido participando intensamente en todas y cada una de las decisiones sobre promoci¨®n y vivienda.

¡°En abril, el mismo mes de la firma, Ibosa complet¨® la cooperativa en solo d¨ªa en el Sal¨®n Inmobiliario¡±, indica Tejedor. Despu¨¦s vino el acuerdo con la cooperativa de la parcela colindante para compartir zonas comunes, obras y gastos¡±.

Las dos cooperativas forman una mancomunidad lo que les permite ahorrar en costes y compartir zonas comunes

No todo ha sido f¨¢cil. La obtenci¨®n de la licencia de obras fue otro episodio que recordar¨¢n. Lleg¨® tambi¨¦n la citada sentencia del Supremo aunque cuando se hizo p¨²blica ya hab¨ªan conseguido el pr¨¦stamo al suelo, una baza importante para lograr el pr¨¦stamo al promotor, que tambi¨¦n se hizo de rogar. M¨¢s reuniones y m¨¢s lucha...

Hasta finales de 2014 no est¨¢ prevista la entrega de llaves, con lo que esperan que est¨¦ resuelto el problema suscitado por la sentencia. En Valdebebas la junta de compensaci¨®n y las gestoras cuentan con que, como mucho en septiembre, estar¨ªa subsanado el problema por m¨¢s que el camino est¨¦ jalonado tanto de reclamaciones leg¨ªtimas como de zancadillas interesadas.

Los informes jur¨ªdicos de la junta de compensaci¨®n consideran que, al estar en Las C¨¢rcavas ¡ªun ¨¢mbito con las obras de urbanizaci¨®n recepcionadas antes de la sentencia¡ª conseguir la licencia de primera ocupaci¨®n ser¨¢ autom¨¢tico.