Madrid hiperreal
El retrato minucioso de Madrid de Jos¨¦ Miguel Palacio se suma estos d¨ªas a la retrospectiva del g¨¦nero que exhibe el Thyssen hasta junio
Pero, esto... ?es una foto o es un cuadro? Es la pregunta que probablemente mucha gente se haga al ver las pinturas de Jos¨¦ Miguel Palacio. Ah¨ª los tienen: los trenes de alta velocidad en Atocha, los coches atascados en la Gran V¨ªa, los aviones en la Terminal 4, los escaparates del centro, las luces de ne¨®n, la pura vida madrile?a captada con total exactitud en sus lienzos, que se exponen en la galer¨ªa Ansorena (Alcal¨¢, 52) hasta el 1 de junio. Da la impresi¨®n de que uno podr¨ªa entrar en el cuadro y tomar, por ejemplo, un autob¨²s urbano.
Se trata del hiperrealismo: despu¨¦s de la invenci¨®n de la fotograf¨ªa, los artistas modernos, de los impresionistas en adelante, comenzaron a alejarse cada vez m¨¢s de la representaci¨®n fiel de la realidad y comenzaron a meterse en los vericuetos de la abstracci¨®n y los conceptos. Pero resulta que, ya en la d¨¦cada de los sesenta, llegan los fotorrealistas o hiperrealistas, que no solo vuelven a reflejar la realidad tal y como es, sino que toman como modelo una fotograf¨ªa.
Pero, ?qu¨¦ sentido tiene crear una imagen que ya puede crear una c¨¢mara fotogr¨¢fica? "Efectivamente, la fotograf¨ªa es lo que mejor reproduce la escena que tiene delante", explica Palacio (Zaragoza, 1950), "lo que pasa es que nuestra obra a una cierta distancia es totalmente fotogr¨¢fica, pero cuando te acercas se convierte en una pintura. Ves perfectamente la pincelada. Ah¨ª se aprecia nuestro trabajo, y es lo bueno que tiene, porque si no se apreciase ese matiz, lo que tendr¨ªamos es una mera fotograf¨ªa".
Aunque la realidad es cada vez m¨¢s difusa, anda Madrid muy hiperrealista ¨²ltimamente: tambi¨¦n se puede ver por estas fechas en el museo Thyssen una retrospectiva del g¨¦nero, Hiperrealismo 1967-2012, donde, como en la obra de Palacio, lo que predomina son los motivos urbanos y populares. "Lo que hacemos es plasmar lo que estamos viviendo", cuenta el pintor. "Ha habido momentos en los que se han pintado granjas o batallas navales, porque en esos momentos se estaban viviendo esas historias. Ahora mismo lo que se est¨¢ viviendo es lo urbano y a m¨ª me parece muy bien que seamos un referente del tiempo que hemos vivido para la posteridad. Somos reporteros de este tiempo". Y qu¨¦ mejor para datar una imagen que los carteles publicitarios o los autom¨®viles, que son frecuentes en los cuadros de Palacio. "Las matr¨ªculas, los anuncios, los carteles son reales, y pueden posicionar temporalmente una escena con un margen de error de unos cinco a diez a?os".
Llama mucho la atenci¨®n la precisi¨®n con la que se reproducen los reflejos, uno de los efectos favoritos de pintor: escaparates o lunas de autobuses en los que se reflejan las calles de la ciudad, el jugueteo de la luz. "En realidad el reflejo siempre est¨¢, no hacemos m¨¢s que plasmarlo. Cuando miras una fotograf¨ªa no te fijas en el reflejo, porque se da por hecho. Pero aqu¨ª te llama la atenci¨®n porque lo hemos pintado con precisi¨®n". Cuando Palacio camina por la ciudad y ve una escena que le interesa o le emociona toma nota de las coordenadas espacio temporales y vuelve otro d¨ªa a la misma hora (para tener la misma luz) a tomar varias fotograf¨ªas, que le servir¨¢n como modelo. "Nos hace falta una educaci¨®n para mirar lo que pasa por la calle", dice, "nosotros tendemos a percibir m¨¢s que otra gente, cuando miramos vemos muchas cosas que para otros pasan desapercibidas. Eso es porque las buscamos".
?Pintar¨ªa otras ciudades? "Pinto Madrid porque me proporciona unas escenas que busco y que me interesan. Soy aragon¨¦s, y he pintado Zaragoza unas cuantas veces, pero no me proporciona este bullicio, el atropello de gente y coches, esta vida tan agitada que llevamos aqu¨ª. Mi relaci¨®n con la ciudad es un poco de amor-odio. Claro que pintar¨ªa Hong Kong o Nueva York... pero, por ejemplo, Barcelona tiene una idiosincrasia muy marcada que no me ofrece este mogoll¨®n que es Madrid". Cuando dejen la exposici¨®n, y regresen al "mogoll¨®n" del Madrid real, tengan cuidado de no salir, en vez de por la puerta de la galer¨ªa, por uno de los dos grandes cuadros que, a la entrada, reproducen la Gran V¨ªa como si estuviera viva.
Jos¨¦ Miguel Palacio. Hiperrealismo urbano. Ansorena. Alcal¨¢ 52.Hasta el 25 de mayo.
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