La Generalitat da su m¨¢xima distinci¨®n a uno de los integrantes de la ¡®lista Falciani¡¯

Josep Maria Bosch Aymerich es uno de los nombres espa?oles vinculados a la lista Falciani, investigado por un presunto fraude fiscal tras localizarse cuenta en la filial suiza del HSBC. En poco tiempo, tambi¨¦n ser¨¢ una de las personalidades distinguidas por la Generalitat, merecedora de la Cruz de Sant Jordi, seg¨²n aprob¨® ayer ayer el Gobierno de Artur Mas. ¡°Lo desconozco absolutamente¡±, respondi¨® el portavoz del Ejecutivo, Francesc Homs, al ser preguntado sobre el pasado fiscal del empresario, de 95 a?os, y reconocido ahora por su contribuci¨®n a la econom¨ªa catalana, especialmente en los sectores tur¨ªstico e inmobiliario.

Seg¨²n un rastreo realizado por EL PA?S por diferentes juzgados de toda Espa?a, Bosch Aymerich es uno de los 1.500 nombres que forman parte de la lista HSBC en Suiza. ?l lo niega, si bien admite que tuvo durante a?os una fundaci¨®n en otro para¨ªso fiscal, Liechtenstein, que utilizaba para ingresar los ingresos conseguidos por sus empresas en los trabajos que realiz¨® por todo el mundo. Seg¨²n asegur¨® a este diario, regulariz¨® esa situaci¨®n irregular antes de 2010 ¡°sin que nadie me lo pidiera¡±.

Del MIT a la Seat

Homs asegur¨® ayer desconocer qu¨¦ entidades han propuesto el nombre del empresario, propietario de un grupo inmobiliario y de la estaci¨®n de esqu¨ª en la Masella. La Generalitat le reconoce su val¨ªa para que Seat acabara ubicada en Barcelona, siendo Bosch Aymerich el director t¨¦cnico del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, y por la creaci¨®n del Instituto de Estudios Norte-Americanos en Barcelona, nacida de una embrionaria delegaci¨®n del Instituto Tecnol¨®gico de Massachussets (MIT) en Espa?a, personificada en el empresario.

Bosch Aymerich reconoce que su fortuna procede de los trabajos que realiz¨® durante toda su carrera profesional, sobre todo fuera de Espa?a. El trampol¨ªn de ese reconocimiento internacional se sit¨²a en el dise?o y proyecto de las bases militares norteamericanas construidas en Espa?a en los a?os cincuenta y sesenta. A partir de ah¨ª, el empresario efectu¨® trabajos por todo el mundo: desde Estados Unidos hasta Oriente Medio. Viudo y sin hijos, afirma que su intenci¨®n es ahora la de trasladar su riqueza a una fundaci¨®n espa?ola que gestione su legado, para lo que, explica ¨¦l mismo, era necesario regularizar su situaci¨®n fiscal.