T¨² a la celda y yo a la calle
Un preso pakistan¨ª se fuga de la Modelo tras intercambiarse con su hermano El hombre estaba encarcelado por un caso de violencia dom¨¦stica
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La solidaridad de algunas familias no conoce l¨ªmites. Un preso logr¨® fugarse el mi¨¦rcoles por la noche de la c¨¢rcel Modelo de Barcelona gracias a una treta que solo sale bien una de cada cien veces que se intenta, y se intenta con relativa frecuencia: durante un vis a vis con la familia, el reo prest¨® la ropa que llevaba puesta a su hermano, con el que guarda un gran parecido f¨ªsico. Una vez finalizado el encuentro, fue el hermano, y no el preso, el que regres¨® a la celda.
El funcionario que controlaba la reuni¨®n no se dio cuenta de que le hab¨ªan cambiado al reo. El hermano, sin embargo, no tard¨® demasiado en delatarse. ¡°Se puso nervioso y, pese a las dificultades del idioma, al final admiti¨® que ¨¦l no era el que ten¨ªa que estar all¨ª dentro¡±, explicaron fuentes penitenciarias. Solo hab¨ªan pasado diez minutos cuando los funcionarios dieron aviso a los Mossos d¡¯Esquadra para que bloquearan las salidas de la vieja prisi¨®n de preventivos de Barcelona, que se encuentra desde hace a?os en un estado lamentable. Fue demasiado tiempo.
Para cuando se dio el aviso, el preso, de origen pakistan¨ª, hab¨ªa abandonado ya el recinto acompa?ado por sus familiares. A diferencia de otras prisiones, la Modelo est¨¢ en pleno coraz¨®n de la ciudad, por lo que no le result¨® dif¨ªcil usar la red de transporte p¨²blico y darse a la fuga. La polic¨ªa auton¨®mica le busca desde entonces.
El fugitivo se encontraba en prisi¨®n preventiva por un delito de malos tratos en el hogar. Sobre ¨¦l pesaba, adem¨¢s, una orden de alejamiento de su pareja, seg¨²n fuentes judiciales. Desde que se evadi¨®, los Mossos prestan asistencia a la v¨ªctima. El hermano sacrificado, por su parte, se encuentra detenido en comisar¨ªa, a la espera de pasar a disposici¨®n judicial.
Los vis a vis familiares, como el que permiti¨® la huida del preso pakistan¨ª, se celebran en habitaciones privadas, sin c¨¢maras y sin la vigilancia de los funcionarios. El objetivo es preservar la intimidad. En la Modelo, que puede acoger una poblaci¨®n reclusa de 1.700 personas, hay ocho estancias para ese tipo de encuentros, que suelen durar una hora y media. ¡°Aprovecharon ese largo rato para prepararlo todo¡±, abundaron fuentes penitenciarias.
En un a?o pueden producirse ¡°cinco o seis¡± intentos de fuga por esa v¨ªa. Pero, hasta ahora, ¡°hab¨ªan fracasado gracias a la pericia de los funcionarios¡±, seg¨²n el portavoz del sindicato CSI-F, Juan Luis Escudero. El portavoz solo recuerda un precedente: ¡°Hace a?os, ocurri¨® con unos gemelos. Hemos tenido suerte: podr¨ªa haberse tratado de un preso peligroso. Este tipo de incidentes crean alarma social¡±, abunda Escudero.
La Generalitat admite que se han producido otros intentos fracasados, pero considera que la fuga del pakistan¨ª es un ¡°caso aislado¡± provocado por un ¡°error¡± en la aplicaci¨®n del procedimiento de control de las comunicaciones con familiares. El Departamento de Justicia ha abierto un expediente disciplinario para depurar responsabilidades, pero recuerda que cada d¨ªa se producen m¨¢s de 2.000 comunicaciones en la Modelo sin incidentes.
Los sindicatos de prisiones rechazan que Justicia cargue las culpas sobre el funcionario de turno y consideran que la evasi¨®n ha puesto en evidencia la carencia de recursos ¡ªmateriales y humanos¡ª en las c¨¢rceles catalanas. El responsable de UGT Prisiones, Xavier Mart¨ªnez, sostiene que el n¨²mero de funcionarios destinados a controlar las comunicaciones es escaso. Adem¨¢s, denuncia que los encuentros ¡°se solapan¡±, de modo que el funcionario ¡°puede encontrarse controlando a m¨¢s de 50 personas¡±. ¡°Los familiares que est¨¢n dentro no quieren salir, y los que est¨¢n esperando quieren entrar. Hay momentos de tensi¨®n¡±, a?ade Mart¨ªnez.
Los medios materiales tampoco ayudan. Escudero denuncia que se utiliza ¡°el mismo sistema que hace 200 a?os¡±: cuando sale al vis a vis, al preso se le toma una huella dactilar. Antes de que regrese a la celda, se observa su indumentaria, se le cachea y se le toma otra huella. ¡°Ambas se cotejan... ?con una lupa! El funcionario ve si coinciden, pero no siempre puede determinarlo con precisi¨®n¡±, denuncia el portavoz de CSI-F, que pide a Justicia la compra de ¡°lectores digitales¡± para eliminar la posibilidad de errores. ¡°No es una gran inversi¨®n, cada m¨¢quina cuesta 40 o 50 euros¡±. El sistema tradicional no solo est¨¢ vigente en la vetusta Modelo, sino tambi¨¦n en las nuevas prisiones. Los sindicatos advierten de que hay una dificultad a?adida: ¡°Para un occidental, resulta m¨¢s dif¨ªcil reconocer los rasgos de un pakistan¨ª o un chino, por ejemplo¡±, dice el responsable de UGT, que atribuye la responsabilidad de este tipo de incidentes a Justicia, ¡°por su pol¨ªtica de recortes de personal¡±.
Los precedentes del m¨¦todo del 'cambiazo'
Los funcionarios de prisiones m¨¢s veteranos de la c¨¢rcel Modelo de Barcelona seguro que recuerdan los precedentes de la fuga anoche de un preso que se intercambi¨® por su hermano. El 24 de junio de 1982, el recluso Antonio Paz inaugur¨® el m¨¦todo del cambiazo, que se cree se invent¨® en la Modelo, ocupando el lugar de su hermano Alonso. Un a?o despu¨¦s,?el preso Antonio V¨¢zquez, el Gita, se evadi¨® del centro penitenciario barcelon¨¦s despu¨¦s de ponerse las ropas de su hermano Manuel, que le hab¨ªa visitado.
El peliculero m¨¦todo no es, sin embargo, exclusivo de la prisi¨®n catalana. En la c¨¢rcel de Carabanchel, en Madrid, el 17 de septiembre de 1983 el recluso Ignacio Alonso se fug¨® cambi¨¢ndose por su hermano gemelo, Feliciano. Los hermanos se vistieron igual y aprovecharon una visita para intercambiarse. El verdadero preso sali¨® por la puerta mientras su hermano se entregaba al funcionario para ingresar en la celda. Los reclusos ten¨ªan que someterse a un an¨¢lisis de huellas dactilares despu¨¦s de la visita, y el falso preso fingi¨® sorpresa al no coincidir las suyas con las registradas, para que su hermano ganara tiempo para la huida, que logr¨® sin problemas. Una vez descubierta la fuga, el ap¨®crifo preso fue liberado, aunque acusado de complicidad de quebrantamiento de condena. Como no ten¨ªa antecedentes penales, qued¨® en libertad.
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