PAU: hay que reducir calles y reconvertir espacios in¨²tiles
Los nuevos barrios de Madrid son islas, sin comercio de proximidad, con calles sobredimensionadas y espacios p¨²blicos sin vida: la anticiudad, seg¨²n L¨®pez de Lucio El arquitecto urbanista publica un libro sobre 150 a?os de vivienda colectiva Propone que se revisen las cesiones obligatorias de suelo para equipamientos
Qu¨¦ menos que poder comprar el peri¨®dico, una barra de pan o tomar un caf¨¦, coincidir con otros... sin tener que coger el coche, pero eso no es f¨¢cil en los ¨²ltimos barrios de Madrid, los PAU. Y el catedr¨¢tico de Planeamiento Urban¨ªstico Ram¨®n L¨®pez de Lucio da la voz de alarma: ¡°Hay que replantearse con detenimiento la arquitectura y el urbanismo. La vivienda, el proyecto urbano residencial, debe ser considerado como actividad de servicio, no muy distinta de la pr¨¢ctica de la medicina o la ense?anza secundaria; y no como un ejercicio de experimentaci¨®n art¨ªstica en el que la innovaci¨®n a toda costa y el atractivo pl¨¢stico son metas irrenunciables... En la construcci¨®n de ciudad cotidiana deben prevalecer racionalidad, eficacia, comodidad y econom¨ªa. Cuentan los resultados generales no el lucimiento singular¡±.
Cordura para el auditorio que asist¨ªa a la presentaci¨®n de un libro en el Club de Debates Urbanos. Y tambi¨¦n noble irritaci¨®n: ¡°Los PAU no son periferia; periferia es el puente de San Fernando sobre el r¨ªo Jarama, donde hay un supermercado, un Aquapark, aviones que aterrizan y la ribera de S¨¢nchez Ferlosio¡ lo otro son excrecencias adiposas¡±, tron¨® Eduardo Mangada.
Que no se sientan ofendidos los vecinos de Sanchinarro o del Ensanche de Vallecas: la ciudad se puede rehacer.
¡°En Tres Cantos quitamos un carril de asfalto y pusimos ¨¢rboles...¡±, explicaba Mangada, que fue consejero de Vivienda de la Comunidad de Madrid, en la presentaci¨®n de Vivienda colectiva, espacio p¨²blico y ciudad. El autor del libro reci¨¦n editado, L¨®pez de Lucio, dejar¨¢ este curso la docencia directa en la Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de Madrid para convertirse ¡°en profesor ad honorem, ya que no hay dinero para los em¨¦ritos¡± y deja escrita la historia de c¨®mo se ha creado tejido residencial a lo largo de 150 a?os. Y ser¨¢ o no un manual pero podr¨ªa ser un manifiesto en el que, adem¨¢s, el urbanista arquitecto formula propuestas concretas.
A medio plazo, corregir excesos de los ¨²ltimos a?os, estudiar como densificar disminuyendo espacio abiertos in¨²tiles, reutilizar reservas para equipamiento, corregir secciones viarias exageradas, generalizar itinerarios para ciclistas, mejorar las zonas verdes m¨¢s valiosas y frecuentadas, huertos urbanos en alquiler y considerar equipamiento las viviendas sociales asistidas para tercera edad o locales profesionales para j¨®venes¡ reconstruir, mejorar, reutilizar, acomodar¡±.
Se refiere a Sanchinarro, pero no solo, como ¡°una isla a la que le falta densidad, compacidad, continuidad y complejidad... Hay una p¨¦rdida progresiva de car¨¢cter urbano de barrios y los tejidos residenciales que vamos tejiendo y el problema no es de manzana o bloque abierto sino de p¨¦rdida de urbanidad. No es una historia de buenos o malos pero ¡°la baja densidad, escasa calidad de transporte p¨²blico, falta de actividades comerciales o terciarias de proximidad y sobredimensionamiento de calzada, acera y zona verde empobrecen la escena urbana¡±.
S¨ª, habla de los PAU que, ¡° adem¨¢s son islas al borde de autopistas o radiales que dificultan la conexi¨®n con la trama urbana como sucede en los del norte, y cuando son su prolongaci¨®n, como sucede en Vallecas, se dise?an grandes piezas de equipamiento o grandes espacios verdes descuidados que no facilitan el intercambio, solo Carabanchel ha sido m¨¢s cuidadoso¡±, explica.
?Qu¨¦ menos de un 40% o 45% del suelo total se debiera destinar al uso residencial, asegurando un cierto car¨¢cter de urbanidad y una m¨ªnima continuidad a las tramas urbanas? Para Lucio, es urgente la revisi¨®n de las cesiones obligatorias del suelo para equipamientos. Y considera una frivolidad que los arquitectos de la EMVS decidieran no poner locales en la avenida de la Peseta (PAU de Carabanchel), junto a los edificios m¨¢s innovadores te¨®ricamente, en un lugar tan significado y a 200 metros del Metro¡±.
Y hace autocr¨ªtica. ¡°Deber¨ªamos asumir responsabilidades. Llevamos seis a?os de crisis profund¨ªsima del inmobiliario residencial. Hay que hablar de cu¨¢druple burbuja: la inmobiliaria financiera, (crisis del sector bancario, desahucios¡); la de planeamiento urban¨ªstico, que es una burbuja del suelo urbanizable sobredimensionado. La falta de ordenaci¨®n territorial lleva a pol¨ªticas inflacionistas y oportunistas en la calificaci¨®n de suelo y a la banalizaci¨®n y burocratizaci¨®n del dise?o urbano residencial. Pero hay una tercera burbuja, la del espacio p¨²blico, viario, peatonal o verde. Hemos sustituido calidad por cantidad (ejemplo: 93 metros cuadrados de zona verde por vivienda en Sanchinarro frente a los 20 de Madrid Sur)¡±.
La cuarta burbuja es la del dise?o de VPO de iniciativa p¨²blica. ¡°Los beneficiarios son un p¨²blico cautivo al que se somete a caprichos m¨¢s o menos fr¨ªvolos o formalistas¡±. Ejemplos: un edificio en Carabanchel de Dos m¨¢s Uno y el de la Celos¨ªa, en Sanchinarro.
Ante estas cuatro burbujas complementarias, prosigue ¡°los arquitectos critican a los urbanistas y viceversa pero no se trata de echarnos los trastos a la cabeza, sino de que reconozcamos todos que hemos llegado a un final de camino en planeamiento, dise?o urbano y arquitectura. Es insostenible e irresponsable, sobre todo a medio y largo plazo, y deber¨ªamos cambiar de rumbo, debatir, colaborar¡±.
Hay un modelo a seguir con buenos ejemplos como la Colonia del Manzanares o el Pozo del T¨ªo Raimundo, sin salir de Madrid, o Lakua (Vitoria-Gasteiz).
Reivindica los barrios de finales de los ochenta y primeros noventa en Madrid y toma como punto de partida los ensanches de finales del XIX que se basan en ¡°repetici¨®n, ritmo, coherencia estil¨ªstica y volum¨¦trica que construye un paisaje f¨¢cil de mantener, c¨®modo, seguro, donde la variedad est¨¢ en las peque?as diferencias en la evoluci¨®n de los usos de los edificios¡±. Y disiente en aquella parte del movimiento moderno que ¡°da un salto en el vac¨ªo y rompe par¨¢metros b¨¢sicos milenarios de las ciudades europeas. Es la anticiudad y el antiurbanismo y una cosificaci¨®n repetitiva, bloques y bloques, en la que desaparecen las calles, los comercios, la vida urbana. Y la prevalencia de grandes aparatos comerciales que vac¨ªan de contenido al espacio urbano¡±.
Alguno de los ponentes destac¨® que ¡°el referente holand¨¦s es evidente a lo largo de todo el libro porque consiguen mezclar vivienda social con privada en el mismo bloque. Pero la diferencia es enorme culturalmente: todos utilizan el transporte p¨²blico o la bicicleta¡±. ¡°Soy admirador de Holanda no por el dinero que ha invertido sino por el tiempo que han dedicado a pensar en la ciudad¡±, apunt¨® otro.
Y desde el auditorio se introdujo un elemento adicional al urbanismo, la arquitectura y la universidad: ¡°sin los procedimientos de promoci¨®n y de financiaci¨®n, sin una promoci¨®n desmesurada y prepotente de una administraci¨®n tan desmesurada y prepotente, no podr¨ªamos asistir a un espect¨¢culo tan deleznable¡±.
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