La clase en casa como terapia
Los escolares enfermos con asistencia docente a domicilio experimentan buenos resultados Tambi¨¦n mejora su estado de salud
Paula Sofia Bustos ya est¨¢ de nuevo en casa. Tras cinco meses ingresada en la unidad de Oncolog¨ªa Pedi¨¢trica del hospital La Fe de Valencia, esta ni?a de 10 a?os ha dejado atr¨¢s las sesiones de quimioterapia y el aislamiento padecidos desde que le detectaron un tumor de hip¨®fisis. Pero hasta que no acabe su tratamiento y suban sus defensas, los m¨¦dicos no le permiten volver a su colegio, el Sant Bertomeu de Godella. ¡°Cre¨ªamos que iba a perder este curso¡±, dice su madre, Mariela Nemes, ¡°pero afortunadamente lo va a sacar y pasar¨¢ seguro a sexto de Primaria¡±.
Las responsables de la continuidad acad¨¦mica de la ni?a son Juana Barrera y Sof¨ªa Coco, dos profesoras que diariamente acuden a su casa para instruirle en las materias troncales y, dentro de lo posible, en el resto de asignaturas. Participan en lo que se denomina atenci¨®n educativa a los ni?os de hospitalizaci¨®n domiciliaria, un programa coordinado desde la consejer¨ªa de Educaci¨®n y del que se han beneficiado durante este curso 43 alumnos de primaria y ESO. El espectro de dolencias que padecen estos alumnos recluidos en casa es amplio, ¡°desde ni?os que se han roto una pierna hasta enfermos oncol¨®gicos o cr¨®nicos¡±, explica Barrera.
Cuando un m¨¦dico establece que un menor no puede asistir al colegio, se activa un protocolo en el que participan los padres, los centros educativos y la consejer¨ªa. Los ni?os de Primaria reciben a la semana siete horas y media de clase en su propia casa; los de ESO, 12 horas. La consejer¨ªa, que el pr¨®ximo curso ampliar¨¢ estos horarios para aquellos alumnos que puedan asumir m¨¢s tareas, es la encargada de adjudicar a cada estudiante los profesores que necesita.
Lejos de parecer una tortura a?adida a su enfermedad, ¡°los ni?os lo agradecen much¨ªsimo¡±, asegura Sof¨ªa Coco. ¡°Lo que m¨¢s necesitan es volver a la normalidad, e incluso los malos estudiantes est¨¢n deseando que vayas a su casa a darles deberes¡±, agrega esta profesora itinerante con 25 a?os de experiencia. Volver a estudiar al mismo ritmo que sus compa?eros, aunque sea en su dormitorio o en el sal¨®n, se convierte para ellos en una terapia que les ayuda a superar, o como m¨ªnimo olvidar, la enfermedad.
¡°Hasta los malos estudiantes quieren que vayas a su casa¡± dice una profesora
Tanto Coco como Barrera pertenecen a la fundaci¨®n Valencia Auxilia, que cuenta con siete docentes dedicados espec¨ªficamente a la escolarizaci¨®n domiciliaria. Para ello, se coordinan con el tutor y con el resto de maestros para que el menor haga las mismas tareas que sus colegas de curso. ¡°Lo ideal¡±, explica Coco, ¡°ser¨ªa que les dieran clase sus propios profesores, pero desafortunadamente no sobran maestros en los colegios¡±.
En este sentido, Jos¨¦ Tols¨¢, de 14 a?os, ha tenido m¨¢s suerte. Tras permanecer cinco meses ingresado en La Fe a causa de un linfoma, el colegio La Concepci¨®n de Ontinyent, donde estudia segundo de ESO, se volc¨® en su caso y solicit¨® a la consejer¨ªa que las clases domiciliarias fueran impartidas por profesores del mismo centro. ¡°El objetivo era que Jos¨¦ tuviera un contacto continuo con su entorno¡±, explica Rafael Pla, el maestro que, junto a Isabel Bellver, visita diariamente a Jos¨¦. ¡°Adem¨¢s de darle las mismas unidades did¨¢cticas y los mismos ex¨¢menes, le llevamos noticias y mensajes de sus compa?eros¡±, agrega Pla. Por su parte, Isabel Bellver, afirma que Jos¨¦ ¡°est¨¢ mucho mejor, est¨¢ muy motivado y obtiene muy buenos resultados¡±.
Y el chaval lo confirma orgulloso: ¡°he sacado un 9,8 en ingl¨¦s y un 8,75 en matem¨¢ticas¡±. ¡°El hospital era muy aburrido, aunque hab¨ªa gente que te lo hac¨ªa agradable¡±, explica con toda la naturalidad del mundo. Cuando estaban ingresados en La Fe, tanto ¨¦l como Paula Sof¨ªa asist¨ªan a las aulas de escolarizaci¨®n del hospital. ¡°Pero no es lo mismo¡±, asegura el padre de Jos¨¦. ¡°All¨ª, con la quimioterapia, se cansaba mucho, y estaba continuamente conectado a las m¨¢quinas¡±. ¡°Ha sido un a?o muy cr¨ªtico¡±, se?ala Jos¨¦ Tols¨¢ padre, ¡°pero su meta ahora es aprobar el curso y volver en septiembre a clase con sus compa?eros de siempre¡±. Como a la peque?a Paula Sof¨ªa, estar de nuevo en casa, aunque bajo tratamiento, ha supuesto para Jos¨¦ una gran inyecci¨®n de ¨¢nimo y optimismo.
Jos¨¦ quiere ser de mayor ingeniero, y Paula Sof¨ªa ¡°m¨¦dico onc¨®loga¡±. ¡°Y tengo un proyecto¡±, advierte con una inaudita decisi¨®n para su corta edad. ¡°Voy a escribir un libro sobre c¨®mo fue mi enfermedad para ayudar a otros ni?os a afrontarla¡±. Y, como primer paso hacia esa visibilidad del c¨¢ncer infantil, la peque?a ha pedido expresamente, con permiso de su madre, aparecer en la foto de este reportaje. Y no quiere acabar la entrevista sin enviar ¡°un saludo a los ni?os de mi clase de quinto del Sant Bertomeu y a mi profesor Javier¡±. ¡°Y, bueno¡±, agrega por si acaso, ¡°tambi¨¦n a las profes de mi casa¡±.
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