Carrera entre ruinas en el PSdeG
Quien quiera pujar por el liderazgo del PSdeG precisa 1.000 avales Las reuniones se suceden entre los que tocan algo de poder org¨¢nico
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La pr¨®rroga de dos meses para el relevo en el PSdeG que se producir¨¢ en septiembre ha apaciguado temporalmente las luchas intestinas y abierto un nuevo tiempo en el partido: el candidato que hab¨ªa tomado ventaja en la carrera, el presidente de la Diputaci¨®n de Lugo, Jos¨¦ Ram¨®n G¨®mez Besteiro, redise?a su campa?a para llegar hasta el final del verano; su hipot¨¦tico rival, el alcalde de A Illa de Arousa, Manuel V¨¢zquez, sigue sin decir esta boca es m¨ªa (y sin lanzar propuetas), e Iv¨¢n Puentes, a la cabeza de la plataforma Novo Socialismo Galego, contin¨²a sondeando sus opciones.
Quien quiera pujar por el liderazgo del PSdeG precisa 1.000 avales, equivalentes al 10% de la militancia. Las reuniones se suceden entre los que tocan algo de poder org¨¢nico, todos hablan con todos y algunas miradas se dirigen al exministro de Justicia, Francisco Caama?o, que mantiene el suspense. Ni siquiera el secretario general, Pachi V¨¢zquez, ha anunciado todav¨ªa si se retira, algo que los m¨¢s cercanos a ¨¦l sostienen que har¨¢ despu¨¦s de que el comit¨¦ federal se pronuncie, el pr¨®ximo 20 de julio, sobre la excepci¨®n que solicitan los socialistas gallegos a Ferraz para sus primarias. A falta de que Caama?o y V¨¢zquez despejen su futuro, importantes dirigentes del PSdeG no descartan que al congreso ¡ªy tras toda la pol¨¦mica y la bronca abierta con Ferraz para estrenar las primarias en Galicia¡ª solo se acabe presentando Besteiro. Ayuda a explicarlo el p¨¢ramo que heredar¨¢ quien tome las riendas de la organizaci¨®n a finales de septiembre. El PSdeG acumula importantes deudas financieras agravadas por la debacle electoral: este a?o ha presentado un ERE que rebaja un 15% el sueldo de los 13 trabajadores que quedan (antes hubo despidos) y quienes conocen las finanzas del partido argumentan que vendr¨¢n m¨¢s medidas traum¨¢ticas porque las cuentas ¡ªtras la p¨¦rdida de siete diputados en las auton¨®micas de octubre y la ca¨ªda del 30% de la asignaci¨®n del grupo parlamentario¡ª no se sostienen.
El partido est¨¢ hecho a?icos en medio de una guerra de guerrillas inacabable donde ni siquiera es posible ya discernir los bandos. V¨¢zquez se ha dejado parte de los apoyos que le ayudaron a ganar el congreso en marzo de 2012, incluido el del propio presidente del PSdeG, Xos¨¦ Clemente L¨®pez Orozco, ahora alineado con Besteiro. Entonces, el oficialismo pele¨® contra la candidatura de Elena Espinosa, apadrinada por el exministro Jos¨¦ Blanco, el alcalde de Vigo, Abel Caballero y el autodenominado sector cr¨ªtico que integraban dirigentes como la portavoz municipal en A Coru?a, Mar Barc¨®n, el exsecretario provincial en Pontevedra, Modesto Pose, los exdiputados Jos¨¦ Manuel Lage Tu?as, Mar¨ªa Jos¨¦ Caride y Pablo L¨®pez Vidal, el exportavoz parlamentario Xaqu¨ªn Fern¨¢ndez Leiceaga, entre otros. Espinosa perdi¨® y pese a obtener el 46% de los votos se quit¨® de en medio. Sus aliados tambi¨¦n se desgajaron, aunque algunos de los m¨¢s cr¨ªticos con el secretario general respalden ahora al exalcalde de Fene Iv¨¢n Puentes.
La militancia de a pie vive el proceso con cierta indiferencia, anestesiada a¨²n por los sucesivos batacazos del socialismo (espa?ol y gallego) elecci¨®n tras elecci¨®n, engullido por la crisis y la ausencia de un programa alternativo al del PP. ¡°Las primarias tienen sentido si sirven para agitar el partido como una especie de catarsis que nos ayude a rectificar¡±, dice un miembro de la actual direcci¨®n, temeroso de que ¡°el congreso de octubre no zanje el cainismo que ha imperado siempre en el PSdeG y que se ha agudizado en los ¨²ltimos tiempos¡±.
Quien lidere el PSdeG tampoco lo tendr¨¢ f¨¢cil para apoyarse en las estructuras provinciales, ahora muy debilitadas. Los secretarios generales de A Coru?a, Francisco Caama?o, y de Pontevedra, Santos H¨¦ctor (un hombre de Caballero), no controlan la totalidad de sus feudos y tienen abiertos importantes conflictos en agrupaciones relevantes como las de A Coru?a o Ferrol. La provincia de Lugo s¨ª est¨¢ con Besteiro, igual que en Ourense la mayor¨ªa (a excepci¨®n de la capital) es de Ra¨²l Fern¨¢ndez, colocado en el cargo por Pachi V¨¢zquez. Las heridas de tanta batalla interna tardar¨¢n en cicatrizar, sobre todo si los resultados electorales no acompa?an. La pr¨®xima cita crucial est¨¢ fijada para 2015, cuando volver¨¢n a celebrarse municipales, y son legi¨®n en el PSdeG los que creen que o se aborda una revoluci¨®n en las principales ciudades y villas o aumentar¨¢ el riesgo de que el partido de Beiras relegue al PSdeG a tercera fuerza en algunos territorios urbanos. Est¨¢ el aviso de las ¨²ltimas auton¨®micas ¡ªaunque los datos no son extrapolables¡ª en las que la coalici¨®n Alternativa Galega de Esquerda logr¨® casi la mitad de sus 200.000 votos (91.123) en las siete ciudades. En A Coru?a y Santiago solo se vio superada por el PP y los sondeos demosc¨®picos alertan al PSdeG de que la sombra de Beiras no ha dejado de crecer desde octubre.
El socialismo gallego tiene problemas grav¨ªsimos en Ourense desde que el anterior alcalde, Francisco Rodr¨ªguez, fue obligado a dimitir tras ser detenido por orden de la juez en la Operaci¨®n Pokemon y tambi¨¦n en Lugo, donde el Gobierno tambi¨¦n se ha visto salpicado por casos de corrupci¨®n. Ant¨®n Louro no ha cuajado en Pontevedra y las agrupaciones de Santiago, A Coru?a y Ferrol no se han recuperado a¨²n del mazazo que supuso perder las alcald¨ªas en 2011. ¡°Hacen falta relevos en todas las ciudades menos en Vigo \[donde Abel Caballero resiste erigido en el alcalde de una especie de ciudad-estado\] y en villas medias como Vilagarc¨ªa y Monforte, pero para acometerlos el futuro l¨ªder necesita una fuerza que no s¨¦ si se la dar¨¢ el congreso extraordinario, por muchas primarias que haya¡±, sostiene un dirigente que siempre ha manejado las encuestas internas. Y para colmo, el pesimismo parece haberse apoderado de los mandos intermedios, los dirigentes que mueven a los partidos en los per¨ªodos de entreguerras.
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