Valencianos en Manhattan
Un documental recupera la memoria de los miles de emigrantes de La Marina en EE UU
Hay una abundante documentaci¨®n fotogr¨¢fica de la exportaci¨®n de naranjas que part¨ªa del puerto de Valencia a principios del siglo XX. Son im¨¢genes triunfadoras, de una actividad econ¨®mica emergente. Hay muy pocas fotograf¨ªas de los miles de emigrantes que embarcaban para buscarse la vida fuera de Valencia en los a?os veinte, en Nueva York, por ejemplo. El periodista Juli Esteve ha visto muchas fotograf¨ªas de las primeras y ninguna de las segundas. Pero su inter¨¦s no es ilustrar la historia de un ¨¦xito sino el de recuperar la memoria familiar y local de los miles de valencianos, fundamentalmente de La Marina y comarcas colindantes, cercanas al Montg¨®, que se marcharon a EE UU y tambi¨¦n a Canad¨¢.
Tambi¨¦n tiene el prop¨®sito de rendir homenaje a ¡°la valent¨ªa, al coraje de una gente¡±, analfabeta en muchos casos, que cruz¨® el Atl¨¢ntico sin tener ni idea de ingl¨¦s, para ganarse su pan como mano de obra barata erigiendo rascacielos, asfaltando carreteras y trazando l¨ªneas de ferrocarril. La mayor¨ªa regres¨® a su tierra con la expresi¨®n del perdedor que no hizo fortuna; muchos callaron y silenciaron su historia hasta que sus descendientes, hijos y nietos, les obligaron a destapar el tarro de los recuerdos.
Recuerdos que ahora est¨¢ filmando Esteve al frente de su productora Info TV para su documental Del Montg¨® a Manhattan. Valencians a Nova York. A tenor del ingente material que ha ido recopilando por m¨¢s de 40 pueblos, el proyecto puede desembocar tambi¨¦n en una exposici¨®n y un libro. Las fotograf¨ªas de este reportaje son una prueba de ello, as¨ª como las postales, las cartas, los diarios, las revistas o los objetos hallados.
¡°Tenemos localizados 14.000 emigrantes entre 1904 y 1924, procedentes de La Marina y tambi¨¦n de L¡¯Alcoi¨¤, El Comtat, La Safor y otras comarcas¡±, explica el que fue redactor jefe de Informativos en Canal 9 y delegado de TV-3. La productora ha trabajado meses para expurgar las listas del archivo de la isla de Ellis de Nueva York, donde pasaban todos los inmigrantes, corrigiendo errores en top¨®nimos y gentilicios y revisando los pasajes de los barcos.
Para ello, la productora ha convocado a los Ayuntamientos afectados por aquella inmigraci¨®n para colaborar en la b¨²squeda de los testimonios. Si la mayor¨ªa de ellos proced¨ªa de La Marina, de pueblos como Orba, es porque la gran plaga de filoxera de principios del siglo XX fulmin¨® una econom¨ªa basada en el cultivo de la vid y de las pasas muy arraigado entonces en aquella zona. Si la mayor¨ªa de inmigrantes lleg¨® a Nueva York antes de 1921 es porque entonces entr¨® en vigor una ley m¨¢s dura que limitaba la entrada a inmigrantes.
El periodista hab¨ªa o¨ªdo hablar de los valencianos neoyorkinos, pero el desencadenante del proyecto fue la lectura el pasado a?o del libro Valencians a Nova York. El cas de La Marina Alta (1912-1920) (Edicions 96), de Teresa Morell, que presenta el primer estudio sobre un fen¨®meno migratorio apenas conocido fuera de las poblaciones afectadas e incluso en ¨¦stas.
¡°Mi abuelo Jos¨¦ Morell emigr¨® de Orba a Nueva York en 1916 con un billete de tercera. Lleg¨® y se fue a la Fonda La Valenciana, que dirig¨ªa su t¨ªo¡±, explica esta profesora de la Universidad de Alicante, especializada en ling¨¹¨ªstica aplicada en la ense?anza de lenguas y, en particular, del ingl¨¦s. Ella y sus hermanos nacieron en EE UU, pero nunca perdieron la relaci¨®n con la tierra de sus ancestros. ¡°Mi padre conoci¨® en 1957 a mi madre en Orba. Se casaron y se fueron a EE UU en principio cuatro a?os, como le dijo mi padre. Se quedaron 25 a?os¡±, se?ala Teresa, que se licenci¨® en la Universidad de Nueva York y realiz¨® el viaje inverso al de su madre, estableci¨¦ndose en Alicante, formando una familia y perfeccionando el valenciano que hab¨ªa aprendido en viajes de verano.
Su padre y su abuelo le contaban m¨²ltiples historias de ellos y de otros valencianos de una comarca con un 87% de analfabetismo entonces que se aventuraron en una tierra promisi¨®n que sufrir¨ªa la brutal crisis del 29. Muchos emigrantes se quedaron sin trabajo y regresaron sin nada. Son aspectos de una migraci¨®n que no fue tan numerosa como la gallega, asturiana o vasca y s¨ª m¨¢s desconocida y cuyo estudio est¨¢ despertando un gran inter¨¦s.
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