La gesti¨®n de los residuos crispa la convivencia

Las basuras se han convertido en Gipuzkoa en una cuesti¨®n de fe. Entre rezos y plegarias, las monjas del convento de las Can¨®nigas de san Agust¨ªn, en Astigarraga, todas con m¨¢s de 80 a?os de edad, tienen que esforzarse ahora en el reciclaje. Al monasterio tambi¨¦n ha llegado el puerta a puerta, el pol¨¦mico sistema de recogida selectiva de los residuos que Bildu est¨¢ implantando en los ayuntamientos donde gobierna. La vida contemplativa y en clausura les ha mantenido aisladas de la divisi¨®n social que est¨¢ provocando, tambi¨¦n en Astigarraga, la gesti¨®n de los residuos. Las religiosas han aceptado el puerta a puerta sin rechistar porque, seg¨²n confiesa sor Manuela con una sonrisa, ¡°nosotras tenemos voto de obediencia¡±. No es el caso de Amaia Zaldua, una vecina de Legazpi que es partidaria de la ¡°desobediencia total¡± para ¡°impedir la imposici¨®n del puerta a puerta¡± (PaP). Consiste en la sustituci¨®n de los contenedores de la calle por unos colgadores personalizados donde los vecinos enganchan las bolsas con la fracci¨®n de la basura (papel, envases, org¨¢nico y rechazo) que est¨¢ fijado para cada d¨ªa de la semana.

"Estamos dispuestos

¡°Si nos ponen el puerta a puerta, muchos estamos dispuestos a llevar las basuras a la puerta del ayuntamiento¡± de Legazpi, asegura Amaia. Este municipio de 8.600 habitantes ha roto el hielo de la contestaci¨®n callejera a Bildu y est¨¢ sirviendo de modelo a otras localidades, como O?ati, Bergara u Ormaiztegi, que se est¨¢n rebelando contra los alcaldes de la coalici¨®n. En Legazpi se han recogido 3.683 firmas contra el PaP y a mediados de abril se celebr¨® una consulta ciudadana organizada por una plataforma vecinal que depar¨® 3.599 votos a favor del quinto contenedor. Bildu llam¨® a los suyos a no participar. Esas papeletas superan en 1.500 los votos que Bildu obtuvo en las elecciones municipales de 2011. El alcalde, Kepa Urzelai, ha tenido que ceder a la presi¨®n social y ahora ha aceptado que poner en marcha los dos sistemas (el del quinto contenedor y el puerta a puerta), y sean los vecinos quienes decidan d¨®nde y c¨®mo dejar la basura. Su propuesta tampoco es del agrado de la mayor¨ªa. ¡°El pueblo ha dicho alto y claro no al puerta a puerta, pero ellos ¡ªen alusi¨®n a Bildu¡ª siguen erre que erre¡±, comenta Amaia, que tiene colgadas bolsas de basura en su balc¨®n como en se?al de protesta, una iniciativa que se ha extendido en una treintena de municipios.

"La mayor¨ªa del pueblo no quiere el sistema"

¡°No estamos en contra del reciclaje, al contrario¡±, a?ade, ¡°pero si dicen que son dem¨®cratas, tienen que aceptar que la mayor¨ªa del pueblo pide el quinto contenedor¡±. Amaia est¨¢ en el polo opuesto de Iraitz Lizaso, ¡°muy satisfecho¡± con el puerta a puerta en Usurbil, el primer municipio en ponerlo en marcha en 2009. ¡°Es lo m¨¢s adecuado y el que mejores resultados est¨¢ dando. Se recicla m¨¢s. Es tan f¨¢cil como acostumbrarse y coger la rutina de separar bien la basura y sacarla cuando corresponde. Y no es verdad que produzca malos olores, si se hace bien¡±, asegura. Miren Telletxea, que dice no ser votante de Bildu, est¨¢ ¡°encantada¡± con el PaP en Usurbil porque ¡°reciclas m¨¢s¡±. ¡°Al principio no lo quer¨ªa, pero ahora creo que es la mejor f¨®rmula, con muchas cosas que mejorar, pero la m¨¢s efectiva¡±. A Usurbil le siguieron Hernani, Oiartzun y Antzuola, y recientemente lo han hecho Itsasondo, Legorreta, Zaldibia, Astigarraga y Lezo, localidades poco pobladas. Lezo ha sido el ¨²ltimo en implantarlo, tambi¨¦n con muchos vecinos en contra, algunos de los cuales elevaron el tono de las protestas cuando arrancaron los colgadores para la basura.

"No queda otro remedio

?ngeles no era partidaria del nuevo sistema, pero lo cumplir¨¢ porque ¡°no queda otro remedio¡±, dice con resignaci¨®n mientras va repartiendo los desperdicios en su respectivo container: ¡°Mira c¨®mo reciclo. Pero te digo una cosa: Si no quitaran los contenedores, yo seguir¨ªa igual que ahora¡±. Jon Garc¨ªa, de Lezo, es un convencido de las ventajas del PaP y cree que si lo hicieran todos los guipuzcoanos ¡°se evitar¨ªa la incineradora¡± que est¨¢ proyectada en Zubieta, en el t¨¦rmino municipal de San Sebasti¨¢n, pero muy pr¨®xima a Usurbil. Es una instalaci¨®n que Bildu mantiene paralizada y que el resto de los partidos (PNV, PSE y PP) quieren seguir ejecutando. ¡°Si no tomamos conciencia de que el reciclaje es obligatorio, ?qu¨¦ medioambiente vamos a dejarles a las pr¨®ximas generaciones?¡±, afirma. Jon lamenta que la gesti¨®n de los residuos est¨¦ ¡°completamente politizada¡±, de tal forma que ¡°si eres del PNV o del PSE, est¨¢s en contra del puerta a puerta; pero si eres de Bildu, a muerte con el puerta a puerta. ?No son capaces de resolver el problema entre todos?¡±, se pregunta a la clase dirigente.

"Ha aumentado

El enfrentamiento pol¨ªtico que mantienen los partidos por este asunto se ha contagiado a la calle. En Bergara y O?ati, los radicales llenaron las calles de pancartas y pintadas amenazantes se?alando en alg¨²n caso a personas concretas, y buzonearon notas intimidatorias en los domicilios de activistas contra el PaP. Sin llegar a tanto, en Legazpi tambi¨¦n ¡°ha aumentado mucho la tensi¨®n¡±, asegura Amaia Zaldua: ¡°Se ha crispado la convivencia. Una pena. Este l¨ªo de las basuras ha roto muchas relaciones en el pueblo¡±. En Lezo se puede observar la divisi¨®n con solo fijarse en los balcones que est¨¢n decorados con bolsas de basura ¡ªen algunos municipios decidieron colocarlos en los ¨¢rboles para no retratarse¡ª y en los que exhiben un cartel de colores a favor del reciclaje y contra la incineraci¨®n. Alaitz G¨®mez vive en Astigarraga y cree que el puerta a puerta es ¡°un paso atr¨¢s, una vuelta a hace 20 a?os, cuando las bolsas se dejaban en la calle¡±. Esta madre de una ni?a muy peque?a separa la basura, pero ¡°la bolsa con el rechazo la llevo a San Sebasti¨¢n porque los pa?ales no los retiran todos los d¨ªas¡±.

Tambi¨¦n est¨¢ en contra del PaP porque que ¡°condiciona los h¨¢bitos de la comida en funci¨®n de los turnos de la basura¡±. A Luis P¨¦rez, de Hernani, no le ha supuesto ning¨²n trastorno: ¡°Los restos del pescado se meten en una bolsita y se sacan al balc¨®n. No supone ning¨²n trauma. Trabajo en Ir¨²n y ah¨ª se me hace extra?o echar el org¨¢nico al contenedor¡±. Solo pone la pega de que el Ayuntamiento de ANV puso en marcha el puerta a puerta ¡°de un d¨ªa para otro¡±. Ana, tambi¨¦n de Hernani, prefiere el quinto contenedor y reconoce que ¡°antes reciclaba m¨¢s¡±, porque ahora ¡°lo meto todo en una bolsa y la echo en San Sebasti¨¢n¡±, lo que se conoce como el turismo de la basura: ¡°Como me pillen, me multar¨¢n¡±.