El padre Avelino, un luchador que vino de lejos
Represaliado en su pa¨ªs y gran defensor de los derechos de los inmigrantes, fallece Avelino del Rosario Sapida, referente de la comunidad filipina de Barcelona
Cosmopolita, de vasta cultura, pol¨ªglota¡ªhablaba tagalo, castellano, ingl¨¦s y alem¨¢n¡ª, comprometido y defensor de los derechos de los inmigrantes, Avelino del Rosario Sapida, el Padre Avelino, dej¨® la madrugada del s¨¢bado 4 de mayo un hueco inmenso dif¨ªcil de llenar, especialmente para la comunidad filipina de Barcelona. Luchador incansable, solo pudo vencerle al final la enfermedad aunque cuatro d¨ªas antes de expirar en el hospital del Mar, como recuerda CCOO, a¨²n pensaba en c¨®mo movilizar a sus compatriotas para que acudieran a la manifestaci¨®n del 1? de Mayo.
Nacido en Cavite (Filipinas), en 1936, el padre Avelino estudio teolog¨ªa y ejerci¨® el sacerdocio en su pa¨ªs 15 a?os. No hubo tiempo para m¨¢s: fue represaliado por su oposici¨®n a dictadura de Ferdinand Marcos y tuvo que hacer las maletas camino de Roma y Viena. Lleg¨® a Barcelona en 1984 para ejercer el apostolado del Mar y pronto percibi¨® la soledad y aislamiento de la comunidad filipina. A?os despu¨¦s, fund¨® el Centro Filipino-Tuluyan San Benito en Barcelona para crear un? lugar de encuentro cultural para sus compatriotas. Su obsesi¨®n fue que aprendieran y estudiaran catal¨¢n para facilitar su integraci¨®n. Asesor¨® a muchas filipinas que trabajaban en el servicio dom¨¦stico en situaci¨®n irregular y sin contrato. Las anim¨® a que no se resignaran y buscaran empleos acordes a su nivel acad¨¦mico. Con CCOO, organiz¨® el primer encierro de la inmigraci¨®n en 1996 en la iglesia del Buen Pastor.
Su obsesi¨®n fue que sus compatriotas no se resignaran y lucharan por sus derechos
Pese a sus relaciones, a veces distantes con el Vaticano, el Arzobispado le concedi¨® en 1998 una parroquia personal, la de Sant Agust¨ª, en el Raval, para que acogiera a la comunidad filipina en aplicaci¨®n del decreto previsto en el C¨®digo de Derecho Can¨®nico. De hecho, la comunidad filipina es la ¨²nica de Europa con iglesia propia. En Barcelona, ese privilegio solo lo ten¨ªan la comunidad francesa, la alemana y los militares. Aquella ceremonia fue concelebrada por cuatro prelados, entre ellos el arzobispo y cardenal Ricard Maria Carles. La misa debi¨® impresionar a la curia filipina que ofreci¨® al padre Avelino regresar a su pa¨ªs. Y acept¨®. La aventura dur¨® a?o y medio: particip¨® en una huelga y le invitaron otra vez a hacer las maletas.
El Arzobispado le concedi¨® en propiedad la parroquia de San Agust¨ª, en el Raval
Su trabajo inagotable en favor de todos los inmigrantes y no solo los filipinos, le vali¨® el respeto de la Administraci¨®n y de las entidades sociales. Fue vicepresidente del Consell Municipal d¡¯Immigraci¨® de Barcelona y en 2010 recibi¨® el premio a los Derechos Humanos del Ayuntamiento de Barcelona. Con un liderazgo ¨¦tico, justo y moderado, se granje¨® la credibilidad y confianza de todos. La comunidad filipina ha organizado diez actos para rendirle homenaje. Su parroquia se abarrot¨® el s¨¢bado de fieles que rodearon el altar con manjares para despedirle en una misa. Este viernes, a las 9.00, el arzobispo de Barcelona, Llu¨ªs Mart¨ªnez Sistach, oficiar¨¢ el funeral en la misma parroquia. Ser¨¢ el ¨²ltimo adi¨®s de este hombre bueno capaz de sorprender a sus fieles tocando el saxo al estilo de Charlie Parker.
Mar¨ªa Helena Bedoya Muriel es abogada especializada en temas de extranjer¨ªa
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