El asedio ecologista al banco nunca existi¨®

La acci¨®n que Ecologistas en Acci¨®n promovi¨® ante la sede central de La Caixa, en diciembre de 2011, no es delictiva. La Audiencia de Barcelona ha archivado la causa contra ocho miembros de la organizaci¨®n ecologista que desplegaron una enorme pancarta desde la octava planta del edificio para acusar a la entidad de ¡°arrasar el planeta¡± con su pol¨ªtica de inversiones. La caja de ahorros present¨® una denuncia y el fiscal ped¨ªa para cada uno de los activistas ocho meses de c¨¢rcel por allanar un edificio abierto al p¨²blico. Los magistrados sostienen, en cambio, que no hay delito y que se trat¨®, sencillamente, de ¡°una reivindicaci¨®n socio-pol¨ªtica¡± que se sald¨®, adem¨¢s, sin incidentes.

Luis Gonz¨¢lez y otros siete miembros de la entidad ecologista han estado a un solo paso de sentarse en el banquillo de los acusados por una protesta que fue, a su juicio y ante todo, ¡°no violenta¡±. El atestado de los Mossos d¡¯Esquadra que cita la resoluci¨®n judicial relata que los ecologistas ¡°desplegaron una escalera¡± en el exterior del edificio de la avenida Diagonal y, ¡°a trav¨¦s de ella, alcanzaron la escalera de emergencia¡±. Desde all¨ª, se encaramaron hasta la octava planta y desplegaron el cartel para que fuera bien visible. Unas 300 personas les daban su apoyo desde la calle. La polic¨ªa auton¨®mica remarc¨® que no se produjo ning¨²n tipo de incidente durante la protesta.

Un vigilante de seguridad del banco, David P., entr¨® en escena y retuvo a los ocho activistas pese a que ¨¦stos le informaron de que su intenci¨®n era ¡°marcharse pac¨ªficamente¡± por donde hab¨ªan venido, seg¨²n la sentencia. El vigilante, y ah¨ª est¨¢ una de las claves de este caso, pidi¨® a los ecologistas que entraran al edificio para poder identificarles. Los magistrados de la Secci¨®n D¨¦cima de la Audiencia de Barcelona consideran que la irrupci¨®n de los ecologistas ¡°no fue por voluntad propia, sino a instancia¡± de David P. Y a?aden que, en todo caso, la intenci¨®n de los imputados no era ¡°entrar en la sede¡± o ¡°mantenerse en ella¡±, sino ¡°colocar unas pancartas¡±, seg¨²n la resoluci¨®n, de la que ha sido ponente Carmen S¨¢nchez-Albornoz.

El auto judicial argumenta, adem¨¢s, que el acceso a las escaleras de emergencia ¡°no constituye una vulneraci¨®n del derecho a la intimidad¡± de La Caixa, ya que ¡°no son lugar apto para el desarrollo de la vida jur¨ªdica de una entidad bancaria, sino un lugar de evacuaci¨®n integrado en la fachada¡±.

Una ampliaci¨®n del informe de la polic¨ªa auton¨®mica vino a complicar un poco m¨¢s las cosas. Ese segundo atestado se?alaba que una persona penetr¨® en el edificio desde las escaleras de emergencia, baj¨® por el interior y abri¨® las puertas de la entidad, ¡°permitiendo el acceso de muchas personas al edificio¡±. Las c¨¢maras de vigilancia, en efecto, muestran a un individuo abriendo las puertas. Pero su identidad es desconocida y, en todo caso, est¨¢ claro que no es ninguno de los ocho activistas porque en ese momento estaban retenidos en la octava planta ¡°esperando la llegada de la polic¨ªa¡±. Como estuvieron todo el tiempo retenidos por el vigilante, ¡°dif¨ªcilmente pod¨ªan, al mismo tiempo, abrir las puertas de la planta baja y estar en dos sitios a la vez¡±.

La causa se archiv¨® inicialmente, pero fue reabierta porque La Caixa interpuso una denuncia. La investigaci¨®n concluy¨® el pasado verano. El juez dio traslado a las partes para que solicitaran la apertura de juicio oral. La Caixa se retir¨® como parte acusadora y solo el ministerio fiscal solicit¨® una pena de ocho meses de c¨¢rcel y una multa de 2.400 euros por el supuesto asedio a la entidad. La abogada de los activistas, Ana?s Franquesa, recurri¨® el auto judicial y ahora, 10 meses despu¨¦s, la Audiencia de Barcelona le ha dado la raz¨®n.