El milagro del poeta Jos¨¦ Hierro

Era agricultor, atleta, pintor, maestro, periodista. Y era poeta Jos¨¦ Hierro. Hoy podr¨¢n escucharse sus versos en Los martes, milagro, el ciclo que se mantiene mensualmente en el Teatro Fern¨¢n G¨®mez de la plaza de Col¨®n, en Madrid.

En cierto modo, este madrile?o de Cantabria, que ten¨ªa su alma en el Atl¨¢ntico y su tierra en Los Cohonares de Titulcia, era un milagro de la naturaleza. Dedic¨® su vida al trabajo, como un forzado; padeci¨® c¨¢rcel porque era un rojo, y en la vida no quiso servirse de prebenda alguna; trabaj¨® siempre en la dificultad y jam¨¢s se rindi¨®, hasta la muerte. Hizo radio, prensa, libros, y jam¨¢s dej¨® de ser aquel tipo con pinta de atleta campesino que llen¨® con su vozarr¨®n las tabernas y los institutos.

Cuando ya no le quedaba respiraci¨®n, sigui¨® pintando e inventando versos mientras improvisaba, con caf¨¦, con vino, con ceniza, retratos y autorretratos. Naci¨® aqu¨ª el 3 de abril de 1922 y muri¨® tambi¨¦n en Madrid el 21 de diciembre de 2002. Nunca dej¨® de latir su poes¨ªa, jam¨¢s; fue poeta incluso en silencio. Y hoy, como un milagro, renace en Los martes, milagro, la serie de lecturas teatrales montadas por Miguel Mun¨¢rriz en el Teatro Fern¨¢n G¨®mez. Los actores Javier Lago y Mar¨ªa Cobos, acompa?ados por la chelo Cari Rosa Varona y dirigidos por Antonio Lafuente, interpretan el libro m¨¢s recordado de la ¨²ltima etapa de Hierro, Cuaderno en Nueva York.? Coordina la serie Carlos Jim¨¦nez, que dice sobre el ciclo: son ¡°montajes teatrales en los que el verso se convierte en protagonista¡±.

Ese libro fue como su testamento y a la vez su cuaderno de filosof¨ªa de la vida; con ¨¦l alumbr¨®, cuando a¨²n no se adivinaba el fin de sus d¨ªas, y segu¨ªa en forma y viajando, una especie de testimonio de un laico que hablaba de la nada como la consecuencia de todo.