Rus ense?a la patita

A medida que la situaci¨®n social se deteriora y la desafecci¨®n de los ciudadanos respecto al entramado institucional se multiplica, la existencia de las diputaciones provinciales se hace m¨¢s esperp¨¦ntica. Alfonso Rus, que, como tantos presidentes provinciales del PP, une a ese cargo org¨¢nico la presidencia de una de estas trasnochadas instituciones, aseguraba, en la entrevista publicada en este peri¨®dico el pasado s¨¢bado, que en la Diputaci¨®n hab¨ªa sido muy f¨¢cil llegar a acuerdos con la oposici¨®n ¡°porque las formas son correctas y no hay nada que esconder¡±. La frase se presta a m¨²ltiples lecturas. Sobre todo porque iba seguida de la apostilla de que ¡°desconoc¨ªa¡± por qu¨¦ esos acuerdos no se hab¨ªan producido en las Cortes Valencianas. Una sibilina forma de llamar incompetente a Alberto Fabra y su equipo, porque nadie puede creerse que un personaje como este, que adem¨¢s de alcalde de X¨¤tiva y presidente de la Diputaci¨®n de Valencia, es diputado en las Cortes Valencianas, no sepa lo que pasa en el grupo parlamentario del que forma parte y en el Gobierno al que sustenta. De Rus se podr¨¢n decir muchas cosas, pero desde luego no que sea un lila.

En cualquier caso, lo m¨¢s relevante de la frase de Rus es el aserto de que ¡°las formas son correctas y no hay nada que esconder¡±. Dejemos la enunciaci¨®n de que ¡°no hay nada que esconder¡± para su an¨¢lisis por alumnos de primaria y pongamos el foco en la afirmaci¨®n de que ¡°las formas [de la oposici¨®n] son correctas¡±. ?Es que acaso las Cortes Valencianas o el Congreso se caracterizan por un camorrismo y un lenguaje barriobajero que impedir¨ªa llegar a acuerdos? No, puede que no sean Versalles, pero eso no es lo que est¨¢ indicando Rus. A lo que alude el sin par setabense es a que ¨¦l logr¨® liquidar el conato de rebeli¨®n institucional, que tuvo lugar al poco de constituirse la actual corporaci¨®n y algunos diputados de la oposici¨®n, cuando a¨²n los ecos del 15-M resonaban con fuerza, tuvieron la osad¨ªa de cuestionar la existencia de la propia Diputaci¨®n. Este dechado de virtudes democr¨¢ticas que encarna Alfonso Rus respondi¨® entonces con la amenaza de quitarles sueldos y asesores. Que la supuesta rebeli¨®n opositora solo fue un gesto de cara a la galer¨ªa se hizo evidente enseguida, porque el ultim¨¢tum del preclaro tribuno surti¨® efecto y no se volvi¨® a hablar del asunto. Aqu¨ª paz y all¨¢ gloria... de Rus. El recado que manda ahora a la militancia del PP es que ¨¦l, a diferencia de Alberto Fabra, s¨ª ha sabido domesticar a la oposici¨®n.

Y para acabar de ense?ar la patita, Rus, populista entre los populistas y que, no lo olvidemos, es tambi¨¦n presidente del equipo de f¨²tbol Ol¨ªmpic de X¨¤tiva, termina la entrevista sac¨¢ndose un as de la manga y dice que est¨¢ negociando con un jeque ¨¢rabe y con un ruso con petr¨®leo (sic) con los que ser¨ªa capaz de aglutinar una propuesta por el Valencia CF, una de las tantas patatas calientes que Fabra y su Gobierno no se quitan de las manos. Menos mal que tenemos a Rus para amenizarnos la pol¨ªtica local, porque, en el estado de pasmo pol¨ªtico en que se encuentra Rita Barber¨¢, el patio est¨¢ m¨¢s aburrido que la lectura por orden alfab¨¦tico de la, por lo dem¨¢s a?orada, gu¨ªa telef¨®nica.