Simpat¨ªa y/o empat¨ªa en pol¨ªtica
En la relaci¨®n entre Espa?a y Catalu?a falta respeto mutuo y reconocimiento de las razones del otro
Me dej¨® pensando la columna de Margarita Rivi¨¨re del s¨¢bado pasado (¡°Se buscan respuestas a lo incomprensible¡±) en un punto concreto, cuando la periodista y soci¨®loga afirma, hacia el final de su interesante art¨ªculo, que los catalanes tal vez deber¨ªan ser un poco m¨¢s simp¨¢ticos, dado lo inc¨®modos y agrios que se est¨¢n poniendo ¨²ltimamente para el resto de Espa?a e incluso para una parte de la propia Catalu?a. Y todav¨ªa me dej¨® pensando m¨¢s cuando leo que cita dos conceptos capitales del ¨²ltimo libro del soci¨®logo norteamericano Richard Sennett, ¡°Juntos. Rituales, placeres y pol¨ªtica de cooperaci¨®n¡±, a prop¨®sito de su exhortaci¨®n a los catalanes. Dichos conceptos son los de simpat¨ªa y empat¨ªa, que la autora del art¨ªculo que comento relaciona con un comentario de Pascual Maragall en la misma direcci¨®n del primer concepto en los a?os ochenta.
Retengo una frase de la pel¨ªcula francesa El ejercicio del poder, de Pierre Sch?ller, que no deja de resultarme inquietante, am¨¦n de comprobable hist¨®ricamente: ¡°La pol¨ªtica es una herida siempre abierta¡±. ?Realmente hay todav¨ªa alguien que crea que con simpat¨ªa se arregla esa herida? ?Y ya no digo el encaje de Catalu?a en Espa?a? Una herida larga y dif¨ªcil de cicatrizar.
?Realmente hay todav¨ªa alguien que crea que con simpat¨ªa se arregla esa herida? ?Y ya no digo el encaje de Catalu?a en Espa?a?
Veamos un ejemplo. Pere Navarro coge el AVE y va a Madrid a explicarle a Mariano Rajoy (y quien dice Rajoy dice tambi¨¦n Carme Chac¨®n, Ignacio Wert, Rosa D¨ªez, Jos¨¦ Antonio Morago, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, Jos¨¦ Bono, Alfonso Guerra y un largo etc¨¦tera) su visi¨®n de Espa?a, una Espa?a federal, realmente descentralizada, con una constituci¨®n donde figuren las lenguas del Estado, una Espa?a donde las competencias federales no se las pase por el forro el Wert de turno, en fin un resumen del articulado del estado federal ideal para el pa¨ªs real (no se olvide, con cuatro lenguas) que es Espa?a. En ese viaje, ?qu¨¦ papel juega la simpat¨ªa, como no sea que el l¨ªder catal¨¢n del PSC se lleve un arsenal de chistes de Eugenio al palacio de la Moncloa para que Rajoy se parta de risa, suponiendo que este hombre se r¨ªa?
Ahora hablemos en serio de simpat¨ªa y empat¨ªa tal como la entiende Richard Sennett. Dice el autor: ¡°Tanto la simpat¨ªa como la empat¨ªa transmiten reconocimiento, y ambas crean un v¨ªnculo, pero una es un abrazo, mientras que la otra es un encuentro. La simpat¨ªa pasa por encima de las diferencias mediante actos imaginativos de identificaci¨®n: la empat¨ªa presta atenci¨®n a otra persona en su particularidad¡La empat¨ªa es un ejercicio m¨¢s exigente, al menos en la escucha; el que escucha tiene que salir fuera de s¨ª mismo¡±. Y unas l¨ªneas m¨¢s adelante, Sennett remata que ¡°la empat¨ªa guarda m¨¢s relaci¨®n con el intercambio dial¨®gico¡±. Es decir, lo dial¨®gico ser¨ªa en pol¨ªtica un ejercicio de mucho mayor calado que el simple di¨¢logo porque guarda m¨¢s relaci¨®n con el respeto mutuo. ¡°Yo escucho tus ideas respet¨¢ndolas y t¨² haces lo mismo con las m¨ªas¡±.
O el maldito derecho a decidir, que si no nos gusta la f¨®rmula d¨ªgase directamente un refer¨¦ndum para saber de una vez por todas cu¨¢ntos catalanes est¨¢n a favor o no
Por lo tanto no se trata de ser catalanes simp¨¢ticos y/o emp¨¢ticos: cuando se va a Madrid a negociar el d¨¦ficit fiscal o su reparto asim¨¦trico, por ejemplo. O el maldito derecho a decidir, que si no nos gusta la f¨®rmula d¨ªgase directamente un refer¨¦ndum para saber de una vez por todas cu¨¢ntos catalanes est¨¢n a favor o no de la independencia, que tampoco es pedir la luna. Se desprende de las palabras de Sennett (ya que lo ha tra¨ªdo a colaci¨®n Margarita Rivi¨¨re) que Espa?a tendr¨¢ que ponerse a escuchar a quien acude a ella para ser escuchado. Y respet¨¢ndolo, que es la ¨²nica manera de ganarse a su vez el respeto del otro con sus ¡°particularidades¡±.
?Qu¨¦ significa ser inc¨®modos y agrios a Espa?a? ?El encaje de Catalu?a en Espa?a se resolver¨ªa en un abrir y cerrar de ojos solo cuando los catalanes se decidieran a ir por toda la piel de toro derrochando dicharacher¨ªa? Sennett habla de la importancia del abrazo (simpat¨ªa). Pero lo que finalmente cuenta entre dos personas (o entidades pol¨ªticas o territoriales), nos ense?a, es la capacidad de encuentro, de reconocimiento. La empat¨ªa.
J. Ernesto Ayala-Dip es cr¨ªtico literario.
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