El juez reconoce a la hija secreta del terrateniente y la criada
La mujer reclamar¨¢ ahora su parte de un legado de 15 millones al ¨²nico heredero del ganadero
Sof¨ªa Reguera tiene 63 a?os, tres hijos y una peque?a tienda de ropa que lleva su nombre en El Coronil, el hist¨®rico pueblo jornalero de Sevilla. Pero una juez le acaba de abrir la puerta a mucho m¨¢s: la mitad de una herencia valorada en 15 millones de euros que dej¨® un terrateniente que, seg¨²n la sentencia dictada por un juzgado de Sevilla, es el padre de Sof¨ªa. ¡°Yo no lo he hecho por dinero, sino para que se me reconozca qui¨¦n soy. Pero si mis hijos tienen derecho a poder disfrutar de esa herencia, que nadie se lo niegue¡±, cuenta la mujer.
La madre de Sof¨ªa entr¨® siendo casi una ni?a a servir en casa de unos terratenientes. La joven criada y el ¨²nico hijo de los se?ores mantuvieron una relaci¨®n sobre la que pas¨® por alto la familia hasta que la sirvienta qued¨® embarazada. ¡°Los padres de ¨¦l le dijeron que se fuera al pueblo a dar a luz y que cuando volviera les casaban¡±, cuenta Sof¨ªa. Pero cuando la criada dej¨® el cortijo, la familia concert¨® el matrimonio de su heredero con una joven de su estrato social.
Sof¨ªa siempre supo que aquel hombre de buena presencia que cuando era ni?a iba de vez en cuando a verla al pueblo o a la salida del colegio era su padre. El joven tuvo un hijo con la esposa que sus padres hab¨ªan elegido, la madre de Sof¨ªa rehizo su vida con otro hombre y las visitas se fueron distanciando, pero las fotograf¨ªas que se hicieron en esos encuentros han servido para demostrar la relaci¨®n. La juez tambi¨¦n ha valorado que Sof¨ªa se llame Sof¨ªa, como su abuela paterna, la madre del que, seg¨²n la sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia 5 de Sevilla, es su padre biol¨®gico. ¡°Esta circunstancia no puede pasar desapercibida teniendo en cuenta que el nombre de Sof¨ªa es poco com¨²n en Sevilla y, menos a¨²n, en el momento en que tuvo lugar el nacimiento de la demandante¡±, sostiene la juez.
El terrateniente muri¨® de un tumor cerebral en 1970, a los 47 a?os, y dej¨® un ¨²nico hijo reconocido. ¡°En aquellos tiempos las presiones de las familias eran muy fuertes. ?l sab¨ªa que era su hija, pero no le dejaron reconocerme legalmente¡±, cuenta la mujer. La juez admite que Sof¨ªa ha conseguido ¡°salvar¡± la dificultad para aportar pruebas despu¨¦s de tantos a?os y ha reunido ¡°vestigios inequ¨ªvocos de la relaci¨®n amorosa o sentimental que mantuvieron¡± el terrateniente y su madre.
Para certificar la paternidad ha sido determinante el an¨¢lisis de ADN del ¨²nico heredero reconocido, que hab¨ªa incinerado los restos mortales de sus padres y sus abuelos en 2008, apenas tres meses despu¨¦s de que Sof¨ªa decidiera emprender su batalla en los tribunales. A la juez no le pas¨® desapercibida esta coincidencia y ha dejado nota en la sentencia de que las incineraciones se hicieron con ¡°mala fe¡± y para ¡°dificultar¡± la investigaci¨®n. La prueba de ADN ha determinado que la probabilidad de que ambos sean hermanos supera el 99%.
¡°Yo estoy content¨ªsima, para m¨ª es un triunfo personal¡±, afirma Sof¨ªa, que cuenta que su madre nunca quiso remover el asunto en los tribunales. ¡°Tem¨ªa que dijeran que se hab¨ªa dejado hacer la barriga por el dinero. Pero ellos se quisieron, fue una relaci¨®n muy bonita¡±. Tras morir su madre, los hijos de Sof¨ªa le animaron a reclamar lo que consideraba suyo. Ha ganado la primera batalla, demostrar qui¨¦n era su padre. Cuando la sentencia sea firme, emprender¨¢ la segunda: reclamar la herencia. El hombre dej¨® bienes valorados en 15 millones de euros y muri¨® sin hacer testamento, por lo que el abogado de Sof¨ªa, Fernando Osuna, espera que se aplique el C¨®digo Civil, por el que estima que a su clienta le corresponder¨ªa ¡°la mitad¡± de los bienes.
Una fortuna que Sof¨ªa espera que sirva para ayudar a sus tres hijos. ¡°Igual que las hijas de ¨¦l (por el hijo del terrateniente) han disfrutado de esa herencia, que los m¨ªos puedan hacerlo tambi¨¦n¡±, apunta la mujer. Uno de ellos, de 31 a?os, lleva m¨¢s de tres a?os en paro. ¡°Quiere trabajar, no para de mandar el curr¨ªculum a todas partes y no encuentra nada¡±, lamenta Sof¨ªa. El otro es camionero . ¡°Se levanta a las 4.00 y hay d¨ªas en que no llega a casa hasta las nueve de la noche¡±. La ¨²nica chica s¨ª tiene trabajo, ¡°pero tampoco de lo suyo¡±. ¡°Se ha hartado de estudiar y no le ha salido nada¡±, explica la madre.
Sof¨ªa no quiere por ahora dar el nombre de su padre ni contar a qu¨¦ familia pertenec¨ªa. ¡°Por respeto, prefiero no hacerlo¡±, se?ala. Lo har¨¢ cuando gane definitivamente la batalla en los tribunales y adopte los apellidos del terrateniente. ¡°De momento soy Sof¨ªa Reguera Hidalgo. Por ahora¡±, dice.
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