Seis kil¨®metros a pie para comer
Una madre y sus dos hijos van cada d¨ªa a Casa Caridad a mediod¨ªa y vuelven luego a clase La presencia de menores en los comedores de la organizaci¨®n se ha duplicado en un a?o Los directores constatan que cada vez hay m¨¢s ni?os que hacen su comida principal en el centro
Petra, casada, 37 a?os, ha recogido a mediod¨ªa a sus hijos de siete y nueve a?os del colegio para darles de comer. Desde que se les acab¨® la beca del comedor tienen que apa?¨¢rselas fuera del centro. Tampoco lo hacen en casa. Cerca de las dos de la tarde, entran en el edificio de Casa Caridad en el Paseo de la Pechina de Valencia. Han venido caminando desde el barrio de Orriols. Tres kil¨®metros a pie para comer y otros tres para regresar. Deben darse prisa porque esta tarde los ni?os tienen clase de nuevo. ¡°El autob¨²s es dinero, tenemos piernas¡±, explica la madre viendo jugar a los peque?os a su alrededor.
¡°?El otro d¨ªa saqu¨¦ un sobresaliente!¡±, dice el mayor de los ni?os con mirada p¨ªcara tras sus redondas gafas de pasta. Hace dos a?os y medio que Petra y su marido vinieron de la Rep¨²blica Checa donde el azote de la crisis toc¨® y hundi¨® su peque?o negocio de textil. Al principio todo fue bien y Petra ascendi¨® en su empleo en un almac¨¦n de hortalizas en Meliana (Valencia). Pero la empresa cerr¨® hace un a?o y se qued¨® sin trabajo. Su marido, operado de cervicales, no puede trabajar. La beca de comedor les ha cubierto solo el 70% del curso y en estos ¨²ltimos dos meses Petra ha tenido que buscar otra salida. ¡°No quiero decir que me da verg¨¹enza, pero me da un poco¡±, cuenta desviando la mirada de sus ojos azules.
El n¨²mero de ni?os en los comedores de Casa Caridad aumenta en vacaciones
Casa Caridad atendi¨® en 2012 al doble de ni?os que el a?o anterior. Hasta 11.600 menores, la mayor¨ªa entre 4 y 11 a?os, recibieron comida y techo en los comedores y albergues de la organizaci¨®n en Valencia. El 8,4% acude a comer diariamente a Casa Caridad al no haber accedido a las becas de comedor para el curso 2012-2013, seg¨²n el VII Informe de la Pobreza en Valencia.
El perfil de quienes piden atenci¨®n social est¨¢ cambiando. Ya no son personas sin hogar sino familias que nunca hab¨ªan requerido los servicios sociales. En 2013, la presencia de familias enteras ha crecido un 64% en los comedores de Casa Caridad que ha tenido que abrir un nuevo comedor en Valencia para poder atenderlas. La asistencia de ni?os se intensifica en vacaciones escolares. El pasado mes de marzo, 155 ni?os fueron a comer a la asociaci¨®n. El jueves santo fue la fecha con mayor presencia infantil, con 78 ni?os en un solo d¨ªa. En abril, 160 menores comieron en Casa Caridad.
No hay datos oficiales sobre cu¨¢ntos ni?os hacen su comida principal en el colegio. Ni la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, ni Bienestar Social, ni la Federaci¨®n de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos dicen haber recibido quejas concretas, pero al acercarse a los colegios, la cosa cambia.
No hay datos oficiales sobre
¡°Cada vez hay m¨¢s ni?os cuya comida principal, m¨¢s fuerte y m¨¢s reglada la hacen en la escuela. Esa es una realidad que constatamos y que este a?o se ha notado¡±, explica Vicent Ripoll, presidente de la Asociaci¨®n de Directores de Centros de Infantil y Primaria. ¡°Tenemos muchas familias que est¨¢n pidiendo ayuda a C¨¢ritas para pagar el comedor¡±.
¡°Yo no s¨¦ c¨®mo sobrevive la gente, pero sobrevive¡±, dice Manuel Bermejo, director del Colegio P¨²blico Miguel Hern¨¢ndez de Orriols, uno de los barrios con mayor n¨²mero de inmigrantes. En el centro estudian 500 ni?os. Bermejo explica que ha expedido cerca de 100 certificados en el ¨²ltimo a?o para familias que han pedido ayuda a C¨¢ritas.
Las becas para los comedores escolares pueden ser del 70 o del 100% del coste. ¡°A mi modo de ver, este a?o se han repartido mal las becas porque le ha tocado el 70% a familias cuyos ingresos van de 9.000 a 16.000 euros anuales. Y estos dos extremos corresponden a realidades muy diferentes¡±, explica Vicent Ripoll. ¡°Hay quien se ha beneficiado del 70% y otros tienen ingresos tan bajos que no pueden ni pagar los 28 euros al mes por ni?o. En esta situaci¨®n hay m¨¢s familias de las que nos pensamos¡±, a?ade.
A los impagos de las familias que no pueden hacer frente a la cuota del comedor se suma la deuda de la Generalitat Valenciana, que debe a los colegios siete de los ocho meses de becas. Cada vez se complica m¨¢s gestionar unos recursos muy escasos. ¡°Estamos a final de a?o y tenemos una deuda de 2.370 euros. Pr¨¢cticamente no lo vamos a cobrar porque son casos en los que o tienen una ayuda de comedor peque?a o casos en los que se les ha pasado el plazo de las ayudas¡±, cuenta Manuel Bermejo.
Algunos colegios p¨²blicos aceptan ayudas que dan empresas privadas
¡°Hace un mes mi centro ten¨ªa un d¨¦ficit de 2.500 euros¡±, explica la directora de un colegio de Benim¨¤met, que no quiere dar su nombre porque teme problemas con la consejer¨ªa. ¡°Me debe dinero la Generalitat y yo tengo que hacer n¨²meros. Pagar a los trabajadores del comedor me cuesta todos los meses un dineral. Si encima tengo deuda de familias, no les puedo pagar¡±. Cuenta que el 25% de los alumnos hace la comida principal del d¨ªa en el colegio: ¡°El 30 de abril tuve que decir que quien no hubiera pagado el 2 de mayo se ten¨ªa que ir a su casa. Y son justo los m¨¢s vulnerables. ?Pero no tuve otra opci¨®n! Porque hay gente que pide a un familiar, o a C¨¢ritas, y pagan. Y a esa gente, con el esfuerzo que hace, no les puedes decir que a otros les dejas seguir comiendo sin pagar porque se quejan¡±.
Ante esta nueva situaci¨®n, algunos colegios p¨²blicos est¨¢n aceptando ayuda de empresas privadas para poner en marcha programas de alimentaci¨®n o atender a los impagos. La multinacional de juguetes Hasbro ha emprendido un programa de apoyo a Centros de Atenci¨®n Escolar Singular (Caes) con el que sufragan gastos de desayunos, almuerzos y becas de comedor para los alumnos en riesgo de exclusi¨®n social. La cooperativa Consum apoya a algunos centros a los que ha donado alimentos y las empresas que gestionan los comedores est¨¢n asumiendo los impagos de los centros. Pero, ?hasta cu¨¢ndo?
¡°A la administraci¨®n p¨²blica se va a exigir lo que le corresponde contribuir pero adem¨¢s, no voy a renunciar a nada l¨ªcito que pueda no venir de la Administraci¨®n P¨²blica¡±, cuenta Manuel Bermejo. La directora del colegio de Benim¨¤met va m¨¢s all¨¢: ¡°La comida en los colegios p¨²blicos deber¨ªa estar subvencionada al 100%. Sin comida no se puede estudiar ni se puede aprender¡±.
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