Territorios de excepci¨®n

1. Campo de Cebada. Es el punto de toda la ciudad con mayor vida en estado puro, sin normativas, abierto y al margen de lo previsto, un laboratorio de convivencia de ciudadanos activos. Fue un error tirar las piscinas, pero ese error ha generado un gran acierto. La idea funciona, est¨¢ muy bien gestionada, ha crecido y se ha convertido en referente internacional gracias al Premio Ars Electronica. Esperamos que ese solar tan c¨¦ntrico y tan apetecible no sucumba a la presi¨®n econ¨®mica de vieja escuela, no tiene sentido otro centro comercial (plaza de la Cebada, 4).

2. Tipos Infames. Para nosotros es como el bar de Cheers, casi podemos o¨ªr la m¨²sica de la serie al llegar. Es especial porque, a pesar de ser peque?a, tiene una buena selecci¨®n de libros, est¨¢ en una zona donde es dif¨ªcil encontrar tranquilidad y es una librer¨ªa pero no solo, es muchas cosas m¨¢s, ninguna solo y un poco todas. Te puedes tomar un caf¨¦, una copa, hacen presentaciones, se comentan libros, organizan exposiciones... Espacios as¨ª, poli¨¦dricos, son cobijos para el n¨®mada urbano (San Joaqu¨ªn, 3).

3. Estaci¨®n Nuevos Ministerios. La estaci¨®n no nos interesa en absoluto, es anodina, fea y desangelada, lo que nos gusta es ver c¨®mo aprovechan los?b-boys y breakdancers su suelo limp¨ªsimo, pulido y resbaladizo para hacer sus quedadas. Aparecen en grupos de 30 y ensayan sus coreograf¨ªas abajo, junto a las taquillas de Renfe, o arriba, ante el Corte Ingl¨¦s. El viajero que pasa, agobiado o feliz, asiste a un momento?muy emocionante y arquitect¨®nico, un fogonazo de absoluto enga?o a la fuerza de gravedad. La cultura urbana madrile?a no es muy visible, salvo en lugares como este (Paseo de la Castellana, 69).

4. Pajam¨¢. Es nuestro restaurante favorito. Lo descubrimos por casualidad y es mejor no describirlo, hay que verlo. En los setenta, la modelo de Terry puso un local de ambiente totalmente austriaco, entelado y con bancos alpinos, que acogi¨® a la intelectualidad y al destape, y as¨ª se ha mantenido a lo largo de estos 35 a?os. Ahora lo llevan Jes¨²s y su mujer y est¨¢ impecable. Adem¨¢s de una comida casera espa?ola exquisita, tiene un ambiente ¨ªntimo y especial, de taberna de conspiradores. Recomendamos probar el entrecot, los huevos rotos y los esp¨¢rragos. Y no te puedes ir sin la copa y las rosquillas hechas en el d¨ªa, de abuela (San Mateo, 21).

5. Salas de conciertos. Nos da mucha pena que desaparezcan no solo por la m¨²sica. Son lugares que tienen algo m¨ªtico, templos de fantas¨ªa que te embarcan en un viaje sorprendente en el que todo es posible... Nos acordamos de las que ya no est¨¢n, como la sala Canciller, Rev¨®lver, Aqualung, y de las que siguen como La Riviera (Paseo Bajo de La Virgen, s/n), cuyas palmeras nos inspiraron para hacer la Nave de La M¨²sica de Matadero ¡ªproyecto con el que ganaron el premio internacional AR al talento emergente y el pasado abril el premio de la misma categor¨ªa de los Mies Van der Rohe¡ª, del Circo Price (Ronda de Atocha, 35), de la Joy Eslava (Arenal, 11)...

6. La Galer¨ªa de Magdalena. Es parte del Madrid que aparece y desaparece como un chup chup, como una seta, como los caracoles, de los lugares que emergen por puro voluntarismo y que se escapan al control en una ciudad tan ultrarregulada y vigilada. El proyecto, una galer¨ªa de arte ef¨ªmera y al aire libre, se les ocurri¨® a unas arquitectas, que decidieron usar las vallas de obra de esta calle para colgar los cuadros, que sus autores ceden gratuitamente y que la gente se puede llevar gratuitamente tambi¨¦n. Una vez terminada la obra, se han mudado a La Cebada.

7. Big mamma. Es una tienda especializada en m¨²sica negra, vinilos y joyitas, tambi¨¦n puedes llevar discos y libros para intercambiarlos. Es uno de esos lugares amenazados y en peligro de extinci¨®n que se mantienen por amor. Merece la pena una visita y detenerse en el dise?o gr¨¢fico de las portadas de los discos. Nuestra ¨²ltima adquisici¨®n fue un regalo, un vinilo de Yo la Tengo (Divino Pastor 22).

8. Tintorer¨ªa Everest. En un lugar m¨ªnimo a nivel arquitect¨®nico, de carpinter¨ªa de aluminio, pero el cuidado que ponen sus due?os, madre e hijo, en lo que hacen, la delicadeza, el af¨¢n y precisi¨®n con la que trabajan, junto con los aparatos que usan y chorritos de agua a presi¨®n, lo vuelve bello y sofisticado. Es una aut¨¦ntica cl¨ªnica textil (Fern¨¢ndez de la Hoz, 50).

9. Piscina de la Complutense. Nos gusta el espacio pero, sobre todo, nos gusta la imagen pl¨¢stica y bell¨ªsima que generan los ba?istas, especialmente en la piscina de saltos, donde no se nada. Parece la legi¨®n romana en un d¨ªa de descanso, esos cuerpazos j¨®venes y perfectos que se exhiben al sol, posando despreocupada pero cuidadosamente... (Obispo Trejo, s/n).

10. Parque de Berl¨ªn. Articula en torno suyo barrios muy diferentes ¡ªdesde Prosperidad, a la zona de Colombia y a la colonia de viviendas unifamiliares¡ª y acoge una mezcla muy friki de personas, desde j¨®venes fumando porros a se?oras de pelo cardado que pasean a su caniche, a lo que se suma el trozo del Muro ¡ª ?cu¨¢ntos muros se habr¨¢n roto para participar en la di¨¢spora por el mundo que emprendi¨® el de Berl¨ªn?¡ª y el cercano bar de copas Garaje Herm¨¦tico (Eugenio Salazar, 56).