?Alguien ha visto a Hermes?
Podr¨ªa decirse que es el dios particular de la ciudad de Barcelona
Llevo unos d¨ªas en un continuo d¨¦j¨¤ vu, no hago m¨¢s que tropezarme por todas partes con un mozalbete tocado con un casco alado, o con unos zapatos alados (o simplemente alado), que parece dominar el espacio de esta ciudad a la chita callando. Incluso aunque no aparezca ¨¦l, se puede descubrir su s¨ªmbolo en muchos detalles escult¨®ricos y arquitect¨®nicos en forma de caduceo, una vara de olivo con dos alas y unas guirnaldas enrolladas. No obstante, mi misterioso perseguidor no es ning¨²n santo de la Iglesia, ni ning¨²n deportista famoso.
Los griegos atribu¨ªan a este jovenzuelo pagano el invento del fuego y era considerado como el heraldo de los dioses
El adolescente que se agazapa en muchos portales y frontispicios no es otro que Hermes, hijo de Zeus ¡ªel jefazo de los dioses del Olimpo¡ª, y de la pl¨¦yade Maya. Los griegos atribu¨ªan a este jovenzuelo pagano el invento del fuego y era considerado como el heraldo de los dioses. Los romanos le llamaban Mercurio y los egipcios Thot, era el protector de los viajeros, del comercio y de la oratoria, y al mismo tiempo era invocado por ladrones, mentirosos y estafadores. Era la divinidad que custodiaba a los mercaderes y a los timadores cuando quer¨ªan engatusar a un cliente, una bonita imagen para explicar muchas cosas de la ¨¦poca que nos ha tocado vivir. Este personajillo moral y f¨ªsicamente ambiguo est¨¢ inscrito en las paredes de nuestra ciudad con una recurrencia bien poco casual. Podr¨ªa decirse que Hermes es el dios particular de Barcelona, algo as¨ª como una deidad local, o un paisano que ha medrado y no renuncia en ning¨²n momento a record¨¢rnoslo.
Reconozco que a m¨ª la mitolog¨ªa no me despierta ninguna pasi¨®n especial, pero hace cosa de un a?o un grupo de blogueros amantes de la ciudad se unieron para hacer una primera excursi¨®n buscando im¨¢genes de este dios. La cosa tuvo ¨¦xito y decidieron abrir un grupo de Facebook que llevase por nombre Cazadores de Hermes, a fin de organizar rutas tem¨¢ticas buscando detalles o motivos escondidos tras una fachada o una esquina. Al principio fueron Apu del blog Veo Digital Barcelona (veodigital.blogspot.com.es) y Neus del blog La meva Barcelona (lamevabcn.blogspot.com). Todo naci¨® de forma casual a partir de una fotograf¨ªa de ¨¦ste semi-dios publicada en la p¨¢gina de uno de ellos. Cu¨¢l no ser¨ªa su sorpresa al comprobar la capacidad de convocatoria que tienen las modernas redes sociales. En poco tiempo hab¨ªan reunido a un heterodoxo grupo de aficionados, dispuestos a perseguir las huellas de Hermes por todas partes.
Los Cazadores de Hermes celebran
Yo llegu¨¦ por casualidad hasta ellos, he de reconocer que al principio la iniciativa me pas¨® desapercibida. Pero influido por su idea, al cabo de un tiempo comenc¨¦ a ver a este hombrecillo por todas partes. De hecho se le puede encontrar en monumentos o edificios relacionados con el comercio, junto a la diosa Fortuna y su cuerno de oro, o al ladito de la Industria representada por una rueda dentada. Le vemos en el edificio de la Aduana, frente a las Drassanes. Tambi¨¦n est¨¢ en la sede de la Autoridad Portuaria, sobre la puerta de la antigua fundici¨®n de ca?ones del Refino, en la fachada del museo de Cera, o sobre el portal del Centro Gallego de la Rambla. Podemos buscarle en el pasaje de la Banca, que anteriormente hab¨ªa albergado diversas empresas relacionadas con la banca y los seguros. Se le puede seguir el rastro por la calle Ample, donde hab¨ªan estado las grandes empresas financieras del siglo XIX y donde nacieron personajes como Eusebio G¨¹ell, el patrono de Gaud¨ª (creo que era Albert Llanas quien dec¨ªa maliciosamente que Gaud¨ª era un somiatruites y que G¨¹ell era quien le pagaba los huevos). Por estos andurriales es posible encontrarle en cualquier sitio, est¨¢ en varios portales, bajo un balc¨®n, aparece en la fuente de Neptuno de la plaza de la Merc¨¨, y en un par de fincas de la plaza Duque de Medinaceli. En este escenario del primer capitalismo, Hermes el mentiroso tiene una presencia iconogr¨¢fica avasalladora, fruto de la devoci¨®n que le mostraron los grandes almirantes de la industria catalana (y los pelotas de sus arquitectos).
Aparece en la estatua dedicada al negrero Antonio L¨®pez, muestra fehaciente de la dudosa catadura de esta divinidad. Y en la vecina casa Xifr¨¦, que el indiano Josep Xifr¨¦ se hizo construir plagada de s¨ªmbolos mas¨®nicos y alegor¨ªas a las bondades de la revoluci¨®n industrial. Tambi¨¦n le podemos ver en el edificio de Correos y en la delegaci¨®n del ministerio de Econom¨ªa y Hacienda de la V¨ªa Layetana, esa avenida construida a mayor gloria de una burgues¨ªa convencida de que estaba pagando de su bolsillo una metr¨®poli internacional, cuando en realidad edificaban una capital de provincias sobre el sufrimiento de las clases m¨¢s humildes. Hermes es la advocaci¨®n de los que medran y de los que mueven dinero, por eso se asoma al pasaje del Cr¨¦dito donde naci¨® Joan Mir¨®. Nos observa en un soportal de la calle Ferran, sigue nuestros pasos en la plaza Real desde las farolas que dise?¨® Antoni Gaud¨ª. Aparece en una fuente p¨²blica de Nou de la Rambla, en un portal de la calle de la Nau, y en unas rejas del parque de la Ciutadella. Incluso est¨¢ presente en una vidriera de la bas¨ªlica de la Merc¨¨, en forma de caduceo.
Hace unos d¨ªas supe que los Cazadores de Hermes hab¨ªan celebrado su primer aniversario con una nueva ruta, a¨²n m¨¢s numerosa. Esta vez se les hab¨ªan a?adido Roser del blog Cosas de Absenta (srabsenta.blogspot.com.es) y Xavi del blog Las Cr¨®nicas de Thot (lascronicasdethot.blogspot.com.es). Fruto de la contemporaneidad, la ciudad tiene un plantel de aficionados a la historia local y a las curiosidades que ahora se expresa desde las redes sociales con una energ¨ªa arrolladora, tanto como la del propio Hermes.
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