Ocupaci¨®n vecinal de una biblioteca

Un cierre, un desalojo y, por ¨²ltimo, un corte en el suministro de luz y agua. A todos estos obst¨¢culos se ha tenido que enfrentar, en los ¨²ltimos a?os, la biblioteca Las Palomas, situada en el barrio granadino del Zaid¨ªn. Pese a ello, ¡°est¨¢ viva¡± y si a alguien hay que agradec¨¦rselo, desde luego no a las Administraciones, es a casi una treintena de vecinos que luchan a trav¨¦s de una plataforma por mantener abierto y activo un espacio cultural con mucha demanda en uno de los barrios m¨¢s populosos y humildes de la capital.

Su empe?o y las donaciones han vuelto a poner en pie el sistema de pr¨¦stamo de libros y una programaci¨®n variada para ni?os y adultos que incluye v¨ªdeo-f¨®rum, charlas, presentaciones, cuentacuentos y animaci¨®n a la lectura. Todo de la mano de estos voluntarios. Y es que, hace algo menos de dos a?os, el Ayuntamiento (PP), con mayor¨ªa, decidi¨® cerrar la biblioteca para ubicar en ese espacio un centro de bailes tradicionales. La oposici¨®n de los vecinos al cierre fue tan sonada que consiguieron que, pese a la clausura y a la retirada de los libros ¡ªque se destinaron a otro centro del distrito Beiro¡ª, el Ayuntamiento cediera, eso s¨ª, a su manera: los vecinos la ocuparon.

El edificio estaba cedido por la Junta de Andaluc¨ªa al Ayuntamiento. En diciembre, el Consistorio aprob¨® la reversi¨®n a la Junta del inmueble. La Administraci¨®n auton¨®mica record¨® que el cambio de uso supon¨ªa dejar sin efecto esa cesi¨®n, pero el Ayuntamiento se desentendi¨® mientras la autogesti¨®n de los vecinos volvi¨® a poner en marcha este espacio cultural. El Gobierno municipal justificaba su cierre en la apertura de otra biblioteca, mucho m¨¢s grande y equipada, en el mismo barrio, la Francisco Ayala.

La Junta y los vecinos subrayan que el Zaid¨ªn, con m¨¢s de 45.000 habitantes, debe contar con dos espacios. Y fundamentan la necesidad en el Reglamento del Sistema Bibliotecario de Andaluc¨ªa, que recoge la obligaci¨®n para los municipios de m¨¢s de 20.000 habitantes de contar con una biblioteca central y una sucursal por cada 20.000 ciudadanos. La plataforma pide a las Administraciones que dejen de ¡°eludir¡± su responsabilidad.

Hace un par de semanas, la biblioteca se qued¨® sin luz y sin agua. El Ayuntamiento cort¨® los suministros y no lo notific¨® a la plataforma, pero s¨ª a la Junta, que insiste en que una cosa es el edificio y otra el servicio, que sigue siendo ¡°competencia municipal¡±, seg¨²n la delegada de Cultura, Ana G¨¢mez. El alcalde de la ciudad, Jos¨¦ Torres Hurtado, ya ha dicho que ni puede ni debe hacer nada. Asegura que es la Junta, propietaria del edificio, la que debe mantener el suministro. El primer edil a?ade que as¨ª se lo requiri¨® al Gobierno andaluz despu¨¦s de que los vecinos se hicieran cargo del espacio.

Tras meses de espera, la delegada de Cultura se reuni¨® el pasado mi¨¦rcoles con la plataforma. Se compromete a que la Junta pague los suministros hasta fin de a?o pero con condiciones que esta semana abordar¨¢n en una reuni¨®n los miembros del colectivo. Sobre la mesa est¨¢ tambi¨¦n la posibilidad de contar con la colaboraci¨®n de otras entidades e instituciones dispuestas a apoyar esta iniciativa.

Pese a todo, las actividades no se han parado. ¡°No hemos llegado a cerrar en ning¨²n momento¡±, explica Amanda S¨¢nchez, una de las portavoces de la plataforma. ¡°Con la luz que hemos conseguido enganch¨¢ndonos a los generadores de los vecinos u otras ideas hemos continuado la programaci¨®n¡±, agrega.