?tica para la crisis
La austeridad consiste en reba?ar el plato m¨¢s vac¨ªo y dejar que el 94% de las empresas del Ibex 35 tengan presencia en para¨ªsos fiscales
Los expertos aseguran que la racionalidad humana es contraria a maximizar el beneficio sin tener en cuenta valores ni sentimientos. La realidad se encarga de demostrar otra cosa. Reflexiona sobre ello Adela Cortina en su ensayo Para qu¨¦ sirve realmente la ?tica,un libro que, de modo preventivo, deber¨ªan tener a su alcance pol¨ªticos y consejos de administraci¨®n.
Estamos ante una crisis que b¨¢sicamente es hija de la falta de ¨¦tica. Y para hallar una soluci¨®n todo vale, caiga quien caiga. Deber¨ªa haber sueldos por debajo del salario m¨ªnimo, sugiere el gobernador del Banco de Espa?a, Luis Linde, en el mismo discurso en el que, con mucha mano izquierda, pide a las entidades financieras que ¡°acent¨²en todo lo posible el rigor en sus pol¨ªticas de gesti¨®n, retribuci¨®n de directivos y accionistas¡±.
Se subordina cualquier atisbo de equidad y sensibilidad a las llamadas soluciones eficaces que, con frecuencia, suelen ser dolorosas para los que ya est¨¢n m¨¢s baqueteados por la crisis. Con valores y sentimientos puestos a recaudo, es l¨®gico que salten efervescentes propuestas: sueldos por debajo del salario m¨ªnimo o minijobs, todo ellos supuestamente por un peque?o periodo de tiempo.
Los defensores de medidas como estas sugieren que se trata de un ant¨ªdoto contra la destrucci¨®n masiva de empleo, que o bien acaba este a?o o proseguir¨¢ su inexorable marcha hasta simas desconocidas. En lo inmediato, ese modelo precariza a¨²n m¨¢s; recorta m¨¢s de d¨®nde m¨¢s se ha recortado y perjudica m¨¢s a quien menos tiene. La pregunta es si nuestra ¨¦tica permite seguir reba?ando el plato m¨¢s vac¨ªo, mientras el 94% de las empresas del Ibex 35 elude impuestos en para¨ªsos fiscales. Hasta 80 compa?¨ªas espa?olas tienen su sede en la misma direcci¨®n postal de una peque?a ciudad de Delaware (EEUU), sin el m¨¢s m¨ªnimo sonrojo.
La dureza de la crisis hace aflorar con nitidez antagonismos de fondo. Los poderes hablan de recortar salarios, los ciudadanos critican los ingresos de ejecutivos y directivos. Consejos los podemos dar todos y m¨¢s cuando la realidad impone una agenda en la que la banca sist¨¦mica es m¨¢s importante que la pobreza sist¨¦mica.
Con un 5% de lo destinado al rescate de entidades financieras se podr¨ªa rescatar a 30.000 familias, recuerda Jordi Rogl¨¤, director de C¨¢ritas en Barcelona. Por eso desde C¨¢ritas se reivindica un minifrob, de forma que se pueda actuar cuando salte la primera chispa y, sobre todo hacerlo sobre la causas para acabar con las consecuencias de la crisis. Son muchas las luces rojas que alertan. Casi 3.000 ni?os y ni?as acuden malnutridos a las escuelas de Barcelona. Es el 1,7% del total de alumnos de la ciudad. La capital de Catalu?a cuenta con 234 puntos de beneficencia donde o bien se accede a comida preparada o a un banco de alimentos.
La fractura social y la pobreza crecen mientras el poder solo prescribe austeridad para los que ya practican esa virtud. Los consejos son mucho m¨¢s asumibles si quien se encarga de darlos los convierte en ejercicio obligado para s¨ª mismo. La precariedad en la que vive buena parte de la ciudadan¨ªa obliga a ello. De otra manera solo imitamos conductas de nuestros parientes m¨¢s cercanos, los chimpanc¨¦s, incapaces de entender comportamientos cooperativos. Ellos son ¡ªsobre el papel¡ª mucho m¨¢s propensos a actitudes injustas y prepotentes. Son incapaces de actuar con equidad, porque el individuo que tiene el poder y toma la iniciativa somete al resto del grupo a sus reglas, que, a su vez, las acepta sin rechistar. El norte que los gu¨ªa es maximizar el beneficio propio sin tener en cuenta valores ni sentimientos. Una ¨¦tica tan peculiar como triunfante.
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