Expulsados de la Universidad
Esto es un desmontaje a conciencia de igualdad social
No hay cifras totales. Vamos conociendo cifras parciales: 6.000 en Madrid, 4.500 entre Sevilla y M¨¢laga, una cifra similar en Barcelona¡ Es posible que entre 50.000 y 70.000 estudiantes hayan sido expulsados de la Universidad este a?o porque su matr¨ªcula ha sido anulada. Un tajo brutal, una sangr¨ªa de talentos, un golpe sin rostro a la igualdad de oportunidades en toda la cara.
Los servicios administrativos hicieron su trabajo. Un buen d¨ªa, un estudiante de Medicina, de Derecho o de cualquier otra especialidad intent¨® entrar con su clave en la web del centro y ya no respond¨ªa. Su facultad ya no les pertenece e inician un peregrinaje por los departamentos y la secretar¨ªa del centro. Algunos profesores prestan el dinero de la matr¨ªcula. Otros prometen guardar ex¨¢menes, buscar f¨®rmulas para que sigan en las aulas. Alguno escribe un alegato en el que las palabras sucias tienen justificaci¨®n plena: ¡°Esto es una puta mierda¡±.
Las palabras ¡°anulaci¨®n de matr¨ªcula¡± tienen un nuevo contenido. Antes se deb¨ªa a un cambio de planes del alumnado pero las nuevas anulaciones son solo cuesti¨®n de dinero, money, pasta o parn¨¦. La matr¨ªcula se anula porque se le ha denegado al estudiante la beca solicitada o porque fraccion¨® el pago y ahora no tiene efectivo para pagar el siguiente plazo. Hace unos meses una de mis alumnas brillant¨ªsimas, que cursaba con excelentes resultados su carrera, ha abandonado los estudios. Ten¨ªa una beca del Ministerio de Educaci¨®n pero no le hab¨ªan abonado ni un euro de la ayuda concedida y su familia no pod¨ªa pagar el gasto de transporte, libros y material necesario. La hemos buscado sin ¨¦xito. El estigma econ¨®mico es tambi¨¦n muy dif¨ªcil de llevar. Se sienten humillados y responsables.
Esto no es el efecto de la crisis. No. Ning¨²n pa¨ªs en su sano juicio sube las tasas universitarias, reduce las becas y malpaga sus ayudas en el momento m¨¢s dif¨ªcil para la ciudadan¨ªa. Esto es un efecto buscado, un cambio en el modelo universitario, un desmontaje a conciencia de cualquier atisbo de igualdad social junto a una equinoccial locura de reducir el n¨²mero de estudiantes universitarios.
La diferencia entre una sociedad estamental, clasista y autoritaria
El ministerio ha contestado con desprecio: ¡°hay estudiantes que firman el examen en blanco y cobran la beca¡±. Una nueva y radical mentira de la factor¨ªa de ficci¨®n Wert, experta en desprestigiar lo p¨²blico y justificar el clasismo m¨¢s rotundo. Emplean la iron¨ªa para justificar la subida de notas necesaria para obtener ayudas: ¡°Si sacaran matr¨ªculas de honor, no tendr¨ªan problemas para obtener becas¡±, argumentan desde un sentido com¨²n lleno de pasado, de involuci¨®n y de sociedad a?eja.
Y es que aqu¨ª est¨¢ el verdadero quid de la cuesti¨®n. Desde que existe la Universidad y la escuela, existen las becas. Los grandes se?ores, desde tiempo inmemorial becaban a aquellos hijos de las clases populares que fueran excepcionalmente inteligentes a cambio de que sus resultados fueran excelentes, sin tropiezo alguno. La diferencia entre una sociedad estamental, clasista y autoritaria y una sociedad democr¨¢tica es la igualdad de oportunidades. Se supone que una sociedad democr¨¢tica facilita el acceso a los estudios superiores y la cultura a los que menos tienen, cumpliendo unos requisitos razonables, pero no excepcionales.
A Laura, una chica que est¨¢ en tercero de grado, le han denegado la beca. Ha aprobado con buena nota 11 cr¨¦ditos de su curso, pero ha suspendido dos de ellos. Este simple tropiezo va a dar al traste con su vida. Por 1.000 euros se va a abrir un abismo entre ella y sus sue?os.
Espero, y m¨¢s que esperar exijo, que en Andaluc¨ªa, donde se cuestiona esta pol¨ªtica educativa, el Gobierno y los rectores universitarios acuerden urgentemente una soluci¨®n y estos miles de estudiantes expulsados por motivos econ¨®micos puedan volver a sus aulas. Porque esto no es excelencia, ni calidad, ni cultura del esfuerzo. Es simplemente un clasismo redivivo, una limpieza elitista de las aulas, un cambio de modelo social insoportable. Una puta mierda, con perd¨®n. O mejor dicho, sin perd¨®n.
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