D¨ªas de vino y rosas tambi¨¦n en educaci¨®n
Si hay algo que da?a al software libre es la petulancia, el enga?o, llegar a decir que se cree en ¨¦l cuando se piensa en otra idea
Naci¨® Lliurex bajo el auspicio de Gonz¨¢lez Pons en su breve paso por Educaci¨®n, una calculada plataforma de lanzamiento para designios m¨¢s importantes. Fue un tiempo confuso en que se entendi¨® el software libre como una moda a seguir. Poco importaba que su verdadero impulso proviniera de gobiernos de izquierda con los que se combat¨ªa la pobreza, ahorrando en licencias, se proyectara un pensamiento colaborativo que se enfrentaba al tradicional y mayoritario en el mundo o canalizara la investigaci¨®n nacional como modelo social y econ¨®mico.
La ¨¦poca en que Linex, en Extremadura, marcaba la pauta con una distribuci¨®n linux que recog¨ªa premios y reconocimientos por la valent¨ªa de llegar a la Administraci¨®n con ¨¦l en sus entra?as, en que Marcelo Branco, asesor del gobierno brasile?o, divulgaba su experiencia por medio mundo exportando el conocimiento de su pa¨ªs como modelo de desarrollo, o que Richard Stallman uno de los m¨¢s exc¨¦ntricos y aclamados padres de linux sorprendiera a todos con su discurso y forma de vida. Y de todo lo anterior quiso la Generalitat beber siendo el mism¨ªsimo l¨ªquido, con sue?os de grandeza hechos a su medida. Eran d¨ªas de vino y rosas, y la especialidad del gobierno de Camps segu¨ªa siendo el marketing y la celebraci¨®n de eventos.
As¨ª, en el a?o 2004 vimos desfilar por Valencia, entre otros, a Marcelo y Stallman para presentar en sociedad a Lliurex, la ¨²ltima de las distribuciones auton¨®micas, en el flamante I Congreso de Software Libre. Todo bajo una alfombra roja mullida por los impecables zapatos de Pons y la puesta en escena de la rutilante nueva estrella, Silvia Caballer, su joven pupila y ahora nuevo miembro del PP imputado. Para ahorrar 4.7 millones de euros en licencias, dec¨ªan, probablemente para emular a sus hom¨®logos extreme?os, ¨¦stos sin tantos fuegos artificiales. Se tardar¨ªa poco m¨¢s de 3 a?os en hacer efectiva la contradicci¨®n: la Generalitat Valenciana firmaba un convenio de colaboraci¨®n con Microsoft. No es de extra?ar, pues, que en el citado congreso predominara el software privativo hasta el punto de que hab¨ªa quien preguntaba si no se hab¨ªan confundido de evento.Tambi¨¦n supimos bajo esos mismos oropeles que el propio desarrollador de lliurex confesaba no haber comenzado a¨²n a trabajar sobre la plataforma. Distaba mucho del inicio real y ya se publicitaba.
Para el 2? congreso apenas si hab¨ªa llegado a unos pocos centros piloto. Los titulares que acaparaban sus padrinos fueron innumerables intentando exprimir la gallina de los huevos de oro. El blanco de la Ciudad de las Artes y las Ciencias deslumbraba tanto a sus promotores que les cegaba un ¨¦xito hecho a base de publicidad y descaro. El mismo que les permit¨ªa presumir de un modelo ¨²nico en el mundo, tejido a base de retales con un poco de Debian ahora, cambio a Ubuntu despu¨¦s, algo de maquillaje con el dibujo del rat¨®n, la traducci¨®n a valenciano y otras implementaciones que llegaban mucho antes a la distribuci¨®n original. La carcasa estaba lista para ser colocada y vendido el producto.
Con todo no es lo m¨¢s grave, llegue o no a ser ilegal, sino el da?o que ha hecho a los propios fines del software libre, fomentando la desaparici¨®n, por captaci¨®n y asfixia, de las principales asociaciones de SL, de la decepci¨®n que supusieron muchos de sus detalles como los arranques duales que en poco tiempo se convirtieron en borrado del linux, la ausencia total de formaci¨®n cuando lo que precisamente desea este movimiento es su uso, no solo de docentes y profesionales que nunca llegaron a entenderlo salvo los ya convencidos o expertos, sino tambi¨¦n de las familias a las que les falt¨®, adem¨¢s, todo tipo de informaci¨®n para conseguir que la sociedad entera comprendiera qu¨¦ podr¨ªa haber significado en el futuro de sus hijos y contribuir, entre otras cosas, a disminuir la brecha digital. As¨ª lo entendieron donde se utiliz¨® la educaci¨®n como el medio ¨®ptimo para llegar al resto de la sociedad, pero aqu¨ª no.
El gran fiasco de intentar algo sin que se dotaran de medios los centros no pod¨ªa sino estar condenado al fracaso. Baste recordar a Font de Mora y su teor¨ªa de que los ordenadores da?an la vista para comprender que su prioridad no era esa. El deficiente mantenimiento o los fallidos centros inteligente prolongan lo inevitable. Si hay algo que da?a al software libre es la petulancia, el enga?o, llegar a decir que se cree en ¨¦l cuando se piensa en otra idea.Va dejando una huella reconocible y tras los d¨ªas de fiesta llegan los a?os de resaca.
Con un d¨¦ficit de TIC en educaci¨®n tan enorme con respecto al resto del territorio nacional se puede esperar ya poco, pero es m¨¢s triste a¨²n haber perdido la oportunidad de disponer de un proyecto bien desarrollado que, en ¨¦poca de crisis, podr¨ªa haber sido una de las f¨®rmulas que hubieran permitido tener esperanzas en un modelo econ¨®mico propio basado en la innovaci¨®n. Tiempo ha habido, y al parecer dinero tambi¨¦n, pero no ha llegado donde debiera pues a la mayor¨ªa de centros se le sigue esperando. Poco aprendieron Gonz¨¢lez Pons y Silvia Caballer de su invitado brasile?o.
Emilio Mart¨ªnez Hern¨¢ndez es coordinador de la organizaci¨®n sectorial de educaci¨®n del PSPV-PSOE de Alicante?
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