Un acuerdo para la atenci¨®n social
¡°La tarea que realizamos es tan b¨¢sica y esencial para la sociedad que no puede quedar ignorada¡±
Los continuos ajustes presupuestarios, unidos a la falta de liquidez, conforman un panorama de desconcierto en la prestaci¨®n de servicios a las personas en ¨¢reas como sanidad, educaci¨®n, servicios sociales, atenci¨®n a la dependencia, etc. Somos conscientes del hecho de que los responsables p¨²blicos tampoco desean los recortes y a menudo act¨²an reactivamente a los inputs que reciben del departamento econ¨®mico de su gobierno. Los beneficiarios y usuarios finales de estos servicios, que son quienes padecen en propia piel las consecuencias de los recortes, se indignan y manifiestan cargados de buenas razones. Las organizaciones sociales que prestan servicios concertados o por iniciativa propia vivimos en una inseguridad permanente. Estamos convencidos de nuestra raz¨®n de ser por responsabilidad hacia el entorno social, pero no sabemos qu¨¦ ser¨¢ de nosotros dentro de dos meses. La tarea que realizamos es tan b¨¢sica y esencial para la sociedad que no puede quedar ignorada. Atendemos colectivos como personas con discapacidad, ni?os en situaci¨®n de pobreza, adultos que viven en la calle, familias que necesitan del apoyo de las entidades para comer y vestirse, personas con problemas de toxicoman¨ªas, promovemos la infancia desde la educaci¨®n¡
¡°La tarea que realizamos es tan b¨¢sica y esencial para la sociedad que no puede quedar ignorada¡±
Se impone, y si no lo reclamamos, un nuevo pacto que establezca l¨ªmites, responsabilidades y condiciones. Probablemente nunca, ninguno de sus actores lo hubiera deseado, pero siempre es mejor tener una coordenadas a las que atenerse que no verse en la m¨¢xima indefinici¨®n. ?Puede la ense?anza obligatoria continuar siendo gratuita, mientras hunde en la precariedad las fundaciones titulares de escuelas concertadas? ?Qu¨¦ l¨ªmites debe tener la "externalizaci¨®n" de la gesti¨®n de la sanidad p¨²blica? ?Qu¨¦ margen temporal es aceptable en el pago de las facturas de una administraci¨®n? ?Es razonable la oferta p¨²blica de ciertos servicios, en competencia desleal con la iniciativa social, mientras no hay recursos para necesidades m¨¢s b¨¢sicas?
En Catalunya contamos con una tradici¨®n social rica, plural, con gran capacidad de iniciativa, con tejido social comprometido y activo, que hist¨®ricamente ha asumido todo tipo de responsabilidades y funciones que son b¨¢sicas para la sociedad. Pero tambi¨¦n estamos convenidos que es l¨®gico e incluso deseable que la sociedad civil adopte este papel responsable en un marco de libertad. Asociaciones y fundaciones hemos sido capaces de reaccionar en el momento presente reorientando prioridades, creciendo en n¨²mero de beneficiarios, diversificando y adaptando los programas. La responsabilidad social de las personas muestra la riqueza de una sociedad cuando, encuadrados en estructuras intermedias, son capaces de dar respuesta a las inquietudes e intereses colectivos. Aceptemos la situaci¨®n, no sin olvidar y denunciar las causas de la misma, pero con las manos a la obra.
La reivindicaci¨®n de los derechos debe ir, en la pr¨¢ctica, unida a la reivindicaci¨®n de un marco de realidad en la administraci¨®n
Entre las distintas entidades se est¨¢ atendiendo multitud de carencias y podemos ir a m¨¢s, si conviene. En absoluto es deseable la situaci¨®n de muchas personas y familias, pero ello debe ser un revulsivo para la responsabilidad individual y colectiva. La reivindicaci¨®n de los derechos debe ir, en la pr¨¢ctica, unida a la reivindicaci¨®n de un marco de realidad en la administraci¨®n, en que todos tengamos a qu¨¦ atenernos. Reivindiquemos el Estado del Bienestar, pero a la vez y quiz¨¢s s¨®lo durante un periodo transitorio, establezcamos como paliar sus d¨¦ficits ahora. ?Qu¨¦ hace quien? Y ?en qu¨¦ condiciones recibir¨¢ apoyo p¨²blico? Y cumpl¨¢moslo todas las partes de forma estable. Negar la evidencia, recordar reiteradamente la responsabilidad cierta de terceros, moverse en la indefinici¨®n, no ser capaz de tomar medidas de consecuencias dif¨ªciles,¡ complica a¨²n m¨¢s el esfuerzo colectivo para atender a los m¨¢s d¨¦biles. La responsabilidad de este nuevo pacto es de todos los que deber¨ªamos abrir el di¨¢logo. Y en este sentido, tal vez ser¨ªa m¨¢s pr¨¢ctico que las entidades dej¨¢ramos de atascarnos malgastando esfuerzos y energ¨ªas en la reivindicaci¨®n de situaciones injustas y focaliz¨¢ramos la reivindicaci¨®n en alcanzar nuevos acuerdos estables. Aceptar la realidad supondr¨ªa un ejercicio de madurez social y pol¨ªtica del que s¨®lo podr¨ªan derivarse beneficios para los m¨¢s vulnerables.
Josep Oriol Pujol i Humet es Director General Fundaci¨®n Pere Tarr¨¦s.
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