Todo en la vida es mudanza
¡®La caja¡¯, un vodevil fren¨¦tico con argumento actual, un reparto eficaz que var¨ªa a diario y escenograf¨ªa ingeniosamente compartida con ¡®Burundanga¡¯
Nunca hubo tanta oferta teatral en Madrid en los 35 ¨²ltimos a?os. El n¨²mero de salas de la capital se ha doblado respecto a hace poco m¨¢s de una d¨¦cada (hay 83 abiertas, sin contar espacios no esc¨¦nicos donde se exhiben ocasionalmente creaciones ad hoc), y la mayor¨ªa de ellas programan entre dos y ocho espect¨¢culos por semana, para mantener la recaudaci¨®n que antes de la crisis hac¨ªan con uno o dos. Muchas salas de arte y ensayo rotan su cartel a diario, pero los teatros comerciales, ante la imposibilidad de montar y desmontar las voluminosas escenograf¨ªas de sus producciones estelares, las aforan (las ocultan con un tel¨®n), de modo que la funci¨®n de noche se representa en el proscenio, comprimida en los tres o cuatro metros que quedan entre el borde del escenario y el foro.
Una soluci¨®n m¨¢s ingeniosa (usada por Veronese en su programa doble Casa de mu?ecas/Hedda Gabler) es encajar dos comedias en la misma escenograf¨ªa. En vista de que Burundanga, el final de una banda est¨¢ entrando lanzada en su tercer a?o de ¨¦xito, a Gabriel Olivares, su director, se le ha ocurrido que el saloncito del piso franco de los etarras de la comedia de Jordi Galceran pod¨ªa ser, en funci¨®n de noche, el baqueteado apartamento de alquiler del que Antonio debe mudarse en solo dos horas en La caja, vodevil de puertas donde Cl¨¦ment Michel pone al d¨ªa el genial mecanismo de entradas inoportunas, salidas fulminantes, equ¨ªvocos, confusiones de identidad y chicas ligeras de ropa (aqu¨ª hay adem¨¢s un chico en pelota picada) que John Chapman y Ray Cooney llevaron al paroxismo en Se infiel y no mires con quien.
'La caja'
Autor: Cl¨¦ment Michel. Adaptaci¨®n: Beatriz Santana y G. Olivares. Int¨¦rpretes: C¨¦sar Camino, Javier Mart¨ªn, Fran Nortes, Daniel Gallardo, Joaqu¨ªn Abad, Bart Santana, Nacho Diago, Irene Arcos, Leticia Etala, Mar del Hoyo, M¨®nica Vic, Eva Higueras, Fran Calvo y Joseba Hern¨¢ndez. Luz: Felype de Lima. Escenograf¨ªa: Anna Tussell. Direcci¨®n: Gabriel Olivares. Teatro Lara.
En La caja se cruzan el traj¨ªn de esa mudanza express en la que participa toda la pandilla de Antonio (para dejar el piso expedito a Emilia, hija del casero); el ajetreo de la sesi¨®n de fotos que Lorenzo viene a hacer a una modelo lituana, aprovechando los pocos minutos que el piso se queda vac¨ªo; y las piruetas que Antonio hace para evitar que su amigo David, que esa noche se ha echado un ligue que resulta ser¡ la hija del casero, se cruce con ella y con Marina, su novia, que est¨¢n all¨ª codo con codo. Olivares orquesta todas estas vertiginosas idas y venidas con un ritmo exacto y percutiente; C¨¦sar Camino le presta al permanentemente desbordado protagonista un histrionismo contenido, veros¨ªmil, c¨®mico y muy eficaz, y el resto del reparto colabora al buen ¨¦xito de una funci¨®n divertida en la que 14 actores se van turnando en siete papeles, de modo que tiene diferente reparto cada noche. Eso produce volatilidad: por mucho que el recorrido topogr¨¢fico y el gestual de un personaje sean id¨¦nticos siempre, la personalidad y el f¨ªsico de qui¨¦n lo interpreta lo transforman radicalmente.
Visto dos veces el espect¨¢culo (Olivares no para de cambiarlo), la segunda ech¨¦ de menos el encuentro sexual mudo entre Antonio y Emilia ¨Cque en la primera funcionaba como un puente simb¨®lico entre los dos mundos de la comedia y tensaba como un arco la relaci¨®n entre protagonista y antagonista¨C, y la pulla sexista que, citando a pap¨¢, Marina le lanza a su hermano, porque satiriza una actitud hom¨®foba enraizada hondamente. Un hallazgo de direcci¨®n y una r¨¦plica que valdr¨ªa la pena reponer donde estaban.
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