Una nueva visi¨®n de T¨¤pies
Su fundaci¨®n y el MNAC organizan la primera retrospectiva del artista 134 obras de T¨¤pies arrojan una nueva perspectiva de su creaci¨®n
Un cart¨®n pintado de blanco con una mancha violeta y una mara?a de hilos abre el recorrido de la que se ha convertido en la primera verdadera retrospectiva de Antoni T¨¤pies (Barcelona, 1923-2012). La obra, peque?a, delicada y muy distinta de los grandes formatos mat¨¦ricos que le han hecho famoso, deja presagiar la nueva visi¨®n que este proyecto intenta ofrecer del artista. Ha pasado algo m¨¢s de un a?o desde su muerte y T¨¤pies desde el interior, que se gest¨® cuando a¨²n viv¨ªa y que se expone desde ayer en su fundaci¨®n y en el Museo Nacional de Arte de Ctalu?a (MNAC), es a la vez un homenaje de su lenguaje poderoso y singular, un resumen de una trayectoria marcada por la radicalidad y la b¨²squeda constante y un punto de partida para nuevas lecturas e interpretaciones.
Vicente Todol¨ª, comisario de la muestra T¨¤pies desde el interior,que se despliega en la Fundaci¨®n T¨¤pies y el Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC), se ha mantenido fiel a su lema ¡°si no tengo algo nuevo que aportar, no lo hago¡±. Por ello acept¨® el encargo de Laurence Rassel, directora de la Fundaci¨®n T¨¤pies, solo tras visitar el estudio y la casa y tener la seguridad de poder elegir con toda libertad entre las obras que conserv¨® a lo largo de 65 a?os. ¡°Entre las piezas que formaban el paisaje autoreferencial del que se alimentaba, hab¨ªa material m¨¢s que suficiente para trabajar en una nueva visi¨®n, por eso acept¨¦¡±, record¨® Todol¨ª ayer, durante la presentaci¨®n de la exposici¨®n, abierta hasta el 3 de noviembre.
Su selecci¨®n de 134 piezas, casi todas pinturas y algunos objetos, sigue un desarrollo cronol¨®gico, que va desde 1945 hasta 2012, en ambas sedes. En la T¨¤pies el hilo conductor es la puesta en valor de lo cotidiano, lo pobre y aparentemente insignificante, mientras que en el MNAC se hace hincapi¨¦ en su vertiente m¨¢s mat¨¦rica, con piezas gigantescas, ¡°que asaltan al visitante¡±, seg¨²n Pepe Serra, director del MNAC. Con esta exposici¨®n, el museo salda de cierta forma la deuda contra¨ªda en 1992 cuando rechaz¨® el c¨¦lebre calcet¨ªn. Muchas obras son in¨¦ditas y la mayor¨ªa se han expuesto en contadas ocasiones, son las que el artista y su mujer Teresa, su compa?era y c¨®mplice desde la adolescencia hasta el ¨²ltimo aliento, quer¨ªan conservar y algunas incluso las volvieron a comprar. ¡°Las m¨¢s raras son las que no se vendieron, que volvieron a casa y no por malas, sino a menudo porque eran demasiado radicales o inc¨®modas¡±, a?adi¨® Xavier Antich, presidente del patronato de la fundaci¨®n. La incomodidad es uno de los leit motiv de una muestra, que tiene tantas l¨ªneas de investigaci¨®n como m¨²ltiples fueron los intereses de T¨¤pies. ¡°Nunca dej¨® de experimentar, con m¨¢s de 80 a?os emprend¨ªa trabajos que requer¨ªan una energ¨ªa tremenda, que no se sabe de d¨®nde sacaba¡±, apunt¨® Serra, aludiendo a Tierra negra, una pintura con dos mont¨ªculos de tierra del que salen varas de madera partidas. Son la materializaci¨®n de las aristas, que Todol¨ª, poco amigo de explicaciones y visitas comentadas, mencion¨® en diversas ocasiones. Curiosamente el exdirector de la Tate casi no trat¨® a T¨¤pies durante su vida, pero esto no le impidi¨® sumergirse en su mundo. ¡°Mi di¨¢logo es con la obra, no con el artista, ¨¦l ya hizo su papel y expres¨® su punto de vista al quedarse con determinados trabajos. Mi reto fue mirarlas como si fuera la primera vez¡±.
El recorrido expositivo del MNAC tambi¨¦n arranca con unas obras at¨ªpicas, un Tr¨ªptico de 1948. El broche final es un dibujo sobre madera pulida, que deja una impresi¨®n indeleble. Cuando lo realiz¨® ya estaba completamente ciego y ni siquiera le serv¨ªa la enorme lupa que utilizaba al final. Es un autorretrato con Teresa y resume todo su vocabulario: el Montseny, las cruces, las botellas, la sangre y el sexo expl¨ªcita y rabiosamente a?orado.<NO1>Para concluir Todol¨ª insisti¨®, "Es una ¨²nica muestra, el visitante tendr¨¢ que hacer el esfuerzo de retener memorias y sensaciones de una sede a la otra".
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