Garitano resiste con su pol¨ªtica de gestos

El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, la m¨¢xima autoridad de la izquierda abertzale en una instituci¨®n vasca, est¨¢ ¡°m¨¢s que satisfecho¡± de su gesti¨®n durante los dos primeros a?os de mandato ¡ªayer se cumpli¨® el segundo aniversario de su investidura¡ª al frente de la Diputaci¨®n. Cuando tom¨® posesi¨®n de su cargo en junio de 2011 proclam¨® solemnemente que con Bildu en el poder hab¨ªa comenzado ¡°una nueva era hist¨®rica¡± en el territorio, porque esta formaci¨®n iba a revolucionar la pol¨ªtica y las formas de gobernar que hasta entonces estaban al uso. Llegado el ecuador de la legislatura, los partidos de la oposici¨®n hacen ahora un balance ¡°muy negativo¡±, opina el PNV, con una ¡°notable falta de liderazgo¡±, seg¨²n el PSE, y de ¡°un aut¨¦ntico caos¡±, para el PP.

Garitano est¨¢ m¨¢s que conforme con sus obras y con la ¡°nueva direcci¨®n¡± que ha tomado Gipuzkoa desde que se asent¨® en el trono foral. Ahora el territorio marcha por el carril de la ¡°izquierda¡± y hacia la ¡°construcci¨®n nacional¡±, destaca el diputado general de estos dos a?os. El gasto en pol¨ªticas sociales, los cambios fiscales para que paguen m¨¢s las grandes fortunas, los acuerdos presupuestarios, el rechazo a las grandes infraestructuras o la paralizaci¨®n de la incineradora son los principales ejemplos que pone Garitano para visualizar la ¡°transformaci¨®n¡± que se est¨¢ operando en Gipuzkoa. Y todo ello, como le gusta repetir al mandatario foral, ¡°lo hemos hecho de una manera diferente, a trav¨¦s de la participaci¨®n, en euskera e insertando la igualdad en todos los ¨¢mbitos¡±.

Los dos a?os de Garitano al mando de la Diputaci¨®n se han caracterizado por una calculada sucesi¨®n de gestos e iniciativas para contentar a una galer¨ªa que observa con agrado su afici¨®n por acudir a las manifestaciones, secundar las huelgas, visitar a presos, su viaje a Venezuela a las exequias de Hugo Ch¨¢vez, la concesi¨®n de ayudas econ¨®micas a ikastolas de Navarra y el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s o sus llamadas a ¡°incumplir leyes injustas¡± ¡ªlo dijo para criticar la actuaci¨®n de la Ertzaintza para detener en Ondarroa a Urtza Alkorta¡ª, aunque ¨¦l s¨ª acata una orden judicial que obliga a mantener la bandera espa?ola en un lugar visible del palacio foral.

Las protestas contra la recogida de basuras han supuesto un punto de inflexi¨®n

Garitano arranc¨® su mandato echando por tierra dos grandes asuntos que estaban en v¨ªas de soluci¨®n: la gesti¨®n de los residuos y la financiaci¨®n de las carreteras. En 2011 hab¨ªa un consenso pol¨ªtico suficiente, despu¨¦s de muchos a?os de debate en los que no particip¨® la izquierda abertzale a causa de su ilegalizaci¨®n, para aumentar los ¨ªndices de reciclaje y sustituir los actuales vertederos por una incineradora en Zubieta. Tambi¨¦n se acord¨® instalar un peaje en la N-I en Etxegarate, abierto a extender a otras v¨ªas de la provincia.

La llegada de Bildu al poder desmont¨® aquellos acuerdos. Bajo el principio de ¡°no a la incineraci¨®n¡± y ¡°no a los peajes¡±, la Diputaci¨®n apost¨® por apoyar a los municipios que quer¨ªan implantar el sistema de recogida de basura puerta a puerta (PaP), con el argumento de que era la f¨®rmula para evitar la construcci¨®n de la planta de combusti¨®n. El modelo propuesto por la instituci¨®n foral le cost¨® el cargo al diputado de Medio Ambiente, Juan Karlos Alduntzin, que fue cesado a mediados de 2012 tras prosperar una moci¨®n de censura que apoyaron PNV, PSE y PP.

La marea de protestas ciudadanas contra el PaP, cada vez m¨¢s agobiante en los pueblos contra el modelo defendido por los alcaldes de Bildu, han supuesto un punto de inflexi¨®n en la pol¨ªtica foral de Bildu. Ahora ya no se defiende este modelo, dicen los responsables: ¡°Nosotros defendemos cualquier sistema que logre el 60% de reciclaje¡±, insisten para ocultar un cambio de estrategia radical en esta materia. Y este viraje ha coincidido precisamente con la decisi¨®n de Alduntzin, tomada a finales de mayo pasado, de abandonar la pol¨ªtica y dejar de ser jefe de gabinete de Garitano y presidente del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa.

El cambio de discurso en los peajes se ha sostenido sobre la coartada los 900 millones de deuda de la sociedad p¨²blica Bidegi

Un giro similar se ha dado en la pol¨ªtica de peajes, al pasar de rechazar esta f¨®rmula a proponerla en todas las autov¨ªas de la provincia, aunque gratis para los turismos de Gipuzkoa y con un trato preferente para el resto de conductores vascos y navarros. Algo muy distinto a lo que dice textualmente el programa de gobierno de Bildu: ¡°Cualquier pol¨ªtica tarifaria sobre las infraestructuras viarias existente... deber¨¢ contemplar la posibilidad de un trayecto alternativo al que se tarifique, la calidad del mismo y d¨®nde transcurra¡±. No hay recorridos alternativos a la N-I, la A-15, la GI-632 o la de Endarlatza, donde Bildu quiere empezar a cobrar a partir de octubre de 2014.

Para justificar el cambio de discurso, la Diputaci¨®n usa siempre como coartada los 900 millones de deuda que acumula la sociedad p¨²blica Bidegi. Si lleva a delante sus planes, Bildu tampoco cumplir¨¢ su promesa de romper con las ¡°injusticias¡± que se seguir¨¢n dando entre los ciudadanos guipuzcoanos obligados a usar la A-8 (la Diputaci¨®n ha reducido el peaje a un m¨¢ximo de 25 euros mensuales) y los que viven junto a la N-I.

El portavoz del PNV en las Juntas, Markel Olano, considera que Garitano se ha distinguido ¡°por la improvisaci¨®n y la imposici¨®n en muchos aspectos¡±. ¡°Mientras la Diputaci¨®n sigue dormida, Gipuzkoa sigue sufriendo¡±, opina Rafaela Romero, del PSE, para quien ¡°la revoluci¨®n de Bildu est¨¢ pendiente y su gesti¨®n es una nebulosa con mucha incertidumbre e improvisaci¨®n¡±. Juan Carlos Cano, del PP, es especialmente cr¨ªtico con la ¡°falta de inversi¨®n econ¨®mica y los ataques que est¨¢n recibiendo los empresarios¡±. El ¨²nico aprobado ¡°con nota alta¡± viene de Idoia Ormazabal, de Bildu, quien destaca que ¡°en Gipuzkoa se ha conseguido cambiar el modelo neoliberal por unas pol¨ªticas progresistas y sostenibles¡±.