Los jueces acaban con el aislamiento de los extranjeros en el CIE
ONG y abogados podr¨¢n acudir libremente al centro al menos seis horas al d¨ªa
¡°No hay justificaci¨®n legal alguna para limitar el derecho de visitas de las ONG a los internos, tal como en la actualidad sucede en el CIE de Barcelona, en el cual no se permite un acceso fluido de dichas ONG para tener entrevistas con los internos. M¨¢s bien al contrario, se restringe en demas¨ªa tal derecho¡±. Con esta afirmaci¨®n taxativa, los magistrados de los juzgados de instrucci¨®n 1 y 30 de Barcelona, que se encargan del control en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), reconocen el derecho de las organizaciones no gubernamentales a acudir al centro de Barcelona. Hasta ahora, lo hac¨ªan con una pr¨¢ctica aceptada, haci¨¦ndose pasar por familiares o amigos, aunque no escond¨ªan su condici¨®n de voluntarios. El auto judicial tambi¨¦n da mayores facilidades a los abogados que asisten a los extranjeros.
El auto de los magistrados, que se hizo p¨²blico ayer, reconoce el derecho de las entidades a visitar a los internos sin necesidad de que ellos hayan pedido expresamente verles. Y remarca que pueden hacerlo ¡°todos los d¨ªas del a?o en un horario que sea suficientemente amplio¡±. Por eso fija seis horas diarias, tres por la ma?ana, y tres por la tarde. Y a?ade que podr¨¢n solicitar visitas ¡°individualmente o en grupo de hasta un m¨¢ximo de 10 internos¡±. Tampoco se podr¨¢n ¡°establecer limitaciones en raz¨®n al n¨²mero de visitas ya efectuadas, a la abundancia de las mismas y criterios semejantes¡±.
Solo en ¡°casos excepcionales¡± y por motivos de ¡°orden p¨²blico¡±, el director del centro podr¨¢ informar al juez para que este, si lo considera necesario, limite las visitas de forma ¡°puntual¡±. Adem¨¢s, las ONG deber¨¢n disponer de un lugar en el centro para instalar un buz¨®n de sugerencias para que los internos hagan uso.
Los jueces reprochan a la direcci¨®n del CIE que "deniegue sistem¨¢ticamente las entrevistas de los abogados"
La situaci¨®n supone un salto cualitativo para las ONG. Hasta ahora las entidades viv¨ªan en la alegalidad. Los voluntarios que asisten a los internos en situaci¨®n irregular en Espa?a solo pod¨ªan entrar en los locutorios que tiene el centro, con una especie de banco, atornillado al suelo, y hablar por tel¨¦fono con los inmigrantes. Pero ten¨ªan que acudir en el turno de familiares y amigos, y solo durante dos horas al d¨ªa. Con el nuevo escenario que, podr¨¢n visitarles m¨¢s tiempo. Pero no tendr¨¢n libre acceso a las instalaciones. En otros CIE, como los de Madrid o Valencia, ya existe un r¨¦gimen abierto para las ONG.
Los jueces aluden tambi¨¦n al papel de los abogados. La direcci¨®n del CIE, argumentan, ¡°deniega sistem¨¢ticamente¡± las entrevistas de letrados que no han sido designados, por escrito, por el cliente. El sistema, remachan, ¡°ha de ser cambiado¡± teniendo en cuenta que los internos son extranjeros que, en muchos casos, llegan de otras comunidades aut¨®nomas. Para garantizar el derecho de defensa, hay que dar un tratamiento ¡°m¨¢s amplio y tolerante¡± a esos casos. Por ello, bastar¨¢ con que el interno acepte la entrevista con el letrado para que se considere que lo ha nombrado.
Los abogados ¡°suelen pertenecer a ONG¡± dedicadas a ¡°proteger los derechos de los extranjeros¡±, sigue el escrito, que recuerda su ¡°labor altruista¡±. Los letrados tendr¨¢n ¡°derecho a visita durante al menos ocho horas al d¨ªa repartidas entre la ma?ana y la tarde¡±.
La decisi¨®n acaba, en parte, con el aislamiento de los internos, sometidos a un r¨¦gimen penitenciario oscuro. El a?o pasado, la muerte de un joven de Guinea-Konakry puso de relieve la falta de recursos m¨¦dicos en el CIE de la Zona Franca.
Las ONG aplauden la mejora, aunque aseguran que es solo el principio. ¡°No es la panacera, pero es un primer paso. Ahora vamos a tener la oportunidad de hacer un acompa?amiento y unas visitas con mucha m¨¢s calidad¡±, explica el abogado Jos¨¦ Javier Ord¨®?ez, de la Fundaci¨® Migra Studium, que denunci¨® el caso junto a SOS Racisme. Ord¨®?ez explica que hasta ahora los voluntarios de la ONG se ¡°solapaban¡± con familiares y amigos. ¡°El acuerdo de los magistrados reconoce nuestro estatuto de entidad¡±, a?ade.
Luc¨ªa Montobbio, voluntaria de la entidad, destaca el problema del horario previsto hasta ahora: de 10 a 12. ¡°Muchos de nosotros trabajamos¡±, explica. ¡°La situaci¨®n ideal ser¨ªa romper todos los est¨¢ndares que hay ahora, en el sentido de que hubiese un acceso f¨¢cil al centro, para las ONG, pero tambi¨¦n para la sociedad civil y los medios de comunicaci¨®n. Que haya transparencia, que est¨¦ claro lo que hay¡±, pide una portavoz de SOS Racisme.
?El acuerdo de los jueves, que solo afecta al CIE de Barcelona, mejora esa situaci¨®n, pero sigue manteniendo estos centros en un ¨¢rea gris. ¡°Necesitamos una reglamentaci¨®n uniforme, un¨ªvoca, donde queden claras las reglas del juego¡±, reclama Ord¨®?ez. Una petici¨®n a la que se suma SOS Racismo.
Las ONG libran desde hace a?os una dura batalla contra los CIE. ¡°No es un centro de estancia, es un centro carcelario, sin libertad de movimiento, ni contacto con sus familiares¡±, lamenta una portavoz de SOS Racisme. ¡°Deber¨ªamos poder conocer el expediente que afecta a cada interno¡±, a?ade Ord¨®?ez.
Este fin de semana, los voluntarios todav¨ªa mantendr¨¢n las mismas condiciones que tienen ahora. ¡°En teor¨ªa, deber¨¢n comunicar el acuerdo a la delegada de Gobierno \[Mar¨ªa de los Llanos de Luna\]. Y ella junto con los responsables del CIE deber¨¢n resolver c¨®mo se plasman las nuevas condiciones. Dudo que antes de septiembre tengamos los cambios¡±, concluye Ord¨®?ez.
El abogado Andr¨¦s Garc¨ªa Berrio, que junto a Laia Serra ha impulsado el proceso, se felicit¨® por la decisi¨®n judicial. ¡°Es un reconocimiento a la labor de los abogados defensores de los derechos humanos, que hemos tenido que enfrentarnos a situaciones muy desagradables¡±, explic¨® Garc¨ªa. El abogado interpuso hasta tres quejas por el trato ¡°intimidatorio¡± del director del CIE. ¡°Esta decisi¨®n garantiza que podamos hacer nuestro trabajo sin ser molestados¡±.
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