La reindustrializaci¨®n necesaria

En una econom¨ªa avanzada, el sector industrial es la expresi¨®n m¨¢s tangible de su innovaci¨®n y competitividad, de hecho, en las econom¨ªas desarrolladas el 90% de la inversi¨®n privada en I+D proviene de la industria. Por tanto, deber¨ªa ser un objetivo estrat¨¦gico de cualquier gobierno recuperar parte del tejido industrial deslocalizado en pa¨ªses emergentes (especialmente en China), no s¨®lo por lo que significa en cuanto a puestos de trabajo, sino tambi¨¦n como fuente generadora de nuevos conocimientos, innovaci¨®n y competitividad. Si se pierde el know how t¨¦cnico dif¨ªcilmente se podr¨¢ innovar en procesos ni materiales.

Existen se?ales que pueden animar este debate. Estudios recientes evidencian c¨®mo la ventaja en costes de China est¨¢ disminuyendo. En los ¨²ltimos 11 a?os, los salarios en China han crecido un 350%. Adem¨¢s, deber¨ªamos considerar la apreciaci¨®n del renmimbi, los costes de log¨ªstica y los ¡°costes ocultos¡± derivados del riesgo geopol¨ªtico y de la p¨¦rdida de control, reputaci¨®n y calidad. De hecho, en 2005, el diferencial de costes totales de fabricar en China respecto a las Econom¨ªas avanzadas era del 31%. Las previsiones para 2013 las reducen tan s¨®lo a un 16%.

Por tanto, la primera conclusi¨®n es que podr¨ªa tener sentido en determinados sectores traer de vuelta la fabricaci¨®n de productos con niveles moderados de uso de mano de obra intensiva y costes log¨ªsticos elevados. Ahora bien, creo que para que ello ocurra deber¨ªamos introducir algunos cambios a nivel estrat¨¦gico.

En primer lugar, lejos de la visi¨®n tradicional de lo que es una industria, en la que bajo un mismo techo se realizan todas las actividades necesarias para fabricar un producto, deber¨ªamos entender la empresa industrial como una cadena de valor global d¨®nde las nuevas tecnolog¨ªas nos permiten decidir qu¨¦ actividades de esa cadena de valor produciremos dentro de la empresa y qu¨¦ actividades produciremos fuera de ¨¦sta (en nuestro pa¨ªs o incluso en otros pa¨ªses), qu¨¦ actividades produciremos solos y qu¨¦ actividades necesariamente tendremos que hacerlas junto con otras empresas a trav¨¦s de procesos de cooperaci¨®n o fusiones.

Esta ¡°nueva empresa industrial¡± combina producci¨®n local con producci¨®n internacional, recursos propios con recursos ajenos, capacidades locales con capacidades internacionales. En esta cadena de valor global tendr¨¢n que potenciarse las actividades que generan mayor valor como son las de I+D y dise?o, log¨ªstica, marketing o servicios postventa. Creo que nuestra industria carece claramente de esta mentalidad global, lo cual junto con la falta de tama?o e inversi¨®n tecnol¨®gica merma nuestras capacidades competitivas.

No obstante, a pesar de ello, tambi¨¦n se configuran nuevas oportunidades para la industria valenciana. Despu¨¦s del ingente esfuerzo que se ha hecho en infraestructuras y en suelo industrial, junto con el renovado posicionamiento de la Comunidad Valenciana como destino atractivo y la inversi¨®n en capital humano, deber¨ªamos ser capaces de captar inversi¨®n directa extranjera que produjese en el territorio externalidades positivas adicionales.

En este sentido, merece la pena destacar dos aspectos novedosos. Por una parte, las oportunidades que surgen con la creciente internacionalizaci¨®n de empresas de pa¨ªses emergentes, especialmente con las empresas multilatinas, ¨¢vidas por entrar en Europa a trav¨¦s de acuerdos de colaboraci¨®n y conexiones con empresas locales. Empresas como Pemex, Cemex, Gerdau, Ron Brugal, entre otras, tienen localizadas sus casas matrices para Europa en Espa?a.

Por otra parte, el papel que podemos desempe?ar como ¡°trampol¨ªn o puente de entrada¡± para empresas multinacionales europeas o asi¨¢ticas que quieran establecerse en los pa¨ªses emergentes de Latinoam¨¦rica o el norte de ?frica. En un estudio que hemos realizado en la Universitat de Val¨¨ncia, de aproximadamente 2.500 filiales de empresas multinacionales europeas establecidas en Espa?a, 370 gestionan tambi¨¦n desde aqu¨ª las operaciones latinoamericanas. Este hecho no solo se explica por la posici¨®n intermedia de Espa?a en t¨¦rminos de distancia cultural e institucional sino tambi¨¦n por las redes empresariales, econ¨®micas, pol¨ªticas y personales que Espa?a mantiene con la regi¨®n Latinoamericana.

Esta potencial revitalizaci¨®n de la industria no ser¨¢ posible sin inversi¨®n, y por tanto deber¨ªan articularse los mecanismos adicionales que permitiesen que el cr¨¦dito llegase a las empresas. Valga como ejemplo el programa de cr¨¦ditos a proyectos innovadores impulsado entre el Ayuntamiento de Ontinyent y Caixa Ontinyent. Su particularidad reside en que el aval es el propio proyecto, el inter¨¦s del 2% y el plazo de amortizaci¨®n de 15 a?os, con cinco de carencia. La iniciativa no resolver¨¢ los problemas de financiaci¨®n de las empresas, pero marca el camino de c¨®mo debe ser la colaboraci¨®n entre instituciones solventes, flexibles y modernizadoras. Los bancos nacionalizados y los gobiernos despilfarradores deben mucho a esta sociedad, y por tanto, tienen la obligaci¨®n de orquestar f¨®rmulas de financiaci¨®n mixta que permitan salir de este estancamiento.

Finalmente, tambi¨¦n creo que a nivel de sociedad deber¨ªamos tratar de erradicar este sentimiento de pesimismo y victimismo en el que nos hemos instalado. Precisamente, la Gira por la industria valenciana, impulsada desde la direcci¨®n del PSPV-PSOE, est¨¢ permitiendo testar el estado de nuestro tejido industrial, conociendo de boca de sus protagonistas cu¨¢les son sus demandas y anhelos. Lo m¨¢s significativo es que los empresarios no desean subvenciones, ni subsidios, sino que la administraci¨®n les acompa?e y deje de ser un obst¨¢culo m¨¢s. Y es que frente a una crisis lo peor es la inercia, es una obligaci¨®n de todos reaccionar y buscar las nuevas oportunidades.

Jos¨¦ Pla Barber es catedr¨¢tico de Organizaci¨®n de Empresas por la Universitat de Val¨¨ncia y vicepresidente segundo de Caixa Ontinyent