Sentarse a hablar alivia los juzgados
Un proyecto de mediaci¨®n vecinal gestiona la resoluci¨®n de conflictos en Granada
A veces ni el problema es tan grave ni la soluci¨®n es tan complicada. La mediaci¨®n para poner fin a un conflicto entre vecinos es lo que desde enero lleva haciendo un equipo multidisciplinar en Granada. Solo tres mujeres ¡ªMarisol O?a, Mariola Aguilar y Purificaci¨®n Sotelo¡ª est¨¢n demostrando c¨®mo, si hay voluntad y un mediador acompa?a de forma neutral a las partes, es posible llegar a una soluci¨®n de forma r¨¢pida, econ¨®mica y eficaz. No siempre lo logran, pero la convivencia es m¨¢s f¨¢cil si se dialoga en problemas que a menudo se enquistan y pueden terminar incluso en los tribunales.
Por sorprendente que parezca no se dialoga con la asiduidad deseada. ¡°Muchas veces no nos podemos entender simplemente porque no nos hablamos¡±. As¨ª lo manifiestan al menos desde este equipo que trabaja en un proyecto piloto impulsado por la Fundaci¨®n Mediara adscrita a la Consejer¨ªa de Justicia e Interior de la Junta. Tienen su sede en un local cedido por el Ayuntamiento de Granada en el barrio del Zaid¨ªn y hasta all¨ª les llegan consultas y problemas de los ciudadanos.
Cristina (nombre ficticio) llevaba m¨¢s de un a?o sin poder pagar los recibos de comunidad de su edificio. Est¨¢ en paro y se hab¨ªa creado un problema entre los vecinos. La labor del equipo en este caso fue poner en contacto a las partes y, pese a la creencia de mala predisposici¨®n, el resto de vecinos entendi¨® la situaci¨®n y se lleg¨® a un acuerdo a trav¨¦s del presidente de la comunidad sobre la forma de pago que ha permitido mayor paz social. ¡°Yo recomendar¨ªa este servicio a otra gente¡±, asegura la usuaria que no fue la que acudi¨® en primer lugar a buscar la mediaci¨®n.
Como en este caso, la mayor¨ªa de los conflictos que abordan surgen de la vida cotidiana y suelen estar relacionados con problemas en las comunidades de vecinos o en el d¨ªa a d¨ªa de cualquier barrio. Llevan seis meses trabajando solo en Granada y han gestionado unos 50 casos, de los que casi el 35% se ha resuelto con mediaci¨®n y dentro de estos casi la totalidad con acuerdos totales o parciales. ¡°Lo importante es que aqu¨ª son las partes las que resuelven el problema, lo que garantiza su cumplimiento puesto que los ciudadanos son los que han acordado la soluci¨®n, su soluci¨®n¡±, argumenta Mariola Aguilar.
El mediador aqu¨ª no es ni un ¨¢rbitro ni un juez, sino un acompa?ante neutral que establece unas normas para que los enfrentados encuentren el acuerdo m¨¢s pr¨¢ctico y ventajoso. Es una tercera persona, imparcial y experta. En este caso las tres son mediadoras y adem¨¢s, una soci¨®loga, otra abogada y otra psic¨®loga. En los m¨¢s de seis meses que llevan en marcha tienen cerrados casi la mitad de los expedientes, pero el camino no est¨¢ siendo f¨¢cil.
¡°T¨² no haces ruido con la silla y yo no subo el televisor¡±
Las partes que participan en la mediaci¨®n firman un documento de compromiso de buena fe que, si quieren, puede trasladarse a un notario. Entre los casos resueltos recientemente est¨¢ el de una se?ora mayor que acudi¨® tras un a?o de enfrentamiento con varias estudiantes de un piso vecino.
La mujer se quejaba del ruido desde el curso anterior y aunque parte de las inquilinas no eran las mismas acudieron a la mediaci¨®n. El trato fue sencillo: ellas deb¨ªa poner goma en las patas de las sillas para no hacer ruido y avisar si organizaban alguna fiesta, mientras que la se?ora no pod¨ªa subir el volumen de la televisi¨®n de madrugada ni enviarles notas amenazantes, seg¨²n cuentan. El conflicto, ahora resuelto, ven¨ªa de atr¨¢s. La paz parece que ha llegado a la comunidad. El pr¨®ximo septiembre volver¨¢n a coincidir cuando comience el curso, pero ambas partes ya tienen un compromiso firmado.
¡°En la mayor¨ªa de los casos hay un conflicto aparente y otro relacional¡±, explican. Lo habitual es que sea una de las partes la que se pone en contacto con ellas y normalmente cuenta su problema pero no tiene mucho conocimiento del vecino. ¡°No se relacionan¡±, agregan. Son ellas las que han de buscar a la otra parte del conflicto e invitarla a participar en la mediaci¨®n. ¡°Mucha gente niega que exista y considera que es un problema del otro, no un conflicto¡±.
A trav¨¦s de las juntas de distrito y de distintas asociaciones han ido llegando a los vecinos, tambi¨¦n se ha recurrido a la v¨ªa del Defensor del Ciudadano de Granada y la Universidad, si bien a¨²n queda por hacer. La iniciativa surge como servicio p¨²blico gratuito que permite a los ciudadanos resolver sus enfrentamientos de forma dialogada, confidencial y gratuita. Tanto es as¨ª, que la confidencialidad est¨¢ asegurada incluso aunque alguno de los asuntos llegue a juicio. Aliviar la carga de los juzgados, muchas veces colapsados por asuntos que podr¨ªan resolverse por otras v¨ªas, es otro de los objetivos prioritarios de este proyecto que tiene asegurado, hoy por hoy, medio a?o m¨¢s de vida.
Se puso en marcha tras presentar la Asociaci¨®n de Mediadores Profesionales (Amefa Granada) la idea a la Junta que seleccion¨® el proyecto como espacio de di¨¢logo que trata de favorecer la convivencia vecinal. El protagonismo lo tiene el ciudadano y se favorece la igualdad. Seg¨²n las promotoras, el trabajo consiste en difundir ¡°la cultura del di¨¢logo los y valores democr¨¢ticos¡± que en el futuro har¨¢n posible evitar nuevos conflictos.
Ruidos, olores, animales dom¨¦sticos, morosidad, antenas, aires acondicionados¡ esas cuestiones que a veces hacen dif¨ªcil la vida entre vecinos pueden encontrar soluci¨®n. Adem¨¢s de ahorrar dinero al contribuyente y a la Administraci¨®n, puede evitar que aumente la tensi¨®n en el conflicto. Los que acuden a la mediaci¨®n deben hacerlo con respeto y buscar soluciones compartidas.
Juan Jos¨¦ Olvera es un administrador de fincas que ha colaborado. Por su trabajo est¨¢ acostumbrado a presenciar conflictos entre propietarios de una misma comunidad y coincide con las mediadoras en que la mayor¨ªa de las veces los problemas surgen porque ¡°los vecinos no se hablan¡±. Hay casos en los que el conflicto est¨¢ muy ¡°enquistado¡±, pero ¨¦l, que ha planteado varios casos, ve como una buena ¡°soluci¨®n¡± este servicio que solventa con pocos recursos ¡°el malestar ciudadano¡±.
Inspirado en proyectos similares pero con mucho m¨¢s desarrollo en comunidades como Catalu?a o Pa¨ªs Vasco, el de Granada, financiado con 15.000 para un a?o, prev¨¦ expandirse a otras provincias de Andaluc¨ªa. La iniciativa se enmarca en las propuestas para tratar de implantar en la sociedad una cultura de la mediaci¨®n que contribuya a cambiar comportamientos y valores para pasar del litigio al di¨¢logo y de las discrepancias al acuerdo. En el ¨¢mbito mercantil, la consejer¨ªa desarrolla un proyecto en Sevilla y C¨¢diz.
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