Do?a Amelia de Vilanova y Nadal recibe en el museo a partir de ahora

Extraordinariamente bella, de mirada dulce y delicada y adem¨¢s con fama de mujer culta. Federico de Madrazo, autor de excelentes retratos llenos de romanticismo y color pint¨® a Amelia de Vilanova y Nadal en 1853 vestida con un ajustado vestido que deja ver sus hombros desnudos, mientras sostiene un pa?uelo de encaje con una de sus manos.

El ¨®leo sobre tela de grandes dimensiones (120 por 95) ingres¨® en el Museo Nacional de Arte de Catalu?a, MNAC hace unas semanas, al ser donado por los hermanos Monche Maristany y Wenceslao Vila Monche, que han actuado en representaci¨®n de otras seis personas, todas herederas de su tatarabuela Amelia.

Tras su ingreso en el principal museo catal¨¢n y como est¨¢ prescrito, la obra ha pasado al taller de restauraci¨®n para detectar posibles problemas de conservaci¨®n que puedan afectarla. ¡°Est¨¢ perfecta porque nunca se hab¨ªa movido de casa de mis t¨ªas en Barcelona¡±, asegura Alberto Monche, uno de los bisnietos de Amelia. Luego pasar¨¢ a las salas del siglo XIX donde se expone la colecci¨®n permanente, explican fuentes del MNAC.

La obra responde a las caracter¨ªsticas de los retratos realizados por el artista en la d¨¦cada de 1850, en las que Madrazo demuestra su excelencia, con un dibujo s¨®lido, muestra la influencia de uno de los grandes como en Ingres, como en la plasmaci¨®n con sumo detalle de todos los elementos ornamentales.

Amelia de Vilanova pertenec¨ªa a la alta sociedad barcelonesa y a una de las familias m¨¢s adineradas de Barcelona. Casada con Antonio de Bruguera y Mart¨ª, enviud¨® muy joven qued¨¢ndose sola con su hija Ana y una enorme fortuna. Poco despu¨¦s se cas¨® con Ignacio Girona, uno de los ocho hermanos de la familia de los mayores empresarios y banqueros de Catalu?a del siglo XIX y comienzos del siglo XX.

La pintura que ha ingresado en el museo de Montju?c es pareja de otra realizada tambi¨¦n por Madrazo y con las mismas medidas que representa a Ignacio Girona y Agrafel, segundo marido de Amelia. ¡°Al principio se iban a donar las dos obras, pero una prima nuestra ha decidido qued¨¢rselo, por ahora, pero creo que acabar¨¢ tambi¨¦n en el MNAC¡±, asegura Monche.

El recuerdo de esta bella y culta dama ha quedado en la ciudad en los jardines de Vil.la Am¨¨lia, en el distrito de Sarri¨¤-Sant Gervai, originalmente los de la finca de la propiedad de su marido, un lugar donde la familia pasaba los veranos y que Ignacio Girona no dud¨® en ponerle el nombre de su mujer. Do?a Amelia falleci¨® en Barcelona el 20 de abril de 1904. Ahora, vuelve a recibir desde una de las salas del MNAC.