Mud¨¦monos a California
La sala El Sol vive su mejor velada en meses al ritmo de la guitarra el¨¦ctrica y voz tersa del legendario melenudo
Pocos de los apenas 2.000 aficionados que el 1 de noviembre de 2011 dispon¨ªan de localidad en el Price habr¨¢n olvidado la formidable lecci¨®n de rock atemporal que imparti¨® aquella noche Wilco. Lo curioso es que muchos acabaron preguntando tambi¨¦n por el telonero, ese sufrido m¨²sico condenado a matar el rato mientras el respetable localiza butacas y avituallamientos. El hippy esbelto y melenudo que aquel martes silenci¨® las gradas con su guitarra el¨¦ctrica y voz tersa regres¨® este domingo a una sala El Sol que vivi¨® su mejor velada en meses. Porque Jonathan Wilson es tan brillante y maravillosamente anacr¨®nico que entran unas ganas horrendas de mudarse a California ma?ana mismo, aunque no acompa?en el tipito, las finanzas ni la autorizaci¨®n gubernamental.
Wilson naci¨® a finales del 74, pero queda la tentaci¨®n de enmendarle la plana a la Wikipedia: parece imposible que su espl¨¦ndido repertorio haya sido concebido ahora y no antes de, como mucho, 1972. Sus canciones a¨²nan melod¨ªas francas, armon¨ªas vocales magn¨ªficas y extensos par¨¦ntesis instrumentales; son temas que, entre el duelo de guitarras y los aullidos de un ¨®rgano locuaz, nunca tienen prisa por acabarse. M¨²sica anal¨®gica hasta las trancas, para escuchar en vinilo mientras la aguja no acabe pulverizada.
Asoman en Wilson ecos de Poco, el rock sedoso de Atlanta Rhythm Section y, sobre todo, la gigantesca figura de Neil Young y la familia Crosby, Stills & Nash (sobre todo, Stephen Stills). Jonathan y sus melenudos aliados ¨Csolo el teclista, pelo corto y gafas de pasta, se erige en oveja negra? parecen salidos del casting de Casi famosos. Y han interiorizado de tal forma el lenguaje musical del Laurel Canyon, el ilustre barrio angelino, que ejecutan con sencillez un cancionero abrumador en detalles y sabores. Gentle spirit (2011) ya constituy¨® un hito, pero, a juzgar por Moses pain, adelanto del ¨¢lbum que espera en octubre, se avecinan emociones fuertes.
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