El hospital de la peste en Sol

La Puerta del Sol volver¨¢ a cambiar de piel en los pr¨®ximos meses, cuando el Colegio de Arquitectos convoque en octubre un concurso internacional de ideas para reordenar los elementos y el tr¨¢fico de la plaza, en colaboraci¨®n con el Ayuntamiento y el Gobierno regional, y con el patrocinio de OHL y El Corte Ingl¨¦s.

Quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa, en unos siglos, los arque¨®logos desentierren los vestigios de esa reforma en ciernes, y los distingan de la que tuvo lugar entre 2005 y 2009, que peatonaliz¨® la plaza y la dot¨® de estaci¨®n de ferrocarril, y de todas las anteriores que, desde el siglo XV, han cambiado sucesivamente la faz del principal punto de encuentro y mentidero de la villa.

Quiz¨¢ lo hagan cuando traten de hacer, esos madrile?os del futuro, su propia reforma, y descubran al cavar la piel abandonada del pasado, como sucedi¨® en 2008, al topar las excavadoras con restos de la iglesia del Buen Suceso, destruida en 1854 para ampliar la plaza al abrigo de las desamortizaciones liberales. O como ha ocurrido este verano en el s¨®tano abovedado del antiguo hotel Par¨ªs, erigido en 1863 sobre las ruinas a¨²n calientes del hospital del Buen Suceso, anejo en su d¨ªa al templo y derruido con ¨¦l.

En 2006, el hotel cerr¨® al vender el propietario el inmueble por 80 millones de euros; la empresa estadounidense Apple se hizo con ¨¦l y planea abrir all¨ª para Navidades su mayor tienda en Espa?a. La Comunidad le dio permiso para remozar de arriba abajo el edificio, pero le exigi¨® contratar a un equipo de arque¨®logos para las obras del s¨®tano porque daba por seguro que emerger¨ªan restos del hospital. As¨ª fue: en junio se hallaron vestigios de los muros interiores. Durante el verano se excavar¨¢ todo el s¨®tano para trazar la planta interior de un hospital del que, pese a sus cinco siglos de historia, apenas quedan testimonios historiogr¨¢ficos.

El hospital del Buen Suceso se fund¨® en 1438, cuando la puerta del Sol quedaba a¨²n fuera de los l¨ªmites de la muralla. ¡°Ese a?o entr¨® en Madrid cruel y rigurosa peste¡±, seg¨²n los anales publicado en el siglo XVII por el historiador Antonio de Le¨®n Pinelo. Entre abril y noviembre murieron m¨¢s de 5.000 personas, una cuarta parte de la poblaci¨®n de la villa, informa la web del Museo de Paleopatolog¨ªa de la Universidad Complutense. Reinando Juan II de Castilla, se orden¨® construir ese hospital para atender a los ¡°pestosos¡±, en un caser¨®n apartado de la ciudad junto a la ermita y humilladero de San Andr¨¦s.

Los Reyes Cat¨®licos crearon a finales del siglo XV el Hospital de la Corte, para atender a sus soldados y criados, que tuvo car¨¢cter itinerante (como la propia corte) hasta que, en 1529, Carlos V decidi¨® fijarlo en la Puerta del Sol, mandando reedificar a tal efecto el templo y el hospital de pestosos, y comprando casas y corrales a su alrededor para hacerlo, seg¨²n cuenta Mar¨ªa Isabel Gea en su Gu¨ªa del plano de Texeira.

En 1590, Felipe II orden¨® reconstruir de nuevo el conjunto, aunque las obras se pararon por la crisis econ¨®mica y el traslado durante cinco a?os de la corte (y su hospital) a Valladolid por decisi¨®n de su hijo, Felipe III. Fue ese monarca el que, en 1611, concluida al fin la obra, bautiz¨® hospital y templo como del Buen Suceso, en honor de una imagen de la Virgen hallada cinco a?os antes por dos frailes de camino a Roma en un paraje entre Valencia y Catalu?a. La iglesia, que med¨ªa 80 pies de largo y 60 de ancho, fue reconstruida a finales de siglo XVII ante su inminente ruina, seg¨²n Gea.

En a?os posteriores, y hasta su derribo a mediados del siglo XIX, requiri¨® de nuevas reformas. ¡°Era un edificio de mala construcci¨®n que tuvo muchos problemas; ser un hospital de categor¨ªa no estaba re?ido con su mala factura arquitect¨®nica¡±, explica Nicol¨¢s Benet, arque¨®logo de la Comunidad y responsable del seguimiento de la intervenci¨®n.

Hay ilustraciones que muestran esos cambios a lo largo del tiempo, pero apenas quedan testimonios de las enfermer¨ªas y estancias interiores. El trabajo arqueol¨®gico permitir¨¢ perfilar la disposici¨®n del edificio (pese a estar en el s¨®tano, los restos pueden corresponder a muros de la planta baja, puesto que la rasante de la calle ha ido subiendo). Luego, explica el director regional de Patrimonio Hist¨®rico, Jaime Ignacio Mu?oz, se cubrir¨¢n con el pavimento del s¨®tano de la tienda.

Se dibujar¨¢ su disposici¨®n en el suelo, a modo de recuerdo para compradores o empleados de Apple (no est¨¢ claro si el s¨®tano ser¨¢ zona comercial). La antigua piel de Sol ser¨¢ cubierta por otra nueva. Una vez m¨¢s.