Compartiendo atril
Entrenarse junto a profesionales es lo que el festival de Godella trata de fomentar
Adem¨¢s de los ¡°conciertos-estrella¡±, en esta edici¨®n del Festival de m¨²sica de c¨¢mara de Godella, deben resaltarse las actividades dirigidas al sector de j¨®venes que se mueve en el lindero de la profesionalidad. Estudiantes de conservatorio en algunos casos, miembros de grupos con ¨Ctodav¨ªa- breve trayectoria, o, por ¨²ltimo, nombres ya prestigiosos, encuentran maneras de reunirse, ensayar y actuar juntos. Es ¨¦sta, sin duda, una herramienta educativa poderosa. Tocar junto a ¡°primeras espadas¡± como Guiorgui Dimchevski, Salvador Mir o David Fern¨¢ndez, por poner s¨®lo unos pocos ejemplos, supone un ejercicio ins¨®lito para los estudiantes, siempre abocados a tocar con m¨²sicos de similar experiencia a la suya. Joan Enric Lluna -director del festival, miembro de Moonwinds y clarinete solista del Palau de les Arts- subrayaba lo anterior al manifestar las carencias de una generaci¨®n que no tuvo la oportunidad de entrenarse junto a profesionales. Tal experiencia es lo que el festival de Godella trata de fomentar. Tambi¨¦n, la de dar un peque?o empuj¨®n a grupos que est¨¢n comenzando y quieren abrirse camino en el campo de la m¨²sica de c¨¢mara que, quiz¨¢s por su menor espectacularidad, es casi siempre la cenicienta en la programaci¨®n de muchos auditorios.
La jornada del s¨¢bado fue un valioso ejemplo de todo lo anterior. Para empezar, por la ma?ana, hubo un taller-ensayo, dirigido a los estudiantes pero encauzado por los profesionales. Por la tarde, un ensayo general del concierto de la noche, abierto al p¨²blico. Luego, una especie de conciertos-aperitivo, donde dos j¨®venes agrupaciones (Trio Attaca y Quintet Frontela) actuaron en sendos restaurantes de Godella, cuyo men¨² inclu¨ªa esta actuaci¨®n, la cena y la entrada al concierto posterior. Vale la pena acotar las coordenadas: el Trio Attaca lleva funcionando un a?o, y el Quintet Frontela tres. En el concierto de la noche, ya en el teatro de la localidad, este quinteto actu¨® tambi¨¦n de telonero, con el primer movimiento del quinteto de cuerdas K. 406 de Mozart, en un arreglo de Rainer Schottst?dt. El recurso a los vientos se justificaba bien porque el K. 406 es una transcripci¨®n del mismo Mozart de una Serenata (K. 388) originalmente escrita para este tipo de instrumentos.
Vino luego la Serenata op. 44 para vientos, violonchelo y contrabajo, de Dvor¨¢k, partitura deliciosa interpretada por un grupo de c¨¢mara de primer nivel: Moonwinds, y, tras el descanso, Il Maestro di cappella, de Cimarosa. Se juntaron en esta partitura 20 ¡°j¨®venes talentos¡± con profesionales experimentados, bien del Palau de les Arts o de Moonwinds. Es esta una obra ideal para ello. Los numerosos solos que aparecen en la partitura fueron servidos sin problema alguno por los jefes de cuerda correspondientes. Y en los tutti los j¨®venes ¨Calgunos de 13 a?os- consiguieron no dar ni una nota en falso. Joan Enric Lluna, clarinete solista, organizador del festival y, con Cimarosa, dirigiendo la orquesta, ajust¨® al m¨¢ximo todas las intervenciones y logr¨® una transparencia siempre dif¨ªcil en el repertorio del XVIII. Jos¨¦ Antonio L¨®pez fue un ¡°maestro de capilla¡± fant¨¢stico en el ¨¢mbito vocal y en el esc¨¦nico, y su relajaci¨®n al plasmar el personaje influy¨®, sin duda, en sus j¨®venes colegas. Sirvieron estos la partitura contagiados de la soltura de los profesionales, aunque, seguramente, el saber que deb¨ªan medirse con ellos les habr¨¢ hecho estudiar d¨ªa y noche en sus casas.
Todo esto lo ha pagado, en parte, el ayuntamiento de la localidad. Pero tambi¨¦n la Associaci¨® d¡¯amics de la M¨²sica de Cambra de Godella, con unos 100 socios, ha colaborado con dinero y con trabajo en el asunto. Cabe animarse recordando que el mism¨ªsimo Mozart tuvo que sufragar muchas obras por suscripci¨®n popular. Intent¨® este m¨¦todo, precisamente, con el quinteto K. 406 citado m¨¢s arriba, junto a otras dos joyitas (el K. 515 y el K. 516) que lo acompa?aron. Y ni por esas. Sin embargo, al final todo acab¨® bien y se los edit¨® Artaria.
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