La Generalitat no asume errores en el caso del pederasta de Castelldans

¡°No quiero hablar de errores, a¨²n. Si detectamos alg¨²n error interno, hablaremos y depuraremos todas las responsabilidades¡±, asegur¨® ayer la consejera de Bienestar Social, Neus Munt¨¦, quien compareci¨® ante los medios para dar explicaciones sobre el caso de David D., el educador social de Castelldans (Les Garrigues) que acog¨ªa ni?os tutelados de la Generalitat y que fue detenido por posesi¨®n de material pornogr¨¢fico infantil y por un presunto delito de abusos sexuales.

Sin un ¨¢pice de autocr¨ªtica, la consejera volvi¨® a repetir que durante los 16 a?os en que Donet acogi¨® ni?os no se hab¨ªa detectado ning¨²n indicio de abusos. En este tiempo dio cobijo a 14 menores y fue controlado muchas veces por la fundaci¨®n Concepci¨® Juvanteny, entidad que gestionaba su caso. Los inspectores de esta entidad realizaron hasta 34 informes de control sobre los menores. Para asegurarse que estos informes no incluyen alg¨²n detalle que los expertos hubieran pasado por alto, Bienestar Social abri¨® la semana pasada un expediente informativo a la entidad.

Hasta que no se conozcan las conclusiones de este informe, Munt¨¦ asegur¨® que no tomar¨¢ ninguna medida, ni contra la fundaci¨®n ni respecto a todo el proceso de adjudicaci¨®n y control de las familias acogedoras. Despu¨¦s de hora y media de comparecencia y bajo la incesante lluvia de preguntas de los periodistas, la consejera lax¨® su firmeza. ¡°Tampoco podemos decir que todo se haya hecho bien¡±.

Las futuras familias acogedoras pasar¨¢n un test psicot¨¦cnico

Lo que s¨ª avanz¨® la consejera de Bienestar Social es que a partir de septiembre se implantar¨¢ un test psicol¨®gico Minnesota Multiphasic Personality Inventory 2 (MMPI-2) para los nuevos solicitantes. ¡°Ning¨²n test puede detectar casos de abusos, pero s¨ª si existen patolog¨ªas. As¨ª queremos reducir al m¨ªnimo los riesgos¡±, justific¨®. Actualmente los solicitantes se someten a entrevistas presenciales con psic¨®logos y solo en algunos casos, a indicaciones de los expertos, se pasa un test. Munt¨¦ aclar¨® que la introducci¨®n del test estaba prevista antes de que estallara el caso de Castelldans.

La consejera no dio apenas explicaciones, ya que el caso est¨¢ bajo secreto de sumario ni tampoco se ha finalizado el expediente interno. Munt¨¦ no pudo responder qu¨¦ ha fallado en el proceso para que durante todo este tiempo nadie detectara nada y se limit¨® a subrayar que se trata de un ¡°caso ¨²nico¡± en un sistema de acogida que durante 16 a?os ha implicado 2500 familias, que han cobijado 2400 ni?os titulados.

Munt¨¦ a?adi¨® que el sistema ¡°funciona bien¡± y lo ejemplific¨® explicando que en uno de los controles se detect¨® desorden en el hogar del detenido y se le puso una persona que le ayudara en la limpieza. Y a?adi¨® que desde que existe el programa de acogida a tres familias se les ha retirado los menores despu¨¦s de detectar indicios de ¡°negligencia¡±, que no ten¨ªan relaci¨®n alguna con abusos sexuales, ha aclarado.

Exempleadas del detenido aseguran que las inspecciones eran ¡°superficiales¡±

Una opini¨®n meridianamente diferente tienen en Castelldans, donde resid¨ªa David D. Aqu¨ª algunas voces que cuestionan los mecanismos de control establecidos por la Generalitat.Pilar, una vecina que trabaj¨® durante dos a?os en tareas dom¨¦sticas en casa del presunto pederasta, explica que durante ese tiempo no not¨® nada extra?o en su comportamiento ni vio la presencia de los inspectores de la fundaci¨®n. Estos se encargan de elaborar los informes sobre la situaci¨®n de los chicos. Unos documentos que llegan posteriormente a las oficinas del Departamento de Bienestar y a la Fiscal¨ªa de Menores.

Otra vecina asegura que trabaj¨® en el hogar de David D. dos d¨ªas por semana durante los primeros a?os en que este educador social ten¨ªa ni?os acogidos. ¡°Los evaluadores¡±, relata, ¡°siempre ven¨ªan a media ma?ana, cuando los ni?os estaban en el colegio. Por eso no vieron nunca si estaban bien atendidos. David sab¨ªa qu¨¦ d¨ªa vendr¨ªan a hacerle el informe y procuraba tenerlo todo en orden para no levantar ninguna sospecha¡±, tercia.

Seg¨²n esta vecina, los controles fueron ¡°muy superficiales y rutinarios¡±, por lo que si se hubieran entrevistado con los ni?os acogidos ¡°habr¨ªan visto que no estaban bien cuidados, que iban sucios, que no se llevaban el bocadillo para la hora del patio, que estaban por la calle hasta altas horas de la noche y que no participaban en actividades escolares o excursiones por problemas de dinero¡±, concluye.